martes, 31 de octubre de 2023

LAS FRASES DEL MES

1. "Yo tomé la teta hasta los 8 años pero a mi mamá jamás se le ocurrió dármela en un piquete." (Ramiro Marra)

2. "¿Cómo que lo del pescado y la caña de pescar es un proverbio chino? Rajen ya mismo al que me dio literatura comunista." (Javier Milei)

3. "Del caso Insaurralde solo diré que no se puede echar a un funcionario político solo porque se haya tomado unos merecidos días de vacaciones." (Mauricio Macri)  

4. "La propuesta de Bullrich de grabar las conversaciones de los presos con sus abogados es ridícula: hay que torturarlos hasta que confiesen, y listo." (Victoria Villarruel)

5. "Para el debate del domingo me clavo un antigripal y ahí van a ver, no me para nadie." (Patricia Bullrich

6. "¿De dónde sacaron en Harvard que Macri es el presidente de Venezuela, cuando todo el mundo sabe que soy yo?" (Juan Guaidó)

7. "Patricia Bullrich dice que las luchas docentes las llevan adelante los sindicatos kirchneristas y en realidad son los nuestros, si quiere le podemos editar los videos de campaña como hicimos con los de Altamira." (Néstor Pitrola

8. "35 años me parece un plazo razonable para que un plan de gobierno produzca resultados, yo creo que Milei se merece un voto de confianza y que todos esperemos a ver como lo lleva adelante." (Mirtha Legrand)

9. "Yo no sé si es tan así como dice Patricia que los únicos que han podido comprar su casa estos años fueron los políticos." (María Eugenia Vidal)

10. "Primero la gripe, después la conjuntivitis, espero que si llego al balotaje no me agarre delirium tremens." (Patricia Bullrich)

11. "Fui a apoyar a Patricia Bullrich al debate porque no me gusta darle la espalda a los que me ayudaron." (Luis Chocobar)

12. "En mi favor diré que nunca me gustó pasear en yate." (Carlos Melconián)

13. "No entiendo que me traten de pirómano simplemente porque dije que quiero quemar el Banco Central." (Javier Milei)

14. "No tengo ningún problema con los exámenes psicotécnicos a los candidatos, los controles de alcoholemia son otra historia." (Patricia Bullrich)

15. "No puedo creer lo de Melconián canjeando cargos en el Estado por favores sexuales." (Gerardo Milman)

16."A Patricia Bullrich le haría falta bien una inteligencia artificial, porque con la propia hasta ahora no le ha ido muy bien que digamos." (Aníbal Fernández

17. "Milman jefe de campaña, Melconián ministro de Economía, Larreta Jefe de Gabinete: se diría que Bullrich está haciendo un cásting de pitos duros." (Jorge Asís

18. "Primero Ucrania, ahora Gaza, es increíble lo que es capaz de hacer Magnetto con tal de ahorrarse una indemnización por despido." (Nelson Castro)

19. "A mí Patricia Bullrich me ofreció un cargo por mis cualidades intelectuales, no tuve que concederle ningún favor sexual." (Santiago Kovadloff

20. "El domingo reventamos las urnas, ya mandé a comprar los bidones de nafta." (Luis Barrionuevo

21. "Mucho gobierno de unidad nacional pero conmigo no habló nadie todavía." (Margarita Stolbizer)

22. "Me hicieron decir "kirchnerismo", "Insaurralde" y ahora "descontextualizados", al foniatra lo van a pagar ustedes, hijos de puta." (Patricia Bullrich)

23. "Me acabo de enterar que en la provincia no hay balotaje y me parece un atropello." (Carolina Píparo)

24. "En realidad pensándolo bien las bombas que puso Patricia Bullrich en los jardines de infantes jamás explotaron." (Javier Milei)

25. "No entiendo las críticas, si al final hice lo mismo que Balbín frente a Cámpora en el 73'." (Leandro Santoro

