LA FRASE

"AEROLÍNEAS ARGENTINAS NO DEPENDE DE MI CARTERA, ASÍ QUE NO VEO POR QUÉ MOTIVO ME VESTIRÍA DE AZAFATA." (LUIS PETRI)

jueves, 10 de julio de 2014

LOS PANQUEQUES EMPIEZAN A ABRIR EL PARAGUAS


Parece que al final el fútbol sí podría "tapar la corrupción" (recordar lo dicho al respecto acá), o por lo menos sacarla de la tapa.

Vas al quiosco y te encontrás con que -al menos a juzgar por la tapa del diario- no hay más Boudou ni está más complicado, no hay recesión, ni inflación, ni despidos; ni nuevas denuncias contra funcionarios del gobierno. 

¿Cómo era aquéllo de "la realidad se puede tapar o se puede hacer tapa"?

¿Los problemas del país desaparecieron o se solucionaron? no, siguen estando ahí (los reales y concretos, y los que ellos mismos inventan y magnifican todos los días); lo que pasó es otra cosa.

Pasó que el dispositivo mediático está recalibrando la mira porque se pasaron de rosca vinculando la marcha de la selección en el mundial con la guerra santa que libran contra el gobierno, como decíamos en el post linkeado: "...se les nota el deseo de que a la selección le vaya mal en Brasil, para poder cargarle al gobierno el fracaso; como si a Sabella lo hubiera elegido Cristina, la lista de los convocados la hubiese armado Capitanich, y el esquema táctico del equipo se lo soplaran al oído al técnico los de la Cámpora.

Lo que no les impedirá subirse al carro de los festejos si la selección se trae la copa; silbando bajito para pasar desapercibidos...".

Y la selección ayer quedó a un partido de cumplir el sueño, y se prenden las alertas rojas en las redacciones y las gerencias de noticias: atrás quedó ya (muy atrás, afortunadamente) el sueño de que Argentina se volviera en primera vuelta como en el 2002, para poder cargarle la romana a Cristina y al gobierno del fracaso; vinculándolo (como que no) con el Fútbol Para Todos.

Como si cuando lo manejaban ellos, hubiéramos llenado las vitrinas de la AFA de copas del mundo. 

Se bandearon mal para el lado del caradeortismo, criticando en forma despiadada a Sabella y al equipo, o virando después (como decíamos acá) hacia el ensalzamiento exagerado de cuanto rival se les pusiera enfrente; para acto seguido bajarles el precio cuando la selección lo dejaba en el camino.

Como para ésta no les servía Lanata (que de fútbol entiende menos que Bruno Gelber) apelaron a los Bonadeo, los Souto, los Ariel Rodríguez y todos esos que podrían perfectamente jugar de nueve en la selección (a juzgar por sus comentarios sobre lo que harían ellos dentro de una cancha); pero por algún raro azar del destino eligieron trabajar en los medios y no deslumbrarnos con su magia. 

En el estado de desequilibrio emocional en el que los ha colocado el kirchnerismo, hace rato que dejaron de ser "el sentido común de los argentinos", o el "peronismo de las clases medias", como alguna vez los bautizaron; y van quedando cada vez más reducidos a la usina de formateo mental de los convencidos, ese núcleo duro (pero no minoritario, por cierto) de gente que detesta al proceso político abierto en el 2003 no tanto por sí mismo, sino en tanto ha retomado las líneas matrices de los que podríamos denominar el campo nacional y popular. 

Y a partir de los negocios que perdieron quedaron corridos del eje, y embarcados en una guerra sin tregua ni cuartel, en la que no están dispuestos a resignar ni un tranco de pollo; aun cuando deban cumplir la ley de medios y desguazarse. O precisamente a causa de eso.

Estaban en eso cuando se les cruzó el mundial, y no dudaron: se pusieron en la vereda de enfrente de la ilusión colectiva (aun de quienes no son ni por asomo oficialistas), por decisión propia; y el rodar de la pelota los dejó en ridículo.

Por eso están abriendo bruscamente el paraguas para protegerse del aguacero que les puede venir si Argentina sale campeón del mundo; que imaginan tan duro como el que ellos soñaban para el gobierno si nos volvíamos en primera vuelta.

Y están ensayando una descomunal panquequeada que, si no los pone en el medio de la eventual fiesta, al menos no los deje afuera.

Pero ya es tarde, se pasaron tanto de rosca que se les nota. Y mucho.

4 comentarios:

profquesada dijo...

Excelente. Buenísimo. Justísimo. Clarísimo.

Anónimo dijo...

Resulta que los caga el odio que cargan. Sufren la felicidad de los demàs, encima si son aquellos a los que toda la vida ningunearon, no vièndolos, estigmatizàndolos si los veia en un colectivo denigrante. Son los caradeculo que les revienta la alegria genuina de los que no somos como ellos, los de ellos. Van justas las palabras de Jauretche que se citaban en un post (brillante) anterior relacionado. Les revienta tanta alegria porque son concientes que es un activo para que muchos logros alcanzados no los no puedan quitar, asi se diera vuelta la taba y volvieran a poner un presidente. Napolitano

Anónimo dijo...

y te imaginas si encima la suerte hace que Dilma y Cristina le den la copa a Messi? (ojalá) suicidios en masa...

Anónimo dijo...

Bonadeo,el gordo que quiere vender la imagen de librepensador, pero siempre que no le saquen el cheque (grande)del multimedio. De tenis que hable. Pero de fútbol, es el gordito que hay que mandar al arco (si pone la pelota).
Souto. Cree que es una injusticia universal que él no haya jugado profesionalmente.Un calesitero resentido, con un vocabulario de 12 palabras.Nunca entendió el juego, sino no hubiera sido un calesitero.No comprende la diferencia entre el fútbol y el fulbito.
Ariel Rodríguez.Como aguatero, hubiera sido suplente.Pero opina. Es el ícono de una profesión que cualquiera puede ejercer,porque no hay requisitos,controles profesionales ni responsabilidades.
El Colo.