domingo, 22 de enero de 2012

AL FINAL, LAS OBRAS ESTABAN PARADAS NOMÁS


Hace pocos días desnudábamos acá como mentía el gobierno provincial con el tema del avance de la obra pública; porque mientras jura y perjura que "no hay decisión de paralizarlas", la realidad concreta (incluso de las propias obras que el Ministro de Obras Públicas y Vivienda ponía como ejemplos) es que muchas ya están paralizadas, o avanzan a un ritmo muy lento.

Ahora parece que no estábamos muy descaminados: vemos como el parate de las obras en Rosario (tanto de la provincia como del municipio: son los mismos presupuestívoros los que administran en ambos casos) puede derivar en suspensiones y despidos masivos de obreros de la construcción, por atrasos en los pagos.

Para variar, el gobierno responde más rápido en los medios que en la realidad, negando todo como siempre:


Veremos cuanto hay de cierto en las palabras de Schneider (ojalá sea así, para el bien de las familias que dependen de esos puestos de trabajo), porque habrá que recordar que, antes de ver como hace para que las obras continúen o no se interrumpan, el gobierno provincial tendrá que analizar como levanta el muerto de 1405 millones de deuda flotante con proveedores que dejó la gestión de Binner; que en buena medida tiene que ver justamente con certificados de obra pública ya devengados.  

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