26. "Si a Milei realmente le preocupara el gasto público, hace la de Menem en el 2003 y nos ahorramos un montón de guita." (Aníbal Fernández)

27. "Juntos por el Cambio nunca fue una sociedad, apenas una Unión Transitoria de Empresas." (Mauricio Macri)

28. "Lo invitamos a Milei a venir a "A dos voces" y se enojó porque pensó que lo estábamos gastando." (Marcelo Bonelli)

29. "Le he pedido a Patricia Bullrich que se sume al equipo para que sea ella la que coloque la bomba en el Banco Central." (Javier Milei)

30. "Milei es como haber metido en una licuadora a Micky Vainilla, Pomelo y Nicolino Roche." (Diego Capusotto

31. "Yo en realidad no quería pedir el préstamo al FMI, pero Antonia me insistió tanto que no me pude negar." (Mauricio Macri

lunes, 30 de octubre de 2023

EL VOTO VERGONZANTE

 

En todas las elecciones hay "voto vergonzante": ese porcentaje del electorado que se les escapa a los encuestadores o figura como "No sabe-no contesta", ese que esquiva toda definición en las discusiones sobre política en la oficina, el trabajo o las reuniones familiares.

Los motivos pueden ser variados -como el destinatario del voto-, pero casi siempre tienen que ve con evitar el rechazo social en determinados ámbitos o círculos de relación, e incluso -como no- el temor a alguna represalia. En sus orígenes, el peronismo fue el "voto vergonzante" de muchos, y ninguna mayoría importante se ha construido sin ellos: en aquel impactante 54,11 % de Cristina en el 2011 seguramente lo hubo.

Es esa porción del voto que provoca en algunos la perplejidad por los resultados, porque se abren las urnas y el resultado no es el esperado, o si lo es, los guarismos impactan. En éstas elecciones pudo haber pasado en las PASO con el voto a Milei: más allá del activismo de los "libertarios" en las redes y en los medios, hubo muchos votos que fueron al candidato de LLA en lugares geográficos o sectores sociales inesperados, al menos para los manuales.

Y conste que no estamos hablando del voto "negado" -ése que nos lleva a decir "al final nadie lo votó, pero ganó-, que tuvieron en su momento Menem, De La Rúa o Macri; sobre todo con las consecuencias de su gobierno a la vista.

De cara al balotaje del 19 de noviembre, el papel del "voto vergonzante" puede llegar a cumplirlo el electorado de "Juntos por el Cambio" que se quedó sin candidato propio, en especial los radicales: es muy común por estos días ver y oír a dirigentes, afiliados o incluso simples simpatizantes de la UCR explicar por qué no van a votar a Milei abundando en razones para ellos, sin decir, en muchos casos, como van a votar o -sobre todo- evitando deliberadamente decir que lo van a votar a Massa.

En un punto se entiende: en la mayoría de los casos se trata de gente que lleva una vida hablando pestes del peronismo ante quien quiera escucharla, y que ha prometido no votarlo nunca. Para ellos, la opción que plantea el balotaje es un desgarramiento, por varias razones; no solo porque sus candidatos se quedaron afuera, sino porque sería admitir que la gente prefirió a alguien con evidentes problemas mentales, que a los candidatos que ellos le ofrecieron a la sociedad.

Si las contorsiones que están haciendo los que nos explican por qué van a votar a Milei luego de haberlo defenestrado de todas las formas posibles -de Patricia Bullrich para abajo- nos parecen risibles, no lo son menos la del gorilaje -en especial los radicales, el voto tradicional a la UCR- que no se animan a decir que van a terminar votando al candidato del peronismo, para evitar males mayores. Es gente rara, a la que le da vergüenza decir que van a hacer algo correcto, pero la hay, y no son pocos.

En definitivas, si lo hacen (es decir, si ya han decidido votar a Massa y lo harán, o se deciden a hacerlo de acá al día de la elección), sean bienvenidos, y por nuestra parte, no solo no tienen la necesidad de decirlo, sino que hasta pueden -si así lo desean- mantener el misterio, o la ficción del voto en blanco.

