Es al pedo: nombran a un Papa argento y ya están los muchachos haciendo su agosto.
Y eso que no sabían de antemano, si no te armaban una Saladita en la plaza San Pedro.
¿O fue una idea de los tanos, y allá también hay buscas como acá?
En fin, como sea: tampoco es cuestión de que -por apurarse a ir a comprarlo- Bergoglio se de un porrazo:
Va a tener que aprender a levantarse un poquito la pollera para ver dónde está el siguiente escalón.
ResponderEliminarEs uno de los primeros aprendizajes, como abrocharse el corpiño o atarse una colita sin mirar, o caminar con tacos altos.
¡Fuerza, Francisco!