Una aclaración preliminar: no somos entendidos en el tema de la aeronavegación, de modo que todo lo que digamos al respecto es consecuencia de las sensaciones que van dejando las noticias que leemos, como cualquiera.
Un tema que tiene muchas aristas, todas controversiales; como que hay muchos intereses cruzados que disputan negocios millonarios en torno a los aeropuertos y los servicios aeronáuticos: Eurnekián y Aeropuertos Argentina 2000, las empresas privadas de navegación que compiten con Aerolíneas Argentinas por determinadas rutas -como está pasando acá en el aeropuerto Rosario, con el socialismo haciendo lobby para LAN-, los sectores de la Fuerza Aérea Argentina que resisten por todos los medios ceder determinados resortes de poder y "cajas".
A lo que hay sumar el componente sindical y el político: trabajadores organizados en una increíble cantidad de sindicatos, que disputan ferozmente entre sí el más mínimo espacio de poder, trabajadores que son mano de obra calificada (en algunos casos, no en todos) y como tales, gozan de situaciones que para el común de los laburantes argentinos serían claramente de privilegio, y el asunto de los gerentes vinculados a la Cámpora, con la demonización de la agrupación y todo eso.
Dirigentes sindicales que le dan por la huella siempre con la misma metodología de acción (con efectos sensibles en un sector crítico), sin reparar nunca en el cambio de contexto, como si estuvieran en la Argentina de los 90' cuando se rifaba Aerolíneas, y todos (hasta Lanata) se juntaban en el Luna Park para defenderla; sin advertir hoy el enorme esfuerzo que todos los argentinos hacemos para sostener la línea de bandera; decisión estratégica del gobierno nacional que por supuesto respaldamos.
Por si todo eso fuera poco, aparecen tipos como Piñeyro (que escribe esta nota en Clarín de hoy), opinólogos del tema, a veces con aciertos, muchas otras mandando fruta, o al menos es lo que trasuntan.
Pero no es éste justamente el caso de la nota de hoy: leyéndola podemos coincidir con Piñeyro en casi todo lo que dice. Casi: la comparación con López Rega es una estupidez (a las que el personaje es afecto), una desmesura que casi desmerece el conjunto de la opinión, pero no la invalida.
Da toda la sensación (reiteramos: con el escaso conocimiento que nosotros podemos tener del tema) que el decreto de Cristina que dispuso el traspaso del control de tráfico aéreo a la Fuerza Aérea es una decisión apresurada, y en principio, errada.
Porque significa (como lo marca Piñeyro) devolverle poder y plata a un sector (el militar) al que el kirchnerismo supo meter en cintura; y dar marcha atrás con una decisión de Néstor Kirchner trascendente desde el punto de vista institucional, como crear la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC), y empezar a traspasarle funciones que antes tenían los aviadores militares.
Justo es decir que la decisión también es una muestra de fortaleza de parte de Cristina ante todos los aprietes o manifestaciones de poder que presencia a diario en torno al tema, sea por el control de Aerolíneas, o por el negocio del tráfico aéreo, o hasta por el más ínfimo quiosco de un aeropuerto; pero eso no quita lo esencial: la calentura suele ser mala consejera en estos casos, y la decisión sienta un precedente peligroso.
No tanto por el recuperado protagonismo de sectores que otrora supieron tener muchísimo poder en el país, sino porque evidencia las fallas que existen en la construcción política que sustenta al gobierno nacional: no todos los conflictos pueden quedar flotando hasta que se elevan a la enésima potencia, y sólo queda la intervención personal de la presidenta como último cauce de resolución posible; porque además Cristina se puede equivocar, al fin y al cabo es humana.
Los pibes de la Cámpora que manejan Aerolíneas, De Vido, el secretario de Transporte, el ministerio de Trabajo, muchos eslabones comprometidos en la gestión de problemas que si bien son complejos, no son insolubles; algo está fallando en algún punto, o en varios.
Y si alguna duda se tiene respecto a que la decisión que se está por adoptar es o no correcta (en este caso el traspaso de tareas de la ANAC a la Fuerza Aérea), un buen método de análisis (no el único, claro) sería que no deje espacio para que Clarín te corra por izquierda poniendo esta tapa:
O que alguien como Piñeyro (incapaz de ensayar -por defensa corporativa- la más mínima autocrítica sobre el comportamiento de sus colegas de profesión, que paralizan un aeropuerto por cagarse a piñas entre ellos, o por disputar una gerencia de Aerolíneas obligan a suspender todos los vuelos), que hace ocho años está con un largavistas en la terraza esperando que los aviones caigan del cielo como moscas para decir que él tenía razón, te tire con el fantasma de López Rega desde las páginas de Clarín.
Que manera de abrir la bocaza sin tener noción de lo que se está diciendo.
ResponderEliminarTal vezi si usted nos ilustrara entre todos entenderíamos como viene la mano compañero.
ResponderEliminarDANIEL, DALE LARGÁ ORA PUNTA DE ANÁLISIS PARA PODER ENTENDER UN POCO MÁS. EL ARTÍCULO DA TELA PARA CORTAR Y SI SE SOSTIENE EN ERRORES ACERCÁ UN ARGUMENTO PARA REPENSARLO. DE ONDA, PERO TIRASTE LA BOMBA A LAS 3 DE LA TARDE Y TODAVÍA NADA. (el programa lee los comentarios, porque la clave de verificación para este comentario es DALSOREt. Si los lee no se a quien se le dice. a Dabiel, a la CK o a mi)
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