Hemos dicho antes acá que si los gorilas comprendieran el sentido profundo de la garantía del voto secreto y la soledad del cuarto oscuro (donde no te mira nadie de tu familia, ni ningún periodista de TN o La Nación +), que funciona de modo tal que ellos pueden votar al peronismo sin que nadie se entere, y sin que eso los convierta en peronistas o les impida putear en el futuro a ese mismo gobierno que votaron -sea para mantener la cordialidad en su núcleo de relaciones sociales, o una imagen que construyeron pacientemente por años-, como país nos habríamos ahorrado un montón de problemas.    

Tuits relacionados: 

domingo, 29 de octubre de 2023

TWEETS POLÉMICOS

 

sábado, 28 de octubre de 2023

TWEETS POLÉMICOS

 

viernes, 27 de octubre de 2023

EL LEÓN HERVÍBORO

 

El espectáculo que están dando Milei y los libertarios desde el inesperado sopapo electoral del domingo ya es motivo de memes: quien hubiera imaginado que los que venían a comerse la cancha enancados en el descontento social contra la política en general, terminarían entrampados en una encerrona que no saben como resolver, porque se metieron a jugar un juego que no entienden.

En efecto, mientras se trataba de hilvanar un discurso lleno de lugares comunes efectistas que pegaban certero con significantes vacíos -pero emocionalmente poderosos- sobre la insatisfacción ciudadana con los resultados de la democracia, todo iba de maravillas: envalentonados, suponían que no existía obstáculo que no pudieran vencer, daban por sentado un triunfo amplio en primera vuelta y hasta advertían de antemano que si -llegados al gobierno- encontraban obstáculos en el Congreso a sus reformas, no dudarían en plebiscitarlas "para que el pueblo decida".

Desde el domingo para acá, han entrado en una fase de descomposición con peleas de cartel entre cosplayers, gamers y dinosaurios procesistas (esa rara conjunción faunística que supo congregar "La Libertad Avanza"), acerca de quien tiene mayor responsabilidad en una debacle, que se puede medir en números con una sola cifra: hasta Schiaretti logró sumar más votos desde las PASO que el propio Milei, sobre unos casi 9 puntos porcentuales del padrón de mayor participación de un comicio al otro.

La crisis libertaria se traslada al conjunto de la oposición, en especial a "Juntos por el Cambio", que cruje en sus estertores como coalición política, porque mientras discuten a cielo abierto que hacer en un balotaje altamente incómodo para ellos -porque quedaron afuera-, ponen en debate el destino de la alianza, el liderazgo de Macri (que es cuestionado hasta en el PRO) y el destino futuro de los partidos que lo componen.

Pero volvamos a Milei: es muy gracioso ver el espectáculo bizarro de ofrecimientos de cargos en un eventual gobierno a -literalmente- cualquiera (incluyendo a la izquierda), como la pretensión de hacer "tábula rasa" con la campaña de agravios y descalificaciones sistemáticas que dispensó el candidato a presidente a diestra y siniestra, a todo el arco político sin excepción, nominado como "casta".

Lo que sucede es algo que, a diferencia de las contingencias de un resultado electoral, es algo bastante fácil de prever: la política es una cosa seria y compleja, no un juego de video en la computadora, ni una timba financiera con "derivados", ni un juego de rol en una convención de cómics. Y así como supone el desafío de intentar transformar la realidad preexistente (algo que Milei y los suyos se ufanaban de poder hacer, con solo desearlo y sin que hubiera obstáculo que se los impidiera), también implica ser capaz de adaptarse todo el tiempo a las dificultades que impone a cada paso, y superarlas.

