Para los lectores que no son de Santa Fe y por ende no lo conocen, el banana que va hablándole al tipo de la cámara que está sentado atrás es nada menos que nuestro intendente, José Corral.
La imagen se mueve no porque el camarógrafo tenga mal de Parkinson, sino por los baches de la calle.
Para los docentes que dan clases de educación vial y
para las entidades que promueven campañas para disminuir el número de
accidentes de tránsito sí, están viendo bien: el chofer del
auto no lleva puesto el cinturón de seguridad obligatorio y el intendente (cual si fuera un zorro gris) mira para otro lado, es más: se da vuelta para hablar con el camarógrafo.
Recuerden: no hagan eso en sus casas niños, trae riesgos.
Recuerden: no hagan eso en sus casas niños, trae riesgos.
Y hablando de niños: para los que no entienden el
idioma (el hombre tiene un cierto aire de familia con Macri, entre otras cosas
en las dificultades expresivas, además del gusto por el color amarillo), está
diciendo que va hacia una zona de la ciudad (barrio Candiottti para ser más
precisos), a avisarles a unos pibes que le pidieron que haga ahí una pista de
skate, que "en unos días" (¡ah, la precisión progresista en materia
de obras!) arrancan con la obra.
Sí, entendieron bien: no la va a inaugurar, ni a
ponerla en marcha pongámoles dando la primera palada de tierra (¡Dios no
permita que un radical agarre una pala!), no señor: el tipo les va a decir algo
así como: "muchachos, tengo una buena noticia para darles: acá donde
ustedes ahora ven un terreno con yuyos, un día habrá un skateódromo" (¿se
dirá así?).
Y dice que los pibes "trabajaron" (en fin,
seamos amplios en el concepto) ese proyecto en el marco del Presupuesto
Participativo, un cuento radical ya explicado acá.
Al parecer habrían recorrido el barrio diciéndole a los vecinos (que habían pensado en otras prioridades para reclamarle al municipio) cosas como "si no votan por la pista de skate les vamos a pasar con las patinetas por la cancha de bochas y se las dejamos hecha mierda, viejos chotos", o algo por el estilo; aunque esta versión no pudo ser confirmada.
Al parecer habrían recorrido el barrio diciéndole a los vecinos (que habían pensado en otras prioridades para reclamarle al municipio) cosas como "si no votan por la pista de skate les vamos a pasar con las patinetas por la cancha de bochas y se las dejamos hecha mierda, viejos chotos", o algo por el estilo; aunque esta versión no pudo ser confirmada.
Pero volvamos a Corral: el aire bananesco/Pro/Mauricio se refuerza con una
anécdota personal, con la que nuestro Lord Mayor trata de promover la empatía
con el televidente de esta especie de Gran Hermano Santa Fe: acá no sería el
caso de Cacho (el jugador de bochas) y María, los jubilados que servían tanto
para un barrido como un fregado, o un asalto domiciliario; sino de él mismo.
Allí nos cuenta que -cuando era chico- jugaba al
fútbol (con esa carita, seguro que era el que llevaba la pelota) en el lugar
donde ahora pondrán la pista de skate (¿se dice pista?), y usaban como postes baterías
de auto (de paso, un PNT o chivo gratis para Thilco), para evitar las
discusiones que generaba usar a esos fines pulóveres.
¡Ah, aquéllos tiempos en que no había Greenpeace, y
nadie advertía sobre los riesgos de la contaminación por el plomo de las baterías,
y los párvulos jugaban felices e ignorantes del riesgo que corrían!
En fin, una pequeña muestra de cómo invierte el
tiempo nuestro intendente, y cuáles son sus prioridades de gestión.
Lástima que no llegó el Presupuesto Participativo a
Santa Rosa de Lima, donde los vecinos tenían otras prioridades, como tapar los
baches.
Aunque como vimos acá, encararon el problema a su
manera, en algo que también podría llamarse “Presupuesto Participativo”.
A lo mejor Corral se entera que ése barrio también
está dentro de su ciudad, y les ofrece hacer una pista de skate, pero con
obstáculos (que serían los baches) para los más expertos.
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