LA FRASE

"ME DICEN QUE ESTÁ VINIENDO PARA ACÁ EL MINISTRO CAPUTO, ASÍ QUE TRÁIGANME ESA REMERA QUE DICE "NO HAY PLATA"." (KRISTALINA GEORGIEVA)

jueves, 17 de noviembre de 2011

DÍA DEL MILITANTE


Se conmemora hoy el Día del Militante, en recuerdo del retorno de Perón a la Argentina el 17 de noviembre de 1972, después de 17 años de exilio y proscripción.

Aquélla histórica jornada en que cientos de miles de compañeros y compañeras se lanzaban a las calles de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano para recibir a Perón, sorteando el enorme despliegue de seguridad montado por la dictadura de Lansusse para impedir el reencuentro del pueblo con su líder.

Estaba aun fresco el recuerdo de la masacre de Trelew (sucedida menos de tres meses antes) y el país vivía tiempos de tensión política, pero ni eso ni la jornada desapacible impidieron que se viviera una verdadera fiesta popular, en la que convergieron los viejos peronistas de los días felices y la Resistencia, con los jóvenes que por esos años se sumaban a la política, y aportaban savia nueva al movimiento creado por Perón.

Había motivos para festejar: el retorno del general coronaba una larga lucha popular por romper la trampa de la proscripción (que en lo personal seguiría afectando a Perón, y obligaría a instrumentar la candidatura de Cámpora), que generó por casi dos décadas una ficción de democracia sin la participación de la mayoría electoral indiscutida.

Después vendría Ezeiza y la desilusión, y todo lo que conocemos, pero aquel 17 de noviembre los militantes peronistas (y en general, los del campo nacional y popular) tenían justos y sobrados motivos para festejar.

A casi 40 años de aquella histórica fecha, este Día del Militante nos encuentra en un presente de profunda repolitización de la sociedad argentina, a partir de la implosión del 2001.  

Presente en el cual tuvo mucho que ver Néstor Kirchner, desde aquella promesa inicial de su mandato de no dejar las convicciones en la puerta de la Casa Rosada, que cumpliría con creces en su paso por la presidencia primero, y acompañando al gobierno de Cristina después, hasta su muerte.

Si bien las jornadas de diciembre del 2001 estuvieron marcadas por el protagonismo popular en las plazas, es a partir del 25 de mayo del 2003 que el "que se vayan todos" se tradujo en un renovado interés por la política, por la participación militante, por el debate de ideas y la discusión en torno a los temas trascendentes de la Argentina.

Con un protagonismo creciente y renovado de la juventud, pero también con el inestimable aporte de aquellos que se habían quebrado en los 90'; no en sus convicciones o en sus ideas, pero sí en sus esperanzas de ver algún día concretar sus sueños de militancia; y que volvieron también a protagonizar el compromiso político con la misma actitud de entonces, en el espacio público, en la disputa académica, en las reuniones sociales o en la propia mesa familiar.


Lo que no impica en modo alguno negar la persistencia de la lucha y el compromiso de los militantes que día a día -durante todos estos años, y en lo más negro de la noche del neoliberalismo- encauzaron su compromiso político y ético con la construcción de una sociedad mejor en el campo de los derechos humanos, el sindicalismo, el movimiento cooperativo y tantas otras formas de organización y de lucha.  


Pero resulta indudable que vivimos tiempos de revalorización de la militancia política, lo que supone para los militantes de hoy un doble compromiso: por un lado, asumir que la militancia no es una moda, ni un hobby para matar el tiempo o satisfacer un simple impulso vital, sino una definición de vida, que nos atraviesa como personas.

Por el otro, entender que ser militante hoy exige además el compromiso de formarse y prepararse para asumir el rol que a cada uno le toque en la construcción política colectiva, con desprendimiento, generosidad y entrega, sin anteponer las ambiciones personales al logro del conjunto.