Algo difícil de hacer para estos púberes eternos que aun viven con los padres, que es lo que en el fondo son estos tipos: gente necesitada como nadie de contención y afecto, que no pudo metabolizar esas carencias en términos psicológicos aceptables. Y así pasaron del "plan motosierra" a la aclaración puntual y vergonzante de que los despresitigiaron con una campaña del miedo, porque ellos en realidad no pensaban hacer nada de lo que dijeron expresamente y para quien quisiera oírlos, que iban a hacer si llegaban al gobierno.

Y pasaron también de despotricar contra la casta, a pedirle la escupidera a lo peor de esa casta que hasta ayer insultaban (como Patricia Bullrich), mendigando votos para una elección que de repente se les hizo cuesta arriba. Aun suponiendo que tuvieran éxito en esa empresa, y que uno crea que la gente vota lo que le dicen los dirigentes de determinado espacio político (algo que está por verse, o en todo caso es un privilegio de ciertos liderazgos excepcionales, como el de Perón...o el de Cristina), la pregunta es si lo que ganarían por un lado, no lo perderían por el otro.

O dicho de otro modo, si el pibe de Rapi lo seguiría votando a Milei cuando compruebe que, contra todo lo prometido, el legendario león se volvió herbívoro. Tuits e imagen relacionados:


jueves, 26 de octubre de 2023

TWEETS POLÉMICOS

 

miércoles, 25 de octubre de 2023

"EL VOTO INTELIGENTE"

 

Si no hubiera tenido históricamente tantas consecuencias trágicas en la historia de nuestro país, el antiperonismo sería simplemente un consumo irónico. Para comprobarlo basta con leer en ese registro los vómitos de odio que están lanzando desde el domingo a la noche, sobre los resultados de las elecciones.

Racismo, odio de clase, insultos al electorado, enojo y rabia, aires de superioridad moral, nada se han ahorrado para denigrar a millones de argentinos, simplemente porque las elecciones no salieron como ellos esperaban, confundiendo -una vez más- sus propios deseos con la realidad.

Siguiendo el péndulo clásico que los caracteriza, han vuelto a la dicotomía: "si ganamos nosotros, es un pronunciamiento contundente de los ciudadanos independientes que le han dicho no al clientelismo y los intentos de manipulación electoral"/"si gana el peronismo ha triunfado el aparato sobre un electorado cautivo que tiene síndrome de Estocolmo y vota por sus verdugos". Dicotomía que vale incluso para la misma elecciones, en distintos lugares, con distintos resultados.

Así como decíamos los otros días acá que "Desde aquel 17 de octubre de 1945 el peronismo ha sido perseguido, proscripto, fusilado, desaparecido, "lawferizado", difamado y caricaturizado, pero jamás superado, aun siendo derrotado en las urnas. Es decir, nunca se impuso en la Argentina posterior a esa fecha (ni luego del 55') un modelo de sociedad en el que el peronismo fuera innecesario, porque los conflictos que vino a plantear, o los reclamos pendientes de los que fue simplemente el vehículo político estuvieran resueltos.", tampoco -al menos en cuanto al gorilismo respecta- el peronismo ha sido comprendido. 

Llevan casi 80 años prefiriendo quedarse en la tranquilidad de tres o cuatro lugares comunes que, en lugar de remitirlos a ellos mismos, a sus horrores, a su proyecto social y económicamente inviable para las grandes mayorías nacionales, desplaza las culpas hacia esas mayorías, en especial cuando deciden votar al peronismo. Si hasta llegaron a decir -y lo siguen sosteniendo, contra toda evidencia- que a Milei lo inventamos nosotros, para cagarlos a ellos.

O le encontraron una racionalidad política al "voto bronca" que recolectó Milei, cuando se la niegan a la decisión -ciertamente emocional, pero a la vez profundamente racional- de los que el domingo votaron a Massa por miedo a perder derechos, o quizás beneficiados (¡horror supremo!) por medidas coyunturales que tomó el gobierno y los favorecieron, como la devolución del IVA, los cambios en Ganancias, los créditos de la ANSES, los aumentos en los planes sociales o el Pre Viaje.   

