Por A.C.
Seguramente los diarios y la TV de la reacción, el lunes 15 van a minimizar el resultado de las primarias. Van a recurrir a rebuscados e insólitos argumentos para que el candidato de la oposición que quede segundo, se convierta en un nuevo prócer carismático e iluminado.
Y según esos análisis, en octubre, el nuevo prócer (pedestal en el que ya colocaron al olvidado Cobos con la 125), arrasará con los votos provenientes de una población sometida, que se rebelará a través del nuevo prócer, contra ocho años de dictadura populista. Ese es el mundo imaginario y delirante del establishment.
El mundo real es otro. Argentina cambió. Y mucho.
Por eso, nosotros vamos a votar por la inclusión. Por una sociedad más justa, donde los derechos de los chicos, de los viejos, de los trabajadores, del hombre común, no sean discursos de campañas publicitarias, sino que sigan siendo una realidad palpable todos los dìas. Por eso votamos nosotros.
Para que el sufrimiento, la represión y la miseria que sembraron los mismos que hoy son opositores, no vuelva más a cagarnos la vida a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros viejos.
Vamos a votar para que lo inútiles, los improvisados, los ventajeros, no vuelvan a tomar el Estado como botín. Porque ellos sí que se quedaron con la plata de los jubilados, con el dinero que había para los comedores escolares, con los fondos que debían ir a la salud y a la educación.
Vamos a votar para que nunca más el paìs vuelva convertirse en una fábrica de pobres y marginados. Los mismos de entonces, que ahora son opositores, son los que abrieron la fàbrica de pobres desde el 87/88 e incrementaban año a año su producciòn, hasta que en el 2001 tuvieron que cerrarla por exceso de stock.
Y se tomaron el helicòptero, con cara de yo no tengo nada que ver con esto. Y mientras Antonito y Shakira paseaban su felicidad por el mundo, acá muchos revolvìan la basura acompañados de sus hijos, intentando sobrevivir. Por eso vamos a votar, para no volver a vivir tanta tristeza.
Y vamos a votar por cada uno de los pibes que tuvieron que dejar de ir a la escuela cuando ellos gobernaban, por cada tipo que se quedó sin su trabajo de toda la vida. Vamos a votar por cada argentino al que le robaron la dignidad cuando ellos gobernaban, con la flexibilización laboral, con el desempleo como variable del costo salarial, con el aislamiento, con la cultura vacía del individualismo, con el desprecio por el más débil.
Por eso, nosotros vamos a votar con alegría, con una alegría que algunos nunca van a entender.
Vamos a votar con alegría porque hay 1.200 escuelas nuevas y porque los pibes volvieron a estudiar. Vamos a votar con alegrìa porque hasta en el hogar más humilde, hoy hay un plato de comida, y la asignación por hijo y el plan nacer incluyeron a los olvidados. Vamos a votar con alegría porque los salarios permiten vivir con dignidad.
Vamos a votar con alegría porque la universidad pùblica hoy tiene un presupuesto que parece un sueño, porque hay diez nuevas universidades en los lugares donde antes había marginaciòn y pobreza, porque hay ciencia, investigación y tecnología made in Argentina.
Vamos a votar con alegrìa por millones de jubilados que hoy tienen sus pesitos, una obra social y el remedio que necesitan y porque muchos de ellos zafaron de la condena a ser mendigos.
Vamos a votar con alegría por los pibes que recibieron una netbook en la escuela, y que además en su casa, son los profesores de informática de sus padres y sus abuelos, enseñándoles cosas que pueden parecer elementales, pero de las que muchos estaban también excluídos.
Vamos a votar con alegría por cada dueño de una fábrica que está pensando en tomar más empleados, porque las ventas aumentan.
Vamos a votar con alegría por cada pequeño productor que estaba endeudado en el 2003, y lo ayudaron a que no le remataran la tierra, y hoy sigue produciendo.
Vamos a votar con alegría porque el país crece al 9% anual y esa riqueza se distribuye con más justicia.
Por eso esta alegría no es sentimentalismo, no es irracional. Es una alegría en la que se combinan sentimientos y sensaciones, pero también números de una economía fuerte puesta al servicio de la gente.
Y por eso vamos a votar con alegría, porque a esa palabra la habíamos olvidado, y es una sensación que desde hace un tiempo recuperamos, junto con la del orgullo.
Y aunque los imbéciles de Clarin, TN y compañía, nos anuncien una catástrofe cada diez minutos, nosotros vamos a votar con alegría.
Porque cada vez que vemos a un pibe humilde que va para la escuela con su mochila y sus zapatillas limpias, se nos escapa una sonrisa, porque sabemos que educándose, ese pibe, esa piba, se están vacunando todos los días contra la miseria.
Por eso sonreímos, porque vemos que las cosas cambiaron, y por eso recuperamos la alegría.
Y así vamos a ir a votarla. Con alegría. Y cada uno de nosotros va a poner un voto a la vida. A la esperanza.
Arriba Morocha.
Emocionante. Gracias compañero.
ResponderEliminarya tengo el DNI y el voto para Cristina preparado ¡VIVA PERON CARAJO!
ResponderEliminarBuenisimo Raul, mañana me como con gusto todo el dia como fiscal de mesa, por que coincido 100% con lo que señalas, que si bien son las consecuencias de este modelo, tambien es el alimento que lo hace vivir y crecer.Un abrazo grande.
ResponderEliminarClaudio Gramaglia desde Vila.
Saludos compañerazo, y a ganar allá mañana también. Y el post es de A:C:, otro compañero de la Corriente Kirchnerista. Raúl escribió algo que sale mañana.
ResponderEliminarA.C.: Te pasaste! Hasta el chancho que vamos a comer hoy se emocionó (ELABAS)
ResponderEliminarY encima que foto encontraron, ¡que foto!
ResponderEliminarEs una cábala: es la de la noche del triunfo del 2007, esperamos repetir este año.
ResponderEliminarEl boludo que escribió esta nota me hizo lagrimear. Mi novia me viò asì en la computadora y le tuve que decir que era por la cebolla del chimichurri que estaba preparando.Despuès se la hice leer,pero es medio gorla.Se quedò pensando un rato. En una de esas,quien te dice. Ahora se va a votar.
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