domingo, 31 de enero de 2021

TWEETS POLÉMICOS

 

LAS FRASES DEL MES

1. "Cuando en unos meses empiecen a faltar ingenieros en el país se van a arrepentir de haber aprobado el aborto." (Esteban Bullrich)

2. "Fue un momento horrible, unos tipos en moto intentaron robarnos el paragolpe del auto a cabezazos." (Carolina Píparo)

3. "Es verdad que en mi ministerio trabaja alguien que lo espiaba a Boudou en la cárcel pero no es nada personal con él: también están los que la espiaban a Cristina." (Marcela Losardo)

4. "Quiero desmentir que esté pensando en competir para los premios Oscar en "Mejor edición de video". (Julio Garro

5. "El peronismo va a hacer clientelismo con las vacunas: le dan una dosis a la gente, y la segunda depende de que en las elecciones voten al gobierno, como hacía Ruckauf con las zapatillas." (Fernando Iglesias)

6. "Si se trata de zafar de los controles de alcoholemia, quiero decirle a Carolina Píparo que cuenta con mi más absoluta solidaridad." (Patricia Bullrich) 

7. "Mike pence es mi propio Julio Cobos." (Donald Trump)

8. "Hasta que las cosas no se aclaren en Estados Unidos y no se sepa quien manda los sobres, Infobae no saldrá por algunos días." (Daniel Hadad)

9. "Sandra, la señora que trabajaba en casa, me la recomendó Jorge Triacca." (Victoria Donda

10. "Me contagié el coronavirus cuando me recortaron la coparticipación." (Horacio Rodríguez Larreta)

11. "Mucha CIA, mucho FBI, mucho Servicio Secreto y no vieron venir a un tipo con cuernos  y a otro disfrazado de mapache." (Hebe de Bonafini

12. "Raro que Nelson Castro haya necesitado un hisopado para enterarse de que tenía Covid, y no se haya diagnosticado sólo." (Aníbal Fernández)

13. "Estoy trabajando en una remake de "Expertos en pinchazos", pero con un giro: la historia trata sobre como envenenaron a toda una sociedad con la vacuna rusa." (Juan José Campanella)

14. "Tendríamos que pedir un VAR de las elecciones del 2019, a ver si las damos vuelta." (Mauricio Macri)

15. "Macri es tan mamerto que pide que abran las escuelas cuando estamos en enero." (Aníbal Fernández)

16. "Tenemos que abrir ya las escuelas para que los que cayeron en la pública manden a sus hijos a que los mediocres, pobres, fracasados y de escasa cultura que estudiaron para docente les hagan adoctrinamiento ideológico." (Soledad Acuña)

17. "Abran ya las escuelas, sobre todo la de Chicago." (Javier Milei)

18. "Quiero transmitirle toda mi solidaridad al Dippy, ¿a quién no le pasó alguna vez que se le enganchara algo en el paragolpes del auto?" (Carolina Píparo)

19. "Acá todo el mundo se la pasa hablando de nuevas cepas, sin pensar en los que nos ponemos ansiosos." (Patricia Bullrich)

20. "Sirvén dice que el conurbano es África, pero donde hay más gorilas por metro cuadrado es en la CABA." (Aníbal Fernández) 

21. "En pocos días Joe Biden tuvo que sortear dos intentos de golpe de Estado: primero un ataque armado al Capitolio, y luego una larga ceremonia de asunción al aire libre en un crudo invierno, algo potencialmente fatal para alguien de su edad." (Joaquín Morales Solá)

22. "Estoy evaluando si me conviene poner en el currículum éste año en la presidencia de YPF." (Guillermo Nielsen)

23. "No era para hacer tanto escándalo, los policías me saludaron con la venia en la heladería porque me animé a pedir quinotos al whisky." (Patricia Bullrich)

24. "Medio millón de pesos en multas de tránsito estando preso, y eso que firmé el 08 del Honda 92'." (Amado Boudou)

