viernes, 14 de septiembre de 2012

PREOCUPANTE: BINNER ESTARÍA POSEÍDO POR EL ESPÍRITU DE DE LA RÚA


Sin visibilidad en un cargo ejecutivo o legislativo (aunque sponsorizado por los santafesinos) Hermes Binner debe redoblar a diario sus raids mediáticos opinando sobre los asuntos del día, como si se tratara de un columnista político y no del dirigente opositor que obtuvo más votos en las elecciones de octubre pasado.

Y cada incursión de Binner por los micrófonos, cámaras o redacciones deja en claro que la confusión constante y el cambalache variopinto de posturas contradictorias que expresa el FAP se reflejan en su líder, si es que no son causados en parte por los divagues herméticos.

Como las declaraciones que ilustran el post, en las que Binner compara los cacerolazos de anoche con los de diciembre del 2001, lo que revela no sólo que no entendió lo que pasaba ayer, sino -fundamentalmente- lo que pasó hace casi 11 años; y sobre todo lo que viene pasando desde el 2003.

Lo que es una muy mala señal para el propio Binner y su espacio (que así seguirán condenados a vegetar en la intrascendencia hasta terminar como experimentos progresistas anteriores: en el fracaso), para los cacerolos que (muy a su manera, claro) buscan representación política, y para el propio gobierno, porque si decidiera abrir algún espacio de diálogo político, se encontraría con este calibre de interlocutores.

No se puede decir alegremente que la gente salió a pedir (como en el 2001) que se vayan todos, cuando por un lado quedó claro que estaban pidiendo (algunos) que se vaya Cristina, y por el otro, que esa consigna del diciembre trágico fue la muestra tanto del hartazgo social con la dirigencia política, como de  un infantilismo ciudadano que afortunadamente fue desoído por Néstor Kirchner a partir del 25 de mayo del 2003.

A diferencia de lo que plantea Binner, afortunadamente en aquel entonces no se fueron todos, y algunos se hicieron cargo, porque de eso se trata la política justamente: claro que el propio Binner (cuando le tocó gestionar la provincia) nos demostró que -al igual que Macri- no considera que esa actitud, la de hacerse cargo, esté entre sus prioridades.

Si hasta se podría celebrar que Binner (en tanto dirigente opositor) haya advertido que la protesta cacerolera también iba dirigida contra él y no con exclusividad contra Cristina; pero no se puede admitir que trastoque la realidad metiendo en el medio de la expresión clasemediera de anoche a los trabajadores, las cooperativas o las empresas recuperadas: ninguno de ellos (o casi ninguno) estuvo anoche poniendo el cuerpo a la protesta para pedir que los dejen comprar dólares.

Y en la cabeza confusa de Binner (acaso condensación del cocoliche progresista que decoró con su candidatura presidencial, acompañado de la indescifrable Morandini) caben los caceroleros que protestaron anoche, los productores (del campo, se entiende) y los empresarios que reclaman por la falta de competitividad, como hizo hace unos días Paolo Rocca.

¿Ignora acaso Binner que esa competitividad se recuperaría devaluando (lo que sería uno de los efectos concretos de liberar las restricciones a la cómpra de dólares como piden los caceroleros) a costa del salario de los trabajadores, con los que dice que habla y escucha sus reclamos y preocupaciones?

Complejo de armonizar todo eso, tanto como entender la propia sintaxis de frases inconexas e ininteligibles de Binner, a menos que haya una sistemática campaña en su contra de los medios para desgrabar mal sus palabras.

Tan complejo como el pueril planteo de sentar a una mesa a los trabajadores de las fábricas recuperadas junto con los empresarios que exportan y protestan por la pérdida de competitividad, y pretender que resuelvan allí sus diferencias sin reclamos, sin pujas, sin enfrentamientos.

"La gente se expresó ayer" dice Binner, pero el problema es que "esa" gente no es -ni por asomo- "toda" la gente, y si vamos al caso, "toda" la gente se pronunció el 23 de octubre; y de un modo tan claro y contundente que sólo un confundido puede no haberla entendido.

Por estos días avanza el juicio oral por los sobornos en el Senado para aprobar la Banelco y las declaraciones de De La Rúa dejan en claro que aun hoy, a 11 años de su salida del gobierno, sigue sin entender claramente lo que pasó entonces.

Igual que Binner, que por momentos tampoco parece entender lo que pasa ahora, comparando con liviandad dos Argentinas tan diferentes.

Y si no, miren éste otro disparate hermético:



O nos está queriendo decir que en el FAP tipos dispuestos a hacer un papelón sobren, o nos está tomando el pelo con un humor tan sutil que no se termina de entender.

O está aplicando la teoría del clavo: se lo saca al pelado de encima por arriba, mandándolo a competir en las elecciones nacionales, para bajarse el discretamente de la pelea presidencial, y volver a ser otra vez candidato a gobernador en el 2015, cuando contaría con 72 jóvenes añitos.

Lo que sí flojo que (puesto a buscar candidatos a presidente para la cooperativa progresista) los hubiera descartado de plano al pelado Tumini, a Lozano o a De Gennaro, al payaso Juez, fea la actitud.

2 comentarios:

  1. JUSTIN BINNER EL NUEVO DELADUDA, PERO PEOR.

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  2. Bueno, la pregunta es: Cuando le pedirán a Don "Duermes" que diga dónde está donando el sueldo, ya van varios meses y no se sabe nada.

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