Por A.C.
Binner en el año 2011, cuando se lanzó como candidato a
presidente, acompañado de Luis Juez,Norma Morandini, Margarita Stolbizer, Antonio Bonfatti, Victoria Donda y, hasta Fernando “Pino” Solanas, comovemos en esta nota , estaba
profundamente preocupado en definir el progresismo: “Hoy progresista es una palabra
que está de moda.Hay que darle encarnadura a la
palabra. Y esa encarnadura solamente la puede dar la izquierda democrática”, decía don Binner.
Y entonces iba al hueso: “Queremos
definir lo que es el progresismo: progresismo es confianza. Una sociedad donde
nos podamos dar la mano, donde creamos que es importante el dialogo y la
concertación para poder avanzar”.
Y todos los argentinos sabemos que si hay algo que desvela a
nuestra sociedad, es poder definir la palabra progresismo. Porque eso es lo importante,
definirlo.
No importa si se hacen alianzas con Macri, si hay que asociarse
con el Grupo Clarin en Expoagro. No importa. No importa si se gobierna una
Provincia y se la endeuda en forma récord o si se demuestra una incapacidad de
gestión desesperante. No importa si se compran periodistas, ni importa cuando
se hace negocio con el traslado del Puerto, favoreciendo al dueño de un diario
a la vez socio de Clarin.
No importa si se paraliza la obra pública durante cuatro años, y
tampoco importa si el Jefe de Policía de la Provincia es socio de los narcos.
No importa si se persigue a un maestro de pueblo porque en la escuelita –que se
llueve y se está derrumbando- se representó una obra de teatro que al gobierno
progresista no le gusta. No importa.
Como tampoco importa si en las escuelas técnicas el Ministerio
presiona y amenaza a los profesores,a los alumnos y a los padres, para que
acepten eliminar los talleres. No importan los talleres en las escuelas
técnicas. ¿Para que quieren talleres?
No importa si durante cinco años se inauguró una sola escuela en
toda la provincia, o si en los barrios tienen que pasar días enteros sin luz
porque la recaudación de la EPE se usa para cualquier cosa, menos para invertir
en un servicio indispensable. Se aumentó la tarifa de la luz ocho veces en
cinco años, aunque el precio al que compra la provincia nunca se modificó, pero
no importa.
Como tampoco importan cinco aumentos en el servicio de agua,
mientras no se puso un solo metro de caño y las únicas obras que se hacen las
financia el Gobierno Nacional. No importa, porque a Santa Fe lo discriminan.
Tampoco importa que hace cinco años seguimos esperando que se implemente la
reforma del sistema penal, aunque se nombran funcionarios que cobran muy bien, pero
no tienen una computadora ni lugar donde trabajar. No importa, si mientras
tanto cobran, no importa.
Esas son todas cuestiones menores, porque el socialismo está
concentrado en lo trascendente: definir el progresismo.
Quisiera colaborar, así que le dejo al socialismo conservador
trotskista revolucionario, una definición de progresismo, definición que si les
pareciera bien aceptar, les dejaría el tiempo suficiente para empezar después
de cinco años a gobernar la provincia.
"Progresismo es mejorar la vida de las personas a través
del bien común desplegado en cada conformación nodal, pero sin fronteras ni
limitaciones físicas que imposibiliten su irradiación al conjunto, favoreciendo
su absorción en el universo de los seres vivos, articulando en permanente
sinergia con la biósfera y con los diversos componentes ontológicos del
ser."
#TuiteandoComoBinner
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