25. "La ANMAT aceleró los trámites de aprobación de la Sputnik para los mayores de 60 años por presiones de Putin, quien le envió a Cristina una nota que decía "Cuando pueda te vacuno"." (Alfredo Leuco

26. "Es tremendo lo de Gildo Insfrán en Formosa, no se pueden violar tan impunemente los derechos humanos." (Gerardo Morales)

27. "Una fundación presidida por Macri nunca podrá tener áreas de trabajo, en todo caso serán áreas de descanso." (Aníbal Fernández)

28. "Vino gente de la UCR a vernos para hacer una alianza pero lo estamos evaluando porque están muy corridos a la derecha." (Alejandro Biondini)

29. "Me sugirieron que la Fundación llevara un nombre con el cual la gente la identificara conmigo, propuse "Reposera" pero les pareció que no daba." (Mauricio Macri)

30. "Macri no será candidato a diputado porque no le gusta el Congreso, si pudiera lo cerraría y gobernaría a puro DNU, como cuando fue presidente." (Jaime Durán Barba)

31. "Ni me hablen de los efectos no deseados de vacunar a alquien." (Horacio Rodríguez Larreta)

sábado, 30 de enero de 2021

TWEETS POLÉMICOS

YA SE ESTÁ HACIENDO COSTUMBRE

 


Se hizo esperar, pero finalmente salió el Decreto 42/21, que reglamenta la Ley 27605, vulgarmente conocida como del "impuesto a las grandes fortunas. (ecompleto acá en el Boletín Oficial). Y como pasara con la reglamentación de la ley del teletrabajo, vino con sorpresas. Veamos. 

El Artículo 4° del Decreto reglamentario dice: "Los bienes a los que se refiere el inciso g) del artículo 22 del Capítulo II del Título VI de la Ley de Impuesto sobre los Bienes Personales N° 23.966, texto ordenado en 1997 y sus modificaciones, no se considerarán a los fines de determinar los bienes comprendidos en las disposiciones de la Ley de Aporte Solidario y Extraordinario para Ayudar a Morigerar los Efectos de la Pandemia N° 27.605."

Sin embargo, la Ley 27605 que estableció el "Aporte Solidario" dice en su Artículo 2º inciso b) que están alcanzados por el mismo "Las personas humanas y sucesiones indivisas residentes en el exterior, excepto las mencionadas en el segundo párrafo del inciso anterior, por la totalidad de sus bienes en el país comprendidos y valuados de acuerdo a los términos establecidos en el título VI de la ley 23.966, texto ordenado en 1997 y sus modificatorias, independientemente del tratamiento que revistan frente a ese gravamen y sin deducción de mínimo no imponible alguno, a la fecha de entrada en vigencia de esta ley... ". (Las negritas son nuestras) 

Los bienes del caso (según la ley del Impuesto sobre los Bienes Personales) son: "g) Objetos personales y del hogar, con exclusión de los enunciados en el inciso e)". A su vez los del inciso e) -que quedan alcanzados por Bienes Personales- son "e) Objetos de arte, objetos para colección y antigüedades que se clasifican en el capítulo 99 de la Nomenclatura del Consejo de Cooperación Aduanera, objetos de adorno y uso personal y servicios de mesa en cuya confección se hubiera utilizado preponderantemente metales preciosos, perlas y/o piedras preciosas...". 

Según como se interprete la reglamentación -y vaya si habrá diferentes interpretaciones en éste tema- pueden quedar exentos del patrimonio a tener en cuenta para el pago del "Aporte" ambos tipos de bienes, o los objetos personales y del hogar del inciso g) citado: la ley no exime a ninguno de la base imponible, o sea, el reglamento hará que los que deban pagar, paguen menos.

