LA FRASE

"NO ES TAN DIFÍCIL DE ENTENDER: ESTELA DE CARLOTTO ES GOLPISTA Y EL GENERAL VIDELA LO ÚNICO QUE HIZO FUE COMBATIR AL TERRORISMO." (VICTORIA VILLARRUEL)

jueves, 19 de septiembre de 2019

NO LO CUIDAN


Es bastante común decir que si el macrismo le dedicara tanto tiempo a gobernar y resolver los problemas del país como le dedican a hacer campaña, a lo mejor les iba un poco mejor en las elecciones. Vaya uno a saber, si algo demostraron es que lo del "mejor equipo de los últimos 50 años" no era muy cierto que digamos.

Como fuere, la impresión generalizada (adentro y afuera del país) es que no hay gobierno, desde hace rato (algunos pensamos que desde que fueron a pedir la escupidera al FMI), y menos aun después de la paliza que sufrieron en las PASO: la inflación sigue incontenible, los despidos y cierres de empresas están a la orden del día, la fuga de capitales y el drenaje de reservas del Banco Central continúan con "cepo" y todo, y no hay señales de que Macri o su gobierno hagan algo al respecto.

Por eso no es de extrañar que nadie los tome ya demasiado en serio: en la city inventan todos los días una maniobra nueva para fugar divisas, los exportadores se pasan por el forro de las pelotas la obligación de liquidarlas, cualquiera se les para de manos o los amenaza con juicios, desabastecimientos o cosas peores, y ellos nada: sin respuestas. O dando marcha atrás con las medidas ante el primer apriete, como pasó con las petroleras y el congelamiento del precio de los combustibles.

Macri se dedica a boludear en las redes sociales y delega toda la responsabilidad de gobierno en Lacunza y Sandleris, porque es sabido ya que Marcos Peña (al fin y al cabo el responsable general de la administración del país, como Jefe de Gabinete) lo único que hace es estar todo el tiempo pensando en estrategias electorales.

Todos los factores de poder que verdaderamente importan (empresarios, embajadas, fondos inversores, bancos, medios) dan la elección por resuelta, y quieren hablar con AF o esperar a ver que hace. Y todos son todos, hasta los acreedores externos o la jueza neoyorquina Loretta Preska, que debe resolver el pleito por la expropiación de YPF.

Al interior del propio oficialismo, todos le escapan a Macri como a la peste: Larreta, los gobernadores que tienen pendiente su elección provincial (como Cornejo en Mendoza), los intendentes que lo borran de los afiches, cortan el tramo de la boleta presidencial o directamente reparten la del "Frente de Todos".

Y sin embargo el círculo áulico que rodea a Macri planifica estrategias, sueña con dar vuelta la elección, le tira postas sobre esas "nuevas estrategias" al periodismo ensobrado, y ahora -dicen- planifica una campaña con Macri haciendo recorridos en caravana, por 30 ciudades del país, de acá a las elecciones.

Dejando de lado que no se entiende que tantas ganas tiene de ser reelecto y para que un tipo que en su mandato actual como presidente no hace más que rascarse las bolsas (para seguir haciendo eso, lo puede hacer en otro lado, como hizo toda su vida), tampoco está muy claro cuan "públicos" pueden ser los actos de campaña de alguien que no puede andar libre y tranquilo por la calle porque lo putean; y que cuando sale debe hacerlo rodeado de un impresionante dispositivo de seguridad.

¿Cuál es la idea entonces de sacarlo de caravana ahora, fidelizar al núcleo duro para que no caiga en el desaliento ante la previsible derrota, disuadir la idea del "pato rengo" demostrando que está dispuesto a dar pelea hasta el final y morir con las botas puestas, evitar la fuga de fiscales, o que la derrota sea catastrófica, ciudar las bancas legislativas y los quioscos anexos como los lugares en la AGN y el Consejo de la Magistratura?

¿O simplemente lo tienen engañado a Macri haciéndole creer que es posible revertir la derrota, porque ya es completamente incapaz de reconocer la realidad y aceptarla tal cual es?

Para colmo volvió Durán Barba, igual que siempre, o sea peor: ya parece un personaje de Landrú, recitando el compendio de los lugares comunes del gorilismo vernáculo, insultando a los que no lo votan, ensayando teorías inverosímiles sobre la "modernidad" del voto macrista; que tiene su reducto más confiable en el electorado sub 75. 

Ahora es cuando es necesaria su magia (si es que la tiene), cuando vienen gobernando como el orto hace cuatro años, destrozando todo a su paso, sin hacer nada para resolver los problemas que ellos mismos crearon o agravaron, y quieren convencer a la gente que les renueve el crédito por cuatro años más, para seguir haciendo lo mismo. Ahí te quiero ver que conejo sacás de la galera.

¿Así la van a dar vuelta, con ese mensaje naftalinoso modelo 1955 o Guerra Fría, y exponiéndolo a Macri al papelón público, a la puteada, al meme, piensan acortar distancias y estirar la definición hasta un balotaje? Al final lo cuidamos más nosotros que ustedes, muchachos.

1 comentario:

octavio e. dijo...

Es lo que suele pasar con personajes así, que no tienen ninguna relevancia en sí mismos. Su peligrosidad reside en eso. Al no tener personalidad real es juguete de intereses inconfesables ajenos.

Oti.