Y no se nos escapa tampoco que esta revalorización social de la militancia (y el renovado encanto que la idea de militar tiene para muchos) no encuentra muchas veces canales adecuados de expresión en un sistema político anquilosado, donde lo viejo se resiste a morir y lo nuevo tarda aun en aparecer del todo; y donde las viejas prácticas de los referentes, los sellos de goma, los operadores y los aparatos siguen condicionando el desarrollo de la política.

Contagiando también no pocas veces -por que no decirlo- a muchos de los que se suman con renovado ímpetu y ganas de participar en política, con la escala de valores que marcó toda una época de degradación de la política: resistir ese contagio es también un enorme desafío para la militancia de hoy.

Vaya pues el saludo para todos los militantes en su día, para que el recuerdo de aquella fecha por la que se conmemora les fortalezca el ánimo y los ilumine para aportar lo mejor de sí, en el ámbito en que a cada uno le toque actuar. 

Y también el recuerdo respetuoso para aquellos que cayeron en el camino, justamente por abrazar la militancia, y por sentirla como una elección de vida, asumiendo todas las consecuencias.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchachos no mezclemos, una cosa es haber militado por el retorno de Perón, más allá de lo que nos pasó a la izquierda peronista luego. Otra cosa muy distinta es plantear el CAPITALISMO EN SERIO como lo que debemos construir. Ser militante es algo que se hace con orgullo, pero no todos estamos militando para lo mismo parece ser y algunos nos quieren convencer que lo único posible es un capitalismo en serio: el capitalismo en serio no produce igualdad pues es necesita periferias pobres como dice Samir Amin, alguien que leía Néstor

La Corriente Kirchnerista de Santa Fe dijo...

¿Quién mezcla qué anónimo?, ¿los que hoy militan no son militantes, o lo son menos?, ¿la historia pasa en vano y no aprendemos nada?, ¿el mundo hoy es el mismo del 73'?, el post apunta a rescatar a aquellos militantes, y a los de hoy también, en tanto todos decidieron abrazar la militancia. Si sólo hiciéramos lo primero, sería una mera efemérides, no algo que sirva hoy. Y si hay un "hoy" es en muy buena medida porque hubo un "ayer" que marcó el camino y dejó enseñanzas, así que no creemos falsas divisiones donde no las debe haber.

Anónimo dijo...

Claro que todos son militantes, no sería capaz de negar esa categoría a quien abraza con entusiasmo una causa lucha por ella. Es más también son militantes quiénes militan por causas lejanas a la nuestra, no coicindimos pero no dejan de ser lo por ello. Lo que te digo es que creo que estamos erráticos cuando decimos que debemos ir por UN CAPITALISMO EN SERIO, y es para debatir cumpa. Y claro que no es el 73, pero bien sabés que muchos de los que lucharon para el regreso pelearon por una patria socialista, una patria justa y eso no te lo puede dar el capitalismo, Si vos crees que sí, te respeto, no hay problemas, sólo manifestaba esta idea y no creo que sea el único que ve esto. Y el dabate cohesiona, produce crecimiento y no divisiones. claro que no y decir que uno se quedó en el tiempo es un argumento que no corresponde, acordate de quién decía que nos habíamos quedado en el ´45, el representante de la derecha peronista que tanto daño nos hizo implantando el neoliberalismo en argentina y rematando la patria. Aunque creo que algunas cuestiones del 73 están vigente, cuando se decía que el primer deber de un militante es formarse y esa formación era para debatir también y poder crecer en todo sentido.

La Corriente Kirchnerista de Santa Fe dijo...

¿En qué parte del post dijimos nosotros lo del "capitalismo serio"?, lo introdujo usted compañero, es más: ni siquiera quisimos entrar a cuestionar por que peleaba cada uno en el 73' cuando peleaba porque volviera Perón, y en que pensaba él cuando volvió, porque el punto era otro: reivindicar al que milita, lo invitamos a releer atentamente lo escrito

Anónimo dijo...

El anónimo debe estar comentando un post de otro blog.
El Colo