Sigamos: el Artículo 5° del Decreto reglamentario dice: "El plazo de repatriación al que hace referencia el artículo 6° de la Ley de Aporte Solidario y Extraordinario para Ayudar a Morigerar los Efectos de la Pandemia N° 27605 debe computarse en días hábiles administrativos.". La Ley en su Artículo 6º dice: "Se entenderá por repatriación, a los fines del artículo anterior, el ingreso al país, dentro de los sesenta (60) días, inclusive, contados desde la entrada en vigencia de esta ley, de: (i) las tenencias de moneda extranjera en el exterior, y (ii) los importes generados como resultado de la realización de activos financieros en el exterior, que representen como mínimo un treinta por ciento (30 %) del valor total de dichos activos. El Poder Ejecutivo nacional podrá ampliar en otros sesenta (60) días el mencionado plazo." (otra vez las negritas son nuestras).

Del hecho de que le permita al Poder Ejecutivo prorrogarlo y de que se compute desde la entrada en vigencia de la ley, surge claro que en la ley el plazo para repatriar bienes ubicados en el exterior, era en días corridos. Al hacerlo en hábiles -criterio que obviamente regirá para la prórroga que puede disponer el Presidente- puede llegar a haber hasta dos meses más de tolerancia que la prevista en la ley, para repatriar bienes, sin tener que pagar la alícuota diferencial que pagan los que están en el exterior.

Y hay más: el Artículo 6º último párrafo de la ley dice: "A esos fines, se consideran activos financieros del exterior, aquellos mencionados en el tercer párrafo del artículo 25 del título VI de la ley 23.966, de impuesto sobre los bienes personales, texto ordenado en 1997 y sus modificatorias.". El tercer párrafo del Artículo 25 de la ley de Bienes Personales dice: "A los fines previstos en el párrafo precedente, se entenderá por activos financieros situados en el exterior, la tenencia de moneda extranjera depositada en entidades bancarias y/o financieras y/o similares del exterior: participaciones societarias y/o equivalentes (títulos valores privados, acciones, cuotas y demás participaciones) en todo tipo de entidades, sociedades o empresas, con o sin personería jurídica, constituidas, domiciliadas, radicadas o ubicadas en el exterior incluidas las empresas unipersonales; derechos inherentes al carácter de beneficiario, fideicomisario (o similar) de fideicomisos (trusts o similares) de cualquier tipo constituidos en el exterior, o en fundaciones de interés privado del exterior o en cualquier otro tipo de patrimonio de afectación similar situado, radicado, domiciliado y/o constituido en el exterior; toda clase de instrumentos financieros o títulos valores, tales como bonos, obligaciones negociables, valores representativos y certificados de depósito de acciones, cuotapartes de fondos comunes de inversión y otros similares, cualquiera sea su denominación; créditos y todo tipo de derecho del exterior, susceptible de valor económico y toda otra especie que se prevea en la reglamentación, pudiendo también precisar los responsables sustitutos en aquellos casos en que se detecten maniobras elusivas o evasivas."

Pero el decreto en su Artículo 7° dice otra cosa: "A los fines previstos en el tercer párrafo del artículo 6º de la Ley de Aporte Solidario y Extraordinario para Ayudar a Morigerar los Efectos de la Pandemia N° 27605, en el caso de participaciones societarias y/o equivalentes (títulos valores privados, acciones, cuotas y demás participaciones) en todo tipo de entidades, sociedades o empresas, con o sin personería jurídica, constituidas, domiciliadas, radicadas o ubicadas en el exterior incluidas las empresas unipersonales, se entenderá que no constituyen activos financieros cuando las entidades, sociedades o empresas constituidas, domiciliadas, radicadas o ubicadas en el exterior, en forma directa o indirecta, realicen principalmente actividades operativas, entendiendo que dicho requisito se cumple cuando sus ingresos no provengan en un porcentaje superior al cincuenta por ciento (50 %) de rentas pasivas, en los términos del artículo 292 del Anexo del Decreto N° 862 del 6 de diciembre de 2019.