Para ellos, como decía Martín Fierro, "siempre son campanas de palo las razones de los pobres", y en cambio sus reclamos o quejas -por nimios e intrascendentes que sean- deben ser inmediatamente resueltos, con prioridad a cualquier otra consideración. Van por la vidas razonando así y diciendo que hay cada vez más pobres, o que los sueldos no alcanzan porque la inflación es tremenda, y luego se sorprenden de que esos pobres (que para ellos son solo los destinatarios de la ropa que les sobra) votan como votan. Y entonces se enojan, y prometen ni esa ropa vieja darles, cuando vayan a pedir.

Se sorprenden de que aquel que cuenta las monedas para llegar a fin de mes (o del día) cuando recibe de rebote algo, le parezca lógico agradecer, y votar en consecuencia. Están como estaban en 1945: prefiriendo que les dejen el atajo de la limosna de las damas de la Sociedad de Beneficencia, en lugar de los derechos garantizados por el Estado, porque creen que solo los tienen que pagar ellos; como si los demás, los que no nos quejamos de que intente hacer justicia social, redistribuir la torta o al menos atemperar un poco los estragos de la pobreza y la desigualdad, no pagáramos impuestos, incluso más que ellos.

Lo trágico de todo esto es que nada indica que vayan a cambiar su modo de pensar de acá al balotaje del 19 de noviembre, de modo de tragarse el sapo (una vez les tiene que tocar a ellos) de votar al candidato del peronismo, ni aun frente al peligro de un salto al vacío eligiendo a un desequilibrado emocional, con propuestas delirantes pero peligrosas.

Para no lucir del todo escépticos -porque también es cierto que la debacle de "JxC" marca los límites electorales de hacer gorilismo cerril-, diremos que si así fueren las cosas, con solo no ir a votar o hacerlo en blanco, le habrán hecho un enorme servicio a la patria, por una vez en su vida. Que no es poco.

martes, 24 de octubre de 2023

TWEETS POLÉMICOS

 

lunes, 23 de octubre de 2023

INVICTUS

 

SEGUNDA VUELTA

 

domingo, 22 de octubre de 2023

"Y A SUS PLANTAS RENDIDO UN LEÓN"

 

LA FALACIA DE LA MOTOSIERRA

 

Uno de los recursos más eficaces de Milei en ésta campaña fue el de la motosierra, por varias razones: apela al pensamiento mágico de las soluciones fáciles y drásticas a los problemas del país con una metáfora visual efectiva (similar en su efectividad a los "40 ladrillos para armar un paredón, y listo"), que es a la vez un poderoso significante vacío que cada receptor del mensaje llena con su propio tronco a tronchar: la "casta" política, los ñoquis, el patrón, el vecino, los empleados del negocio o la fábrica, el beneficiario de un plan social, los impuestos o regulaciones públicas y así.

Pero como toda metáfora efectista, su propósito principal es ocultar una falacia, que en éste caso es sencilla de demostrar, pero no tanto de desvanecer del imaginario colectivo. Hace poco Cristina -en una de sus últimas apariciones públicas- lo hizo explicando como se descompone el gasto público, que se supone sería el bosque a talar por la motosierra libertaria: más de un 50 % es la seguridad social, es decir las jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares; y otro 20 % largo son los subsidios a las tarifas de la energía y los demás servicios públicos.

De modo que no se puede hacer un recorte brutal como el que propone Milei (que en su delirio llegó a cuantificarlo en 15 puntos del PBI, apelando a otra falacia, en éste caso de autoridad: tirar cualquier verdura pero dando una cifra que deje la idea de que sabe de lo que habla) sin provocar una hecatombe social; que es en realidad lo que buscan: eliminando todo piso de protección pública se incrementaría la pobreza, creando un enorme ejército de reserva de pobres más pobres aún (y en más cantidad) que los ya muchos que hay hoy, que a su vez ayudarían al capital a abaratar más aun los salarios que está dispuesto a pagar. 

