PÓNGANSE DE ACUERDO MUCHACHOS

 

El Cristinazo del domingo dejó a muchos en la palmera, y en lugar de serenarse y hacerse fomentos donde corresponde, siguen haciendo declaraciones a lo pavote, acumulando disparates con una velocidad pasmosa.

Primero apareció Federico Pezz, que ganó la interna radical a diputados (de una UCR que en Santa Fe sacó el 7,48 % de los votos) y dijo que Binner y su candidatura habían sido funcionales a Cristina; lo cual tendría algún sentido si Cristina hubiera arañado el 40 % y la suma matemática (que en política nunca es tal) de los votos de Alfonsín y Binner hubiera sido del 30 % o más; de modo de generar un escenario de balotaje.

Pero si Cristina sacó el 50,07 %, y la suma de Ricardito y Duermes es el 22,43 %, la teoría del amigo Pezz deviene un disparate, porque la diferencia seguiría siendo de casi 28 puntos.

Después aparece amigazo Buzzi -otro que la pegó con los pronósticos previos-, para decir que gracias a que Binner fue candidato, Cristina no llegó al 60 %; después de haber dicho en la previa que el gobierno iba a tener dificultades, pero además su análisis deja una conclusión clarísima: de no haber estado Binner sus votos -donde se supone que están todos los representados de Buzzi- hubieran ido a Cristina.

O sea un poco complejo encontrarle la vuelta al asunto con esa mirada.

Y ni les decimos nada si leemos estas desconcertantes declaraciones de Binner con Morales Solá; buscándole el agujero al mate para ocultar lo inocultable: perdió en Santa Fe.

Ahora suma los votos suyos, los de Carrió y los de Alfonsín, y dice que ganó. Votos de otros candidatos a presidentes que no fueron con él ni siquiera como fórmulas de una interna, porque dijo toda la campaña que tenía diferencias programáticas, o había límites que no estaba dispuesto a cruzar, como la alianza de Alfonsín con De Narváez; pero igual los suma.

Que alguien hable urgente con Ciancio y le solucione a Binner el problema del corte en el caño que le lleva el agua al tanque, porque no le está llegando. 

Y lo que pinta lindo es la coherencia interna del Frente Progresista de cara al gobierno de Bonfatti que se inicia en diciembre.

¿Los cuatro meses de mandato que le quedan a Binner?

Están como él: perdidos.