EL PROBLEMA ES MORENO

 

Por A.C.



En la nota “La UIA, preocupada por el poder que sumó Moreno”, el Sr. .Marcelo Bonelli , desde Clarin,, nos dice que “ “La dirigencia empresaria rechazó la radicalización de la intervención del Estado en la economía y teme los efectos de la discrecionalidad del secretario de Comercio.”

Nos informa que “Las duras críticas fueron privadas, en una cumbre secreta que reunió a todos los directivos de la central fabril…”-

Parece que la astucia periodística del Sr. Bonelli, le posibilitó conocer esas duras críticas, pese a que la cumbre fue secreta, y por eso “Clarín reconstruyó el encuentro y confirmó que durante el mismo se comentó que hay varios ministros del área económica molestos por los superpoderes y la fuerte irrupción de Moreno.”.

Más allá de su indiscutible poder de imaginación y de su estilo basado en chismes sin fuentes, la “reconstrucción” del Sr. Bonelli , se parece bastante a ésta nota “Guillermo Moreno: el arma mortal de la Argentina” publicada hace unos días en el Financial Times, diario británico que viene vaticinando desde hace años el colapso de la economía argentina y que opera descaradamente a favor de una nueva negociación de la deuda externa con los fondos buitres y el Club de Paris, y que en Octubre de 2009 calificaba en una nota a la Argentina como “la tierra de oportunidades desperdiciadas”. Y es lógico, con la situación económica brillante que atraviesa Europa, incluyendo Gran Bretaña, cualquier comparación nos deja mal parados.

Y el problema es Moreno, según el Sr. Bonelli,  porque “La cúpula fabril dijo que era imposible hacer proyecciones de inversión si no existen normas claras sobre cómo se va a manejar el comercio exterior.”, y según el Sr. Bonelli,   “La mayoría en la UIA coincide en lo siguiente: El freno a las importaciones de Moreno le agregará una dosis mayor de inactividad a la economía local.”.

Pero saliendo del terreno de trascendidos y chismes del Sr. Bonelli, e ingresando en el tema de “hacer proyecciones de inversión” de acuerdo al manejo del comercio exterior, como exigiría la UIA, sería interesante citar un estudio reciente: “Peculiaridades en el comportamiento de la formación de capital en las grandes empresas durante la posconvertibilidad”, estudio del investigador Pablo Manzanelli, de FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales).

En su estudio, el investigador demuestra que las 500 empresas de mayor tamaño en Argentina, tuvieron entre 1993-2001 una tasa de inversión bruta del 24,7 por ciento, mientras que entre 2002-2009 la tasa fue del 14,7 por ciento. Durante la década de la convertibilidad,  la gravitación de las grandes firmas en la inversión total fue del 23,0 por ciento, “guarismo que se redujo más de 6 puntos porcentuales durante el septenio 2002-2009, alcanzando el nivel promedio de 17,4 por ciento”.

Sin embargo, si hacemos la comparación de éstas tasas de inversión con las tasas de ganancia que tuvieron las grandes empresas en el período 2002-2009, y según el estudio de Manzanelli, las grandes empresas internalizaron tasas de ganancia del 31,8 por ciento versus tasas de inversión bruta del 14,7.

Es decir que la vocación o la preocupación por la inversión de las grandes empresas, solo existe en las notas sin fuentes del Sr. Bonelli . porque a pesar del favorable contexto de la economía argentina desde el año 2003 a la fecha, las grandes corporaciones no resultan agentes principales de inversión reproductiva y del crecimiento a largo plazo.

Ante ésta reticencia de las grandes empresas a la inversión, Manzanelli en su estudio desarrolla algunas interesantes hipótesis para explicar éste comportamiento, como las siguientes:

La existencia de un el elevado grado de oligopolización, con lo que no necesitan ampliar significativamente la capacidad productiva para ganar posiciones en sus mercados, ( agrego que eso sucede porque no tienen competencia o tienen muy poca, son formadoras de precios y generadores de inflación a través del aumento de los mismos).

La fuerte extranjerización de las políticas de esas empresas, con lo que sus estrategias globales no necesariamente coinciden con el contexto local; (agrego que a través de la remisión de utilidades, son las principales actoras de la fuga de divisas, como ya se explicara en ésta nota.

Los “efectos no deseados” de la promoción industrial, dado que los beneficios a las inversiones aumentarían la masa de ganancias pero no la inversión potencial; (agrego: bajan costos a partir de las promociones, pero no disminuyen los precios de los productos, y esa diferencia, en lugar de destinarla a inversión, pasa a engrosar las ganancias y son remitidas al exterior).

Y factores políticos que no se circunscriben al plano estrictamente económico. Por ejemplo, el retaceo de inversión como herramienta de presión para obtener más subsidios, instrumentos de promoción o poder en las renegociaciones salariales. (Solo agrego las negritas).

Pero el problema es Moreno. Desde su lucha contra los aumentos injustificados de la petrolera Shell o los abonos de Multicanal/Cablevisión, hasta la política  de pisar las importaciones y obligar a los importadores a que exporten por un valor equivalente al de las compras que realizan en el exterior. El problema es Moreno. Pero es un problema para las grandes empresas, por las que hace lobby el Sr. Bonelli, que quieren seguir incrementando siderales ganancias sin hacer inversiones.

Moreno es el problema para ellos, pero no para la gente, que mostró hace muy poco y con el 54% de los votos, cual es el país en el que quiere vivir.