LA FRASE

"NO ES TAN DIFÍCIL DE ENTENDER: ESTELA DE CARLOTTO ES GOLPISTA Y EL GENERAL VIDELA LO ÚNICO QUE HIZO FUE COMBATIR AL TERRORISMO." (VICTORIA VILLARRUEL)

viernes, 10 de noviembre de 2017

ES POR AHÍ LA COSA


Como da cuenta el tuit de apertura, Cristina recibió en el Instituto Patria a los representantes del Movimiento obrero Santafesino, una amplia coalición de sindicatos integrados en cinco de las delegaciones regionales de la CGT en la provincia de Santa Fe (Rafaela, Reconquista, Santa Fe, Venado Tuerto y San Lorenzo), la CTA, el Movimiento Sindical Rosario y gremios como FESTRAM (trabajadore muinicipales), AMSAFE (docentes públicos provinciales) y ATE (estatales provinciales y nacionales).

Pocos días antes del encuentro, el MOS había producido un duro documento rechazando de plano la reforma laboral flexibilizadora propuesta por el gobierno y la reforma previsional, exigiendo la defensa irrestricta de la ley de movilidad jubilatoria (hoy amenazada por el proyecto del gobierno), del sistema previsional público, solidario y de reparto, de la ley de contrato de trabajo y las convenciones colectivas y paritarias libres, y de las obras sociales sindicales.

Unos días antes, los gremios de la CISEP (intersindical de trabajadores públicos provinciales) que en su mayoría integran el nuevo nucleamiento habían rechazado las presiones del gobierno nacional al de Lifschitz para la “armonización del sistema previsional”, con recorte de derechos para los actuales y futuros jubilados.

Los gremios que integran el MOS provienen tanto del sector público como el privado, y la mayoría de ellos fueron fuertemente afectados por las políticas de Macri: apertura indiscriminada de las importaciones, negociaciones salariales a la baja, despidos y recortes en el Estado, tarifazos y baja del consumo que ponen en riesgo fuentes de trabajo.

Sin haber convergido antes en un único sello, todos ellos registraban antecedentes de unidad en la lucha desde diciembre del 2015 para acá: el Movimiento Sindical Rosario fue parte importantísima de la multisectorial contra los tarifazos, y todos los sindicatos, centrales y delegaciones regionales movilizaron en conjunto el año pasado en el paro de la CGT.

Al igual que sucedió en la provincia de Buenos Aires, en las PASO de Santa Fe la lista de Unidad Ciudadana que encabeza Agustín Rossi asumió por escrito y en público un compromiso de 21 puntos a llevar adelante en caso de que sus candidatos llegaran al Congreso; que tras las internas fue asumido por el conjunto del Frente Justicialista Santafesino, al adherir a ello la lista que encabezaba Alejandra Rodenas.

En esos puntos (los mismos que planteó en Buenos Aires la lista que encabezaba Cristina) se rechazaban de plano y de antemano todas las medidas del ajuste que se sabía que Macri impulsaría en caso de ganar las elecciones, como finalmente ocurrió: envalentonado por el triunfo, los está ejecutando con absoluta decisión.

Los que confluyeron en el Movimiento Obrero Santafesino vienen de historias diferentes, tanto en lo estrictamente sindical como en lo político: es muy posible que ni siquiera todos sus dirigentes hayan votado antes o ahora a las listas del kirchnerismo o del PJ, y con toda seguridad todos sus afiliados no lo hicieron.

Como también es cierto que la política sindical fue uno de los mayores déficits del kirchnerismo en el poder, en especia luego del conflicto con Moyano; cuando no se tendieron puentes para recomponer la cosa (lo cual fue recíproco, por supuesto) y –más importante aun- porque nunca se encaró con decisión la tarea de consolidar una “pata sindical” propia; algo que parece empezar a revertirse: tanto en Santa Fe como en l provincia de Buenos Aires las listas de Unidad Ciudadana se poblaron de dirigentes sindicales con trayectoria irreprochable, y probadas credenciales en la defensa de los intereses de los trabajadores.

Sin embargo, el encuentro en el Patria demuestra que ningún desencuentro o desavenencia anterior importa ahora, porque las prioridades son otras: la unidad contra el ajuste, la organización de la resistencia de los ajustados, la búsqueda de enclave parlamentario de las luchas sociales por venir, y de anclaje social de la representación política y legislativa, para fortalecerla en el objetivo de frenar al gobierno de Macri y sus políticas perniciosas para el conjunto de los trabajadores, y las grandes mayorías nacionales.

Y si para eso los sindicatos nucleados en el MOS eligieron a Cristina (siguiendo el ejemplo que marcó antes la Corriente Federal de los Trabajadores) es porque ella es la principal (si no casi única y excluyente) referencia opositora al gobierno de Macri. Lo era antes de las elecciones, y lo sigue siendo después, con mucha mayor nitidez a la luz de ciertas claudicaciones que se observan en el Congreso y en muchos sectores de la conducción de la CGT.

La representación política (y vaya si Cristina lo es) necesita del respaldo de las organizaciones sociales, y la organizaciones sociales (y el sindicalismo es la más importante de todas, en nuestra opinión) necesitan que la política amplifique, recoja, sostenga y lleve adelante sus reclamos.

De esa necesidad mutua nació el encuentro, y de ella nacerá también seguramente la confluencia en un trabajo conjunto en la coyuntura. Si sirve además para pensar en el mediano plazo en la estructuración de una alternativa opositora competitiva para el 2019 mejor, pero en lo inmediato no es poca cosa. Es por ahí el asunto.

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