QUE CASUALIDAD CHE, JUSTO AHORA...

...un periodista de Clarín descubre o sugiere que la Corte Suprema no sería independiente, porque nunca ha fallado en contra del gobierno.

Porque la independencia de los jueces -como sabemos- consiste en eso: en fallar contra el gobierno.

Claro: en todo el artículo no hay sino referencias tangenciales a la Corte, muy pocas a causas concretas, casi ningún hecho puntual, ningún fallo analizado o desmenuzado para demostrar como juega en los hechos la falta de independencia de la justicia.

Incluso se describen conductas patológicas del Poder Judicial, que han sido iguales con todos los gobiernos; como olfatear los jueces como viene el clima político, para ver para donde rumbear.

Tampoco se enumeran o mencionan las causas importantes en las que -estando el gobierno o sus funcionarios involucrados como parte- la corte habría fallado a su favor, y aun entonces, cuáles serían las razones por las que debería haberlo hecho en contra.

Muchos menos se analiza como falló la Corte (esta misma Corte, no la menemista) cuando le tocó intervenir en causas en que una de las partes fuera un grupo económico importante: en ésta entrada nosotros hacíamos un breve racconto al respecto.

Porque lo importante es sembrar la duda, dejar sentada la idea de que el gobierno (por carácter transitivo, el Estado) nunca tiene razón cuando litiga en la justicia y -fundamentalmente- desacreditar el fallo de la Corte que salió la semana pasado poniéndole límite a la cautelar de Clarín en la causa por la ley de medios; y obligándolo en consecuencia a desinvertir antes del 7 de diciembre.

Y -por supuesto- lanzar un tiro por elevación al juez al que le toque resolver (en ausencia de Carbone, que se jubiló) el fondo de la cuestión, es decir si el artículo 161 de la ley de medios es o no constitucional: si falla a favor del gobierno, automáticamente será escrachado como falto de independencia; y para sacar chapa de juez probo, tiene que fallar en contra del gobierno.

O para ser más precisos, a favor de Clarín, donde casualmente trabaja Mariano Thieberger.