Sin perjuicio de ello, se presumirá que se trata de un activo financiero cuando dicha participación no supere el diez por ciento (10 %) del capital de la entidad, sociedad o empresa constituida, domiciliada, radicada o ubicada en el exterior. En el caso de créditos y todo tipo de derecho del exterior susceptibles de valor económico, no se consideran incluidos aquellos créditos y/o derechos del exterior vinculados a operaciones de comercio exterior realizadas en el marco de actividades operativas. Adicionalmente, tampoco están comprendidos en la definición de activos financieros los créditos y garantías, derechos y/o instrumentos financieros derivados, afectados a operaciones de cobertura que presenten una estrecha vinculación con la actividad económico-productiva y/o se destinen a preservar el capital de trabajo de la empresa en la que los sujetos alcanzados por el aporte extraordinario tuvieren participación.". (las negritas son nuestras)

Explicamos: para la ley son "activos financieros" en el exterior que deben repatriarse en el plazo que establece o pagarán la alícuota diferencial del aporte, todos los que considera tales (es decir, activos financieros) la ley del impuesto a los Bienes Personales. La reglamentación -apartándose de la ley- introduce una serie de excepciones basadas en el concepto de "actividades operativas", "actividades operativas vinculadas al comercio exterior", u "operaciones de cobertura" (fondos de inversión, compra de acciones o bonos, u otros activos financieros) para "preservar el capital de trabajo de la empresa".

Con lo cual dejan afuera de la obligación de repatriar bajo apercibimiento de pagar la alícuota diferencial por el "Aporte", todo los activos financieros generados y usados por las estructuras más utilizadas por los grupos económicos del país que operan en el exterior, con la finalidad de evadir impuestos, fugar capitales o triangular operaciones para acceder a divisas cuando están restringidas.

Otra vez (como sucedió con la ley del teletrabajo según lo analizado acá) el gobierno demora la reglamentación de una ley sancionada por el Congreso y resistida por los principales grupos empresarios, dando así una ventana de oportunidad para lobbies de todo tipo, a los que termina cediendo. En éste caso, haciendo que paguen menos, en todos los casos, de los que les correspondería pagar, si nos atenemos a la ley. Algo que parece estar haciéndose costumbre (sumemos el caso de la ley de góndolas del que habla el tuit de cierre). 

Tuits relacionados: 

viernes, 29 de enero de 2021

TWEETS POLÉMICOS

 

TODO EN SU MEDIDA Y ARMONIOSAMENTE

 


Ni siquiera vamos a plantear la discusión sobre la oportunidad y conveniencia de participar del Forro de Davos, o recordar que Néstor y Cristina no fueron nunca, ni enviaron representantes. Dejémoslo en el estante de la cosas pendientes de discutir bajo el rótulo "Qué significa volver mejores".

Vamos al propósito que en teoría se persigue participando de esos lugares: generar confianza para atraer inversiones extranjeras al país. Lo cual en sí mismo no sería malo, si no fuera porque subyace en cierta sobreactuación "ofertista" y lisonjera para el capital, una concepción errónea sobre el peso real que tiene la inversión extranjera en la reconstrucción de un país como el nuestro, y en su crecimiento y desarrollo con inclusión social.

Aclarado que hablamos de la inversión extranjera directa (IED) y no por ejemplo de la afluencia de capitales golondrina en forma de deuda y fuga, no se trata de levantar posturas "autárquicas" o simplemente afirmar que "podemos vivir con lo nuestro", o es mejor hacerlo. Aunque tengamos postura tomada al respecto.

Vamos a la experiencia histórica concreta -cercana y más o menos mediata- habida en el país al respecto, y veremos que los ciclos económicos en los que crecimos con mayor distribución del ingreso y mejoría de los indicadores sociales, ese crecimiento estuvo sostenido por el consumo y el mercado internos; claro que el cierre de un ciclo de desarrollo productivo integrado requiere del concurso de las exportaciones -preferentemente con valor agregado- y la inversión, donde la extranjera puede jugar su rol.

