Perdieron por paliza, en el 2007 y en el 2011; y no aprenden, siguen haciendo lo mismo.
Los putean los cacerolos, porque no se sienten representados por ustedes (aunque la mayoría los votaron), y no encuentran mejor forma de salir del dilema, que reproducir su discurso y sus métodos, que no llevan a ninguna parte.
Al menos en política, y pensando que tienen que ganar elecciones, para poder gobernar algún día.
Frente a los proyectos de reforma que mandó Cristina al Congreso, eligen plantarse en republicanos compungidos, escribiendo un comunicado en el que hablan sólo de la mitad, y en el registro de siempre: dictadura, totalitarismo, preparan la impunidad, van por todo, cercenarán los derechos de los ciudadanos.
Parecen el famoso bloque radical de los 44 diputados que conducía Balbín durante el primer peronismo, que a cada rato amenazaba con levantarse indignados de las bancas, ante los atropellos del régimen.
Aunque hay que reconocer que por lo menos aquéllos tenían algunas cabezas pensantes (Frondizi, Larralde, Lebensohn), que podían dar un debate y sostener ideas, aunque no se estuviera de acuerdo con ellos.
Estos, en cambio, y aunque no lo reconozcan, son conducidos por Carrió, quien desde su irrelevancia electoral compara a un gobierno democrático, elegido por el 54 % de los votos, con la dictadura de Videla, de la que ella fue funcionaria, justamente en la justicia; el poder cuya independencia dicen defender.
La excusa ahora para ausentarse del debate en el Senado fue que el oficialismo no aceptaba cambios a los proyectos; lo que luego se vio que no era así, (por ejemplo en el caso de la regulación de las cautelares), pero además es una estupidez: es completamente lógico que el que detenta la mayoría legislativa (que surge de previamente haber contado con el respaldo del voto popular en las elecciones, cosa que suelen olvidar estos tipos, refugiados en los chiches logrados en el Pacto de Olivos, como el tercer senador), quiera marcar la agenda, e imponer sus proyectos.
En todo caso si sos opositor, te votaron para que lo seas, pero en serio: andá a debatir, marcá en que no estás de acuerdo, proponé cambios (aunque no te den bola: dejálos en evidencia si querés), exponé argumentos: si no convencés a los ajenos, por lo menos no dejés sin voz a los propios, a los que te votaron para que estés ahí y los representes.
Pero no: eligen el papelón como rutina, se dejan dictar el discurso desde los editoriales de los grandes medios, permiten que una sicótica les marque el rumbo, y se prestan como claque a la movidad cacerolera del 18 A, a ver si la pueden capitalizar, o de mínima: si logran que no los puteen.
Y no se trata de que sean brutos (aunque los haya, como también entre los nuestros, como no), sino de que son vagos: se acostumbraron a hacer política de este modo, y no conocen otro, ni quieren probarlo.
Están cómodos trabajando de columnistas de los medios, vegetando en cargos legislativos que renuevan una y otra vez (mientras despotrican contra la re-reelección), desligados de la obligación de gobernar (con la que tampoco se comprometen demasiado cuando les toca, como le pasa al PRO, o al socialismo acá); sin verdadera vocación por el poder.
Eso sí: no se privan nunca de descalificar al propio Congreso que integran, calificándolo de escribanía del Ejecutivo, o negándose a dar el debate, o levantándose ofendidos por cualquier cosa.
Nunca entendieron que el cambio político que introdujo Néstor Kirchner desde aquél 25 de mayo del 2003 (reivindicando la autonomía de la política frente a las lógicas corporativas) también los beneficiaba a ustedes; o sí lo entendieron, pero prefirieron la comodidad (por vagos) de seguir haciendo política del mismo modo (cómodo y fácil) de siempre, atentos a todos los reclamos (públicos o privados) de cuanto nudo de intereses corporativos anda suelto.
Porque ahora critican los proyectos del gobierno (por ejemplo las nuevas Cámaras de Casación, la reforma al Consejo de la Magistratura o la regulación de las cautelares) hablando de los ciudadanos comunes, o los jubilados, pero si así fuera: ¿por qué no fueron a defenderlos en el debate en las comisiones del Senado?
La verdad es muy otra, y ustedes la saben bien: lo que están defendiendo son otras cosas, otros intereses, que han medrado por años con la justicia que tenemos; mientras nos plantean que el problema es el sorteo de las causas que le tocan a Oyarbide, o las causas judiciales de Boudou.
Porque resulta que cuando se discutió la ley de medios, hubo foros a lo largo y a lo ancho del país, se escucharon todas las opiniones, se incorporaron montones de cambios, se dieron audiencias públicas en el Congreso y sin embargo, cuando se llegó a la discusión en diputados, plantearon inverosímiles cuestiones de privilegio y a la hora de la votación, se levantaron y se fueron, pretendiendo que así la vaciaban de legitimidad.
Un papelón tan grande que ustedes mismos (igual que ahora, donde en Diputados cambiarían de estrategia) se dieron cuenta, y dieron marcha atrás; aunque en el medio fueran a la justicia (con el diputado Thomas) a plantear una cautelar para lograr en la justicia, lo que no lograban en el recinto, dando la discusión; y en las urnas, ganándose el voto popular.
