El populismo chavista que nos gobierna es así: del mismo modo que en la tercera tiranía entregaban la "Medalla al mérito peronista" a cualquier obsecuente alcahuete del poder, ahora la AFSCA (es "la", Télam, "autoridad" es femenino), es decir la KGB creada por Mariotto (el nuevo Apold del régimen), entregó por tercer vez los premios "Construyendo ciudadanía en radio y TV" (obvio: no van a construir una pared, si los que trabajan en los medios no agarraron una pala o un fratacho en su vida, ni saben que existen esas cosas) a programas de radio AM y FM, y televisión abierta de todo el país.
Como pueden ver en la información de Télam -y si tuvieron la paciencia de aguantar despiertos anoche hasta eso de las once y media para ver la TV pública- el revoleo de premios a la rebatiña (que otra podría ser si no) determinó que un par cayeran por acá por Santa Fe, para programas de la zona.
Alguno merecido, como el del programa "Con sabor a barrio", de FM 100.9 de barrio Chalet; y otro incomprensible, como el que le otorgaron a "Entre el ruido", programa que se emite de lunes a viernes de 9 a 12 por AM 540 Radio Nacional Santa Fe.
A menos que el premio sea la recompensa al maltrato que Diego Meloni y Gustavo Castro le dispensaron a un intelectual imprescindible para la Argentina como Tomás Abraham, en un reportaje que le hicieron unos días antes de las elecciones del 23 de octubre; donde lograron sacarlo tanto de sus casillas al bueno de Tomasito, que pronosticó que ganaba Binner.
Aunque pensándolo bien, la nota de Télam dice que los premios son entregados a los programas que (entre otras cosas) "promuevan la libertad intelectual y estética de los trabajadores de la comunicación...".
Si es así, el premio estaría bien merecido, porque lo de intelectual está por verse, pero los muchachos de "Entre el ruido" ejercen con amplitud la libertad estética: por televisión se pudo ver que -por ejemplo- Gustavo Castro se tomó la libertad de vestirse con el mismo saco crema que usa en ADN y un vaquero, dejando la corbata para otra oportunidad; y Diego Meloni se tomó la libertad de ponerse el saco de un primo que usaba dos talles menos (por lo menos) y una corbata que perteneció a la colección privada de Alberto Castillo.
Por no mencionar que entre el público asistente -fueron mencionados por los premiados de Radio Nacional y la FM de barrio Chalet- estaban el director Daniel Ríos y Javier Gatti; ambos con sacos en tonos pastel (haciendo juego con el de Castro); que hicieron pensar que habían pegado pauta publicitaria de alguna cadena de heladerías, o (para los que no los conocen) que la velada terminaba con un recital de Los Moros.
Si las imágenes de la TV pública no mentían, en el caso de Javier Gatti el traje era de ananá y cereza.
Un dato no menor es que en los dos casos (el premio a FM Chalet y el de Radio Nacional) subió al estrado como parte del staff ganador Taiana Castro: la influencia de Guillermo Moreno y poderosos empresarios K sobre el jurado, es inocultable.
El agradecimiento del premio estuvo a cargo de Soledad Mizerniuk (seguida desde la platea por Nicolás Lovaisa, cual Pablo Marchetti a Victoria Donda; seguramente también en ojotas) y Diego Meloni; pero la nota de sobriedad la dio el joven Sebastián De Marco, quien -conciente del latrocinio que se estaba perpetrando- optó por no hablar.
En fin, es de esperar que por lo menos se hayan llevado un par de tuppers a la fiesta para volverse con sandwichitos, bocaditos o algo del cátering para convidar; si es que en el camino no los interceptó Soledad Mizerniuk.
Estas cosas con el "Coni" Cherep o Rogelio Alaniz no pasan, a lo sumo se podrán prender en alguna demostración de buceo o degustación de vinos, pero no andan haciendo este tipo de papelones.
merecidisimo el premio, son grandes compañeros y compañeras. Aplausos y un gran abrazo
ResponderEliminarsospecho que el posteo tiene aire de despecho de un columnista al que no llevaron y se quedó manija de sámbuches-Cristina
ResponderEliminarSi es el que pensamos estuvo bien que no lo llevaran: hay ciertas cosas que no se pueden mostrar por televisión, ni siquiera después del horario de protección al menor.
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