A la inversa, cuando predominaron las ideas "ofertistas" y se sedujo al capital con múltiples concesiones, las cosas terminaron mal: crisis sociales y políticas, deterioro del nivel de vida de los sectores populares. Eso sin contar con que tanta generosidad solo terminó profundizando el ya alto grado de extranjerización de la estructura productiva nacional, de modo tal que dificulta el diseño e implementación de un modelo de desarrollo, porque el Estado debe lograr que sus políticas se impongan a lógicas del capital foráneo, dictadas desde otros lugares

Definir el rol de la inversión extranjera dentro de un modelo explícito de desarrollo que hoy no se avizora, y donde la regulación de esas inversiones esté en relación a las premisas y objetivos de ése modelo, es algo que en el marco legal actual (la Ley 21382 de Martínez de Hoz y Videla, "empeorada" por la Ley 23697 de emergencia económica de Menem), resulta imposible.

En ese marco, cuya modificación constituye una de las deudas pendientes del kirchnerismo conforme lo señalábamos hace poco acá, no hay planificación alguna de las prioridades sectoriales de la inversión, no hay sectores o actividades donde -por su carácter estratégico- la misma es excluida, no hay ninguna restricción al giro de las utilidades a las casas matrices, ni tampoco compromisos explícitos de inversión exigibles, o mecanismos para garantizar su cumplimiento.

Los resultados son conocidos por todos, bastando al efecto con repasar los casos de las privatizadas concesionarias de servicios públicos, o las mineras; debiendo hacese notar que esas inversiones vienen además en combo con los TBI (Tratados Bilaterales de Inversión) del menemismo, y la aceptación de la jurisdicción del CIADI; instrumentos todos a través de los cuales el Estado argentino fue resignando soberanía jurídica, y poder de decisión económica.

No es de extrañar que en esas condiciones la inversión extranjera en el país haya agravado problemas como la restricción externa o el desequilibrio del modelo productivo, en lugar de resolverlos; sin que a su vez sus aportes en materia de empleos y salarios compensen esos costos. Eso sin contar que en muchos casos lo que se contabilizó como IED fueron simplemente adquisiciones por capitales extranjeros de empresas argentinas, que no contribuyeron a incrementar la capacidad de producción de bienes y servicios, o mejorar el perfil exportador.

Con eso en mente y por ser suaves, fue poco feliz la alusión presión a los "riesgos mínimos". ¿Estamos avisándoles a los capitales que puedan venir que, aunque incurran en prácticas predatorias como Repsol no serán expropiados, o que si prestan servicios públicos regulados por el Estado, tienen garantizadas tarifas razonables sin exigirles correlativas inversiones? ¿Le sirven al país los capitales -de acá o de afuera- que buscan los "riesgos mínimos", o la inversión extranjera debe darse -como diría alguien- "todo en su medida y armoniosamente"? 

Tuits relacionados:  

jueves, 28 de enero de 2021

TWEETS POLÉMICOS

 

CASO TESTIGO

 


Cuando Cristina envió al Congreso lo que luego de un amplio debate sería la ley de medios, dijo con visión profética que se trataba de una prueba ácida para las instituciones de la democracia: ver cuanto eran capaces de avanzar profundizando esa democracia, cuando ese avance supone -siempre lo supone- recortar privilegios o tocar intereses poderosos.

Y no se equivocó: si bien la ley logró sortear airosa la discusión y aprobación en el Congreso, estuvo luego cuatro años durmiendo en los cajones de distintos juzgados frenada por un festival de cautelares, hasta que la Corte la declaró constitucional, para luego frenar su lógica consecuencia: los planes de adecuación forzada a las cláusulas desmonopolizadoras, por parte de los grupos de multimedios (el principal, Clarín) que debían desinvertir desprendiéndose de licencias.

Lograron así ambos (el poder económico, en éste caso Clarín, y sus ramificaciones en el Poder Judicial) estirar el status quo hasta que llegara un gobierno más afín (el de Macri), que de un DNU borró de un plumazo las cláusulas irritativas de la ley, y volvió letra muerta el resto de sus artículos. En palabras de Cristina, prueba ácida no superada: la democracia -o al menos parte sustancial de las fuerzas políticas que compiten en su marco- no pudo o no quiso avanzar sobre los intereses de importantes grupos económicos.