E incurren en contradicciones groseras: si plantean que la reforma del Consejo de la Magistratura (planteando el voto popular de sus integrantes) es para que el gobierno lo controle, es porque asumen que si se votara ahora, Cristina les vuelve a pasar el trapo, si no ¿cuál es el problema con que la gente vote?
La respuesta es fácil: el mismo que si votan los pibes desde los 16 años, que la mayoría no los vote a ustedes.
Por eso eligen jugar el partido en otra cancha, y volverán (por ustedes mismos, por medio de alguna ONG sospechosa) a plantear la disputa por la reforma en los tribunales, con cautelares, amparos y pedidos de inconstitucionalidad: si hasta tienen el guiño de Lorenzetti para hacerlo, y los que son abogados, se pueden levantar unos manguitos. Y si no, que le pregunten a Gil Lavedra como le reditúa el federalismo.
Pero ya no engañan a nadie con discursos republicanos, o lágrimas de cocodrilo por los pobres jubilados: cautelares, Consejo de la Magistratura, Cámaras de Casación, todo a lo que se oponen no tiene que ver con ellos, sino con otros intereses (ustedes mismos dicen que los proyectos se originaron en la disputa por la ley de medios, cosa que nadie niega).
Que mientras usteden hacen el papel de pavotes siguen activos y trabajando, moviendo las palancas que hay que mover, donde tienen influencia, mientras ustedes dicen que el gobierno se quiere llevar puestos a los jueces independientes:
En todo caso si sos opositor, te votaron para que lo seas, pero en serio: andá a debatir, marcá en que no estás de acuerdo, proponé cambios (aunque no te den bola: dejálos en evidencia si querés), exponé argumentos: si no convencés a los ajenos, por lo menos no dejés sin voz a los propios, a los que te votaron para que estés ahí y los representes.
ResponderEliminar- María Eugenia!
- ¿Qué?
- Tenés teléfono.
Cacerolos sin rumbo y sin rumba,
ResponderEliminarLos cacerolos deberían reconocer que políticamente: - están solos -
Por caso, Carrio uso su histórico 23% para perpetuarse en el puesto
de ñoqui hablador de macanas y partido adentro; eligió detonarlo
en cuanto encontró que le disputaban la hegemonía.
Ahora hace alianzas con lo peor que tuvo el "que se vayan todos".
Si los cacerolos creen que Carrio, Bullrich, Amadeo, Binner, Morandini,
Tonelli, Tunessi, etc, etc. los representan, es por su propia incapacidad
política. Bah... en realidad hay una parte que solo busca derrocar un
gobierno constitucional y hace alianzas de coyuntura para posicionarse, ahora,
después implosionan como lo hizo la alianza de De La Rua.
Sin embargo creo que entre los cacerolos hay personas que buscan ser legitima
y democráticamente representados. Saben que derrocar el gobierno, no es la
solución a sus intereses. Y saben que el grupo Ahhhh tampoco es opción. Esos
son los que están solos. Difícil situación se les presenta. Van a tener que
formar un partido que tenga propuestas acordes a un mundo convulsionado por
la crisis económica y un sinfín de guerras de dominación imperial.
Me ecantaria escuchar de los que mencione más arriba, las propuestas políticas,
económicas y geopolíticas para el escenario mundial actual.
A asno-aznar ya lo escuché.
El caso es que salen a teóricamente defender la Constitución, contra los avances del poder ejecutivo, pero solo pongamos el caso Fayt, no hablemos de Recondo que como Secretario de Justicia de Alfonsín se encargó de avalar jueces que venían de la dictadura como de las Carreras, y luego fue premiado con un nombramiento como juez.
ResponderEliminarVolviendo a Fayt, tiene 95 años y está en su puesto por una acordada de los Supremos que declaró inconstitucional el artículo 99 inciso 4 de....., si Sres y Sras, la Constitución, esa misma que dicen defender.
Como diría alguien con quien solo comparto el espacio físico denominado Argentina, se nota mucho.
Nunca menos y abrazos
http://poesiayramosgenerales.blogspot.com.ar/2013/04/cerdo-burgues-atras-atras.html
ResponderEliminarPiumato pone su traste para blindar el de los conservadores.
ResponderEliminar¿ y los democráticos afiliados, en donde están? ¿Se dejaran usar de forros?
- paro por 72 horas en contra de la reforma judicial -
Dijo Piumato
"Vamos a defender la Constitución Nacional y la división de poderes"
En Perfil publicaron lo que sigue, con texto entre comillas:
- Para Piumato, los jueces millonarios "recibieron herencias o son corruptos"
http://www.perfil.com/politica/Para-Piumato-los-jueces-millonarios-recibieron-herencias-o-son-corruptos-20130327-0031.html
"Los jueces que son millonarios o los fiscales es porque recibieron una herencia
-que hay que ver de donde salió- o son corruptos", dijo y reiteró: "Pero al poder
la corrupción en la justicia no le preocupa".