El propio gasto en la seguridad social (cuya sustentabilidad viene siendo discutida hace tiempo) sufre el mismo problema: por más que se eliminen todas las jubilaciones que se denominan de privilegio (por ejemplo las de los jueces o diplomáticos, que jamás pudieron tocarse), la reducción del gasto sería ínfima, casi irrelevante; y lo mismo pasaría con el gasto de la política, que se supone es el objetivo central del plan motosierra: eliminemos el Congreso nacional y todas las legislaturas provinciales, suprimamos todos los ministerios, la coparticipación provincial, regalemos las provincias y cerremos los municipios (¿o acaso Milei es el único con licencia para delirar?), y seguiríamos teniendo los mismos problemas que hoy, pero mucho más graves.

Además de, claro, volver al país de Videla (tochi, Vicky Villarruel, te descubrimos), en el que -oh sorpresa- también había Estado y gasto público, tanto que nos dejó una deuda externa siete veces superior a la que los dictadores heredaron de Isabel Perón. Pero era distinto: no van a comprar gastar en armas (que no sirvieron cuando tuvimos una guerra de verdad) o en el Mundial 78', a gastar en universalizar los beneficios de la seguridad social, o invertir el 6 % del PBI en educación. 

Estos 40 años de democracia -que a Milei le parecen el problema, en otro de sus fallidos memorables- tuvieron una tendencia constante, que nos ha llevado al punto en el que estamos: el retroceso de los poderes políticos elegidos por el pueblo frente a las demandas corporativas del poder económico, lo que se tradujo a su vez en retroceso para los derechos, los salarios, los consumos y el nivel de vida de la mayoría de la población.

No son el estatismo ni el gasto público lo que produjeron eso, como se comprueba sencillamente corroborando que los mejores años de esos 40 medidos en indicadores de desarrollo humano (y de crecimiento económico sostenido) fueron aquellos en los que se intentó revertir la tendencia. Y digámoslo sin vergüenza, señores: fueron los de los gobiernos de Néstor y Cristina.

La política, con todas sus traiciones y desvíos, con sus Insaurraldes y sus Menem, con sus comportamientos de casta -que los tiene, para qué negarlos- sigue siendo la única herramienta con la que cuentan los pueblos, en democracia y con su voto, para defender y ampliar sus derechos y para mejorar su vida, porque es la que puede frenar al mercado, ponerle límites, asumir aquello que éste abandona (y que Milei propone resolver con un darwinismo social) porque no genera ganancias, como la discapacidad, la enfermedad, el analfabetismo, la vejez.

Deliberadamente no incluimos en el listado ni la pobreza ni la desigualdad ni la asimetría en las relaciones laborales (que Milei propone resolver eliminando toda legislación protectoria del trabajador), porque esas no son contingencias de la vida sino efectos deseados y buscados por el capital, para maximizar sus ganancias.

Y el "plan motosierra", con su sencillez primitiva (y hasta acá efectiva, como se dijo) y su brutalidad -en todas las acepciones posibles del término- no está pensado para resolver los problemas de la gente común, sino los del capital y los negocios: quieren gastar menos para pagar menos impuestos, sí, pero lo que más quieren es que los dejen libres como zorros, en medio del gallinero. E imagínense ustedes quienes vendríamos a ser las gallinas.

Dejamos ex profeso para el final una reflexión: dijimos hace un tiempo que la función primordial de Milei y el experimento político y social que él expresa era correr los límites del debate político lo más a la derecha posible, de modo que figuras y políticas de derecha explícita (como Patricia Bullrich o Larreta) lucieran razonables. 

Pues bien, eliminen la metáfora de la motosierra y las metáforas libidinosas del orate libertario, y verán que en el modelo de país que impulsa la derecha -en todas sus variantes- hay más coincidencias entre ellos, que las que están dispuestas a admitir, salvo que uno sea un inimputable absoluto en términos morales y discursivos, como Macri.