Alberto Fernández -que ya no estaba en el gobierno y casi ni en el kirchnerismo cuando se impulsó la ley- llegó a la presidencia con ese estado de cosas, y no sólo no ha dado muestras de avanzar para reponer el texto original de la ley (para lo cual bastaría un DNU como el 267/15 de Macri que la mutiló), sino que dijo explícitamente que era un debate que no le interesaba dar, y un tema en el que no tenía interés en insistir. 

Dijo sí, que si algún valor tenía la ley era haber mostrado el rol político que juegan los medios: precisamente eso mismo fue lo que Cristina intentó poner de manifiesto cuando hablaba de la "prueba ácida", y cuando en el mismo momento convocó -en vano- a las fuerzas políticas de la oposición a sumarse a la cruzada democratizadora de la comunicación audiovisual. Claro que uno y otro extrajeron enseñanza diferentes de su comprobación sobre el rol político de los medios: mientras Cristina siempre tuvo claro que son solo la punta del iceberg del poder económico que siempre prefiere quedar oculto bajo la superficie, Alberto supone que se puede negociar con ellos, si no se les hostilizan sus negocios.

Así que no solo no hubo el menor intento de reimplantar la ley de medios, sino que tampoco ningún organismo oficial competente (Defensa de la Competencia, el ENACOM) ensayó el más mínimo curso de acción tendiente a revisar la fusión entre Cablevisión y Telecom, que profundizó aun más la posición dominante que el Grupo Clarín tiene en todos los mercados de bienes y servicios en los que participa. Grupo Clarín cuyos medios, además, siguen recibiendo generosamente pauta oficial del gobierno nacional, aunque lo masacren a diario con sus líneas editoriales, operaciones de toda índole y "fake news" a granel.

En ese estado de las cosas, Alberto dictó el DNU 690, por el cual declaró "servicios públicos" a la telefonía celular, los servicios de Internet y la televisión por cable, como consecuencia de lo cual pasaron a estar sujetos a una regulación más intensa por parte del Estado, y sus tarifas deben ser aprobadas por el gobierno. En consonancia con ello, el ENACOM dictó la Resolución 1466, que autorizó a las empresas a aplicar a partir del 1º de enero un aumento del 5 %, sobre las tarifas anteriormente vigentes.

El Grupo Clarín -como es su práctica habitual- se pasó las regulaciones oficiales por donde no les da el so, y envió facturas con aumentos del 20 %, y hasta acá ha desoído las intimaciones del organismo de control para volver a facturar, o reintegrar a sus abonados lo pagado de más. Todo indica que se abre una disputa judicial para que el Estado haga cumplir sus normas, de azaroso rumbo en los tribunales que supimos conseguir.

Por supuesto que hoy el gobierno tiene otras cosas mucho más urgentes de las que ocuparse antes que el precio del celular, el cable o internet: los precios de la comida, la liquidación de las divisas provenientes de las exportaciones, las maniobras de los bancos para seguir presionando sobre el tipo de cambio o sortear los controles de capitales, que se cumplan los DNU que prohíben los despidos o fijan doble indemnización. 

Pero del mismo modo que la ley de medios no fue una disputa por "la democratización de la palabra" (o al menos, no sólo ni principalmente eso) sino un conflicto entre el poder político y las corporaciones económicas, en todos esos casos la disputa es la misma: el Estado intentando regular para componer intereses y compensar diferencias, injusticias o desigualdades, y el poder económico tratando de imponer la ley de la selva del mercado, y maximizar ganancias, a como dé lugar.

De modo que la pelea por hacerle cumplir a Clarín el DNU 690 y la Resolución 1466 dictada en su consecuencia va mucho más allá del caso en sí, y no se resuelve llamando a que los usuarios "hagan valer sus derechos como consumidores", del mismo que la suba descontrolada del precio de los alimentos no se resuelve con un boicot de los consumidores: son problemas que remiten a una discusión profunda sobre el sentido y los alcances de la democracia, y la cuestión del poder; y así deben abordarse.

