lunes, 20 de febrero de 2012

LA PRÓXIMA QUE SE VIENE


Prepárense para verlo a Morales Solá con vincha, y a Van Der kooy contando que él le hace una ofrenda a la Pachamama todos los días antes de sentarse a escribir su columna; y a ver el seguramente horripilante video de famosos adhiriendo a la cruzada.

A ver entendámonos: no se trata acá de desconocer la secular postergación que sufren en nuestro país los pueblos originarios (que tiene más de 500 años, aunque la nota sugiere que comenzó con el kirchnerismo), ni de mirar para otro lado cuando se los reprime por manifestarse y reclamar por sus derechos. 

Específicamente en el caso de los qom de Formosa nosotros acá en su momento dijimos lo nuestro; y los conceptos son trasladables a todas las situaciones similares.

El punto es otro; y es que desde que los medios que manejan la agenda informativa de los argentinos han entendido que la mejor forma de horadar al gobierno de Cristina (o al menos eso piensan ellos) es correrlo por izquierda han abierto una especie de caja de Pandora, de la que todos los días sacan algo "nuevo" (entiéndase: nuevo para ellos, y para sus lectores, televidentes u oyentes).

Será el tema del ambientalismo o el de la minería, el espionaje político interno o ahora, los reclamos de los pueblos originarios.

Los temas están, existen, son reales, con los matices del caso; matices que sólo se pueden percibir si se los aborda en serio, y no con la lógica mass mediática que apunta a otra cosa, y por ende obtura ex profeso todo debate serio al respecto: el caso de la minería es el más paradigmático de lo que apuntamos, pero no el único.

El punto es el contexto político en que se insertan, que termina sobreponiéndose al tema en sí, en este caso el reclamo de los pueblos originarios.

Francamente ir a la ONU de la mano de Michelli y Alderete (o de una diputada que no se sabe si le interesa el tema, o simplemente está enojada porque la cagaron en las listas y quedó afuera), a decir que no se atienda el reclamo argentino de soberanía por Malvinas (en manos de una potencia que, de respetar a los pueblos originarios, sabe un toco) mientras el Estado argentino mantenga "colonizados" a sus pueblos originarios, es un papelón, un mamarracho, que termina desacreditando la causa que se dice defender.

Se diría que la idea fue sugerida por algún nabo onda Caparrós, que dice pavadas como que -mientras haya un pobre- es obsceno reclamar por las Malvinas, como bien marca acá Gerardo.    

Estamos grandecitos ya para este tipo de pavadas, o para acusar al gobierno de "cooptar" a las comunidades de pueblos originarios creando "indios K", como dice el artículo: cualquiera que conozca algo de las disputas internas entre muchas comunidades de pueblos originarios (sea para elegir sus propias autoridades, o sus representantes ante los organismos estatales con incumbencia en el tema), sabe que para introducir allí la división no es necesario que el Estado meta mano, se las arreglan bien sólos.

Hay muchos factores que concurren a eso, desde divergencias ascentrales entre las diferentes etnias y comunidades, hasta un rápido aprendizaje por los caciques y dirigentes de las comunidades de los peores vicios de la política de los "hombres blancos", por así decirlo.

Pero hay otro elemento en todo esto que no se puede perder de vista: desde el 2003 para acá si hay un signo del proceso político argentino, es la visibilización pública de minorías postergadas, con reclamos desatendidos, o con planteos que -si eran conocidos o visibles- no encontraban hasta entonces el cauce adecuado para plasmarse en realidad, en reivindicaciones logradas y concretas.

Así pasó con los reclamos por memoria, verdad y justicia por los crímenes de la dictadura, por la lucha por una comunicación democrática o por los derechos de las minorias sexuales: los que pudieron concretarse, lo fueron en el kirchnerismo, y por el apoyo del kirchnerismo.

Esta constatación no importa santificar al kirchnerismo o redimirlo de todos sus pecados y defectos (que son muchos) o de las endebleces de su construcción política, donde conviven sectores que expresan y buscan un cambio, con otros que son francamente conservadores y hasta reaccionarios.

Simplemente se trata de entender que, suponer que reclamos como los de los pueblos originarios pueden ser satisfechos asumiendo una postura abiertamente opositora a un gobierno elegido por el 54 % del pueblo argentino, de la mano de grupúsculos y sectas que vienen anunciando la conformación de lo nuevo (la gran herramientas política que hará la revolución) hace más de 20 años, y al calor de los medios hegemónicos que expresan a la verdadera derecha argentina (la que no necesita estructuras partidarias para tener poder), es entender poco del asunto, casi nada se diría. 

Porque defender los derechos de los pueblos originarios es una cosa, y hacer de comparsa indigenista de esta movida trosco-clarinista que corre los límites de lo políticamente bizarro día a día es otra, muy distinta.

La utilización política del indigenismo (no de los reclamos de los pueblos originarios, que son otra cosa) es, por otra parte, algo demasiado viejo ya para sorprender: desde Rousseau y Mariano Moreno para acá, es una práctica que tuvo muchos cultores, y siempre halló a su paso almas sensibles dispuestas a prenderse. 

Pero algo debe pasar en el medio (además de las formas de explotación), porque el indigenismo permanece, y la postergación de los pueblos originarios, también.

Casi como si el primero necesitara de la subsistencia de los segundos, para perdurar.

1 comentario:

  1. Compañeros: bien ahí estando alertas a los posibles movimientos desestabilizadores. Les recomiendo echarle un vistazo a este y otros artículos de Andrés Soliz Rada, para darse una idea de hasta donde llega esta problemática en Bolivia: http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2011122610

    Y una más, cortita y al pie: organizaciones mapuches con sede en Londres, ¿casualidad o divide y reinarás?.

    http://www.mapuche-nation.org/espanol/nosotros.htm

    Enlace Mapuche Internacional
    6 Lodge Street
    Bristol
    BS1 5LR
    Inglaterra
    Tel/Fax: + 44-117-9279391
    E-mail: mil@mapuche-nation.org

    Saludos kirchneristas y sigan así con el blog.

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