Como los aborda Clarín, sin ir más lejos: mostrando desafiante su poder crudo y duro para ver como responde el gobierno, y dándole una señal a los poderosos intereses que amalgama y conduce en la AEA respecto a cuanto pueden tensionar su relación con el gobierno, en defensa de sus intereses. Y si en el gobierno no lo entienden así, estamos ante un problema mucho más grave que facturas de servicios que deben ser reformuladas.

Cuando se dictó el DNU 690, dijimos acá: "Pero más importantes que todo eso, son las consecuencias políticas del DNU: aunque el presidente se esfuerce en decir que él no está en guerra con nadie, hay muchos que están en guerra con él y con su gobierno, desde el primer día; como el Grupo Clarín. Y si toma medidas que toquen su víscera más sensible, que es el bolsillo, la guerra tenderá a intensificarse, y tendrá que estar preparado para eso. ". En ese preciso punto estamos, y frente a un caso testigo de un problema mucho mayor.

miércoles, 27 de enero de 2021

TWEETS POLÉMICOS

 

martes, 26 de enero de 2021

MIRADAS Y TRANSICIONES

 


"El gobierno de Alberto Fernández es un gobierno de transición". "El "Frente de Todos" es una coalición en la que conviven miradas distintas". Son sentencias que se escuchan con frecuencia, y que se suelen anteponer como coto a todo intento de discusión interna, crítica o señalamiento de disconformidad con el rumbo del gobierno.

Lo de la "coalición" y sus diferentes "miradas" es historia sabida; tanto que desde allí se partió para conformar el frente, y generar una alternativa electoral que pudiera derrotar al macrismo. Si el objetivo pudo lograrlo -por ejemplo- el kirchnerismo solo o sin articular todas las alianzas que enhebró Cristina para eso, es ingresar en el terreno de la especulación pura, sin demasiados elementos como para dar por cerrada una u otra hipótesis.

Que hay diferentes miradas en el oficialismo sobre todos los temas es bastante notorio, incluso entre Alberto y Cristina, el problema es como se sintetizan esas miradas en beneficio del conjunto, o cual es la que generalmente terminan prevaleciendo: mientras los medios nos "cuentan" un gobierno prácticamente conducido por Cristina a control remoto en el que la Cámpora no para de ganar posiciones día a día, el muestrario de las (in) decisiones del gobierno no da cuenta de demasiadas reconsideraciones del presidente y el núcleo duro del gobierno respecto a sus "miradas distintas" en determinados asuntos.

Es decir, nadie podría -con honestidad intelectual- listar cinco o diez medidas del gobierno en las que éste hizo a un costado la visión que podrían tener Alberto Fernández o Sergio Massa sobre una determinada cuestión y por la que -en su momento- se fueron del kirchnerismo, y en las que ya en la presente gestión, terminaron replicando lo que hubiera hecho Cristina. No vale incluir aquellas políticas que no fueron motivo de disputa en su momento y hoy son revalorizadas, como el Procrear.

Massa, otro de los protagonistas importantes de la coalición de gobierno y con inocultables aspiraciones presidenciales a futuro (lo que en sí mismo no es criticable, todos están en su derecho a tenerlas) acaba de hacer declaraciones que se corresponden más con esa circunstancia, que con su rol institucional de presidente de la Cámara de Diputados en el diario "El País" de Madrid, una usina de antikirchnerismo explícita: en éste caso también, el medio es el mensaje.

En esas declaraciones se opuso a toda forma de indulto o amnistía que beneficie a los ex funcionarios y militantes del kirchnerismo involucrados en causas judiciales, cosa que no debería sorprender: su estructura política (el Frente Renovador) fue parte del gobierno de Gerardo Morales que encarceló a Milagro, y durante el gobierno de Macri apoyó en el Congreso dislates como "la ley del arrepentido" o la "extinción de dominio", además de votar el desafuero "por razones de indignidad moral" de Julio De Vido. 

Jamás se le escuchó condena alguna a las prácticas de "lawfare" (de hecho, desconoce que exista tal cosa), y no reconoce que existan en la Argentina presos políticos: coincide con el presidente en lo segundo, y acaso su visión esté matizada por el hecho de que no ha tenido que padecer ninguna de esas circunstancias en carne propia, ni en lo personal ni entre los dirigentes de su espacio.

En el mismo reportaje y cuando le preguntaron por los retrocesos presidenciales en decisiones ya tomadas con los ejemplos de la expropiación de Vicentín y el cierre transitorio (muy transitorio) de las exportaciones de maíz, celebró que el presidente rectifique sus errores cuando los advierte; lo que deja algo muy claro: considera que la intervención estatal en el comercio exterior de cualquier modo (con una empresa testigo, tomando medidas para garantizar el abastecimiento interno de alimentos a precios razonables) es un error, en el que no se debe reincidir. De nuevo: nada que no haya dicho antes, lo mismo que cuando se oponía a los aumentos de retenciones porque "hay que sacarle el pie de encima al campo con impuestos".

Una vez más: la cuestión no es lo que piensa Massa (su "mirada distinta") sobre determinado asunto, sino que generalmente lo que él -y muchos como él, comenzando por el presidente- piensan, es lo que termina haciendo el gobierno. Las "miradas distintas" existen entonces solo en la expresión de lo que cada uno piensa, no en la resultante del rumbo concreto que el gobierno adopta, que es uno concreto; y corresponde en líneas generales a una sola "mirada".

Y acá nos metemos con lo del "gobierno de transición", algo que en la Argentina post dictadura se dijo de casi todos los gobiernos, desde Alfonsín para acá: tal parece que nuestra democracia vive una perpetua e inacabada transición hacia no se sabe bien donde. O que el término "transición" es un sucedáneo de "sabemos que hay muchas deudas pendientes, que demandan reformas estructurales, pero esas reformas requieren confrontar con intereses poderosos, y no da la correlación de fuerzas para hacerlo en éste momento".

Es decir, la muletilla del "gobierno de transición" resulta así una teorización de la claudicación política frente a los poderes fácticos, el consentimiento de que seguiremos teniendo -hasta quien sabe cuando- una democracia inacabada o tutelada en sus posibles expansiones, y que lo más que puede hacer la política al respecto, es administrar una crisis tras otra, tratando de "garantizar la gobernabilidad".

Pero admitamos por un momento que esto es así, y se aplica para definir al gobierno de Alberto Fernández por el contexto -ciertamente adverso y agravado por la pandemia- en el que le toca desenvolverse. Pues bien, la pregunta entonces sería: ¿gobierno de transición a qué, quién -no en términos personales sino de proyectos políticos- sería el beneficiario final de la correcta "administración de la transición": Massa, Kicillof?

Es decir, ¿la transición concluye en un modelo económico y político de conciliaciones con las diferentes fracciones del capital que adversaron con el gobierno de Cristina y apoyaron fervientemente al de Macri, evitando toda decisión que lesione sus intereses en aras de la gobernabilidad para ampliar las bases sociales de la coalición que triunfó en octubre del 2019, debiendo para ellos posponer reivindicaciones ya postergadas, como la mejor redistribución del ingreso, la reducción de la pobreza, o el logro de un desarrollo productivo equilibrado y con inclusión?

¿O, por el contrario, la transición despeja el camino y sienta las bases para que al final del mandato de Alberto Fernández el presidente que lo suceda, si es del campo de "los peronismos"  -incluso él mismo- puede continuar produciendo transformaciones para las que resulta indispensable ganar márgenes de autonomía para la política -como lo hicieron Néstor y Cristina- y asumir la eventualidad de tener que confrontar con intereses poderosos?

Es inevitable pensar que ésta tensión existe al interior del gobierno, o, para ser más precisos, del "Frente de Todos", y que explica en parte la decisión de impulsar la suspensión de las PASO; más allá de lo que se piense respecto a su efectividad para conseguir el propósito para el cual -en teoría- fueron creadas: promover la democracia interna en las fuerzas políticas, la competencia para la elección de candidatos y (en el caso del peronismo) desalentar las fracturas que terminan siendo funcionales al antiperonismo.

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