En éste blog nos hemos ocupado reiteradas veces de la inflación (la última de ellas, ésta) señalándola como el principal problema que el gobierno debe afrontar, y una de las causas fundamentales de la pérdida de votos para el oficialismo que arrojaron las PASO.
Sin embargo es también cierto que en estos 10 años, al par que aumentaban los precios, también lo hacían los ingresos, tanto directos (salarios, jubilaciones, AUH) como indirectos (subsidios a las tarifas de los servicios públicos), de los sectores populares.
Si se pierde de vista esa circunstancia, no se entenderían los triunfos electorales amplísimos del kirchnerismo en 2007 y 2011, y el comportamiento general de la economía y los indicadores sociales: aumento del consumo que fue el motor del crecimiento, descenso del desempleo, aumento de la participación del salario en el PBI, mejora del índice de Gini; en definitivas: un proceso de mayor inclusión social, claro que con asignaturas pendientes que nadie niega.
La imagen de apertura corresponde a un cuadro desarrollado en detalle en ésta nota de Télam, que analiza la evolución de los salarios y las jubilaciones desde el 2003, a partir de decisiones políticas de los gobiernos de Néstor primero, y de Cristina después: la reactivación de las paritarias y del Consejo Nacional del Salario, la inclusión previsional, los aumentos de la jubilación mínima primero y la ley de movilidad previsional con dos aumentos anuales, luego.
El trabajo mide el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones (que es lo que verdaderamente importa) en términos de consumos normales y habituales de las familias, sea de alimentos, servicios, alquileres u otros rubros usuales.
Así leemos por ejemplo: "si en 2003 un asalariado necesitaba de un ingreso mínimo y medio para alquilar un departamento de dos ambientes en Boedo o Flores; en la actualidad, ese gasto le insume tres cuartos de su sueldo.
En tanto, si un jubilado requería más de un haber y medio para afrontar ese mismo alquiler, ahora con menos de la mínima le alcanza."
"Asimismo, un automóvil que significaba en 2003 unos 92 salarios mínimos, hoy se obtiene por 18 sueldos de la categoría más baja, según el mismo modelo.
En 2003, con un salario mínimo se podían comprar 131,5 litros de nafta súper; un pasaje en avión Buenos Aires-Córdoba; o cinco pasajes en micro a Mar del Plata.
Hoy, alcanza para 412,5 litros de súper; 3 viajes en avión a la provincia mediterránea ó 26 pasajes a La Feliz.
Para los jubilados, que con la mínima hace diez años pagaban 116 litros de combustible; un vuelo a Córdoba ó 4 en micro a Mardel; ahora pueden adquirir el equivalente a 310 litros de nafta; hacer 2 viajes y medio a Córdoba ó 20 a la ciudad balnearia más elegida del país.
En el caso del transporte, un sueldo mínimo alcanzaba en 2003 para 294 boletos de colectivo; 357 de subte; 500 de tren ó 43 viajes en taxi desde el microcentro hasta Caballito.
Actualmente son 2.200 los viajes en colectivo; 1.320 en subte; 3.300 en tren; ó 69 en taxi, desde Casa Rosada hasta Primera Junta.
En el consumo de alimentos, el salario mínimo pasó en diez años de poder comprar 31 kilos de asado a 78,5; de 119 botellas de gaseosa de litro y medio a 300; de 83 kilos de tomate a 236; de 71,5 kilos de manzana a 236; de 167 litros de leche a 446; de 50 kilos de pollo a 220; de 71,5 kilos de arroz blanco doble a 194; o de 71 kilos de yerba a 122.
También la mínima jubilación aumentó su poder de compra del asado, de 27,5 kilos a 59; de las gaseosas, de 105 a 225; de tomate, de 73 kilos a 177; de la manzana, de 63 a 177 kilos; de la leche, de 141 a 335 litros; del pollo, de 44 a 165 kilos; del arroz, de 63 a 146 kilos; o de la yerba, de 68 a 91 kilos.
En el caso de la indumentaria, con un salario mínimo se pasó de comprar 25 a 37 guardapolvos; de 5 a 13 pantalones de jean; o de 5 a 11 pares de zapatillas.
Acá los jubilados pudieron aumentar su consumo de 4 a 10 jeans; o de 4 a 8 pares de zapatillas.
En el rubro esparcimiento, la mejora adquisitiva del sueldo más bajo posibilitó que de 33 entradas al cine tradicional en 2003 se puedan comprar ahora 78 ó 53 si es para proyecciones 3D.
También que de 125 diarios se pasaran a comprar 471; de 25 a 69 menús ejecutivos; de 12,5 a 50,5 pizzas grandes de muzzarella; de 14 a 33 kilos de helado; o de 21 a 47 docenas de empanadas.
Por su parte, los abuelos pudieron pasar de 37 a 69 entradas de cine tradicional, ó 43 en 3D; de 110 diarios a 354; de 22 a 52 menús ejecutivos; de 11 a 38 grandes de muzza; de 12 a 25 kilos de helado; y de 18 a 35 docenas de empanadas.
En cuanto a los electrodomésticos, el mínimo tanto salarial como jubilatorio permitió mejorar las chances de comprarlos. Así, un lavarropas que en 2003 requería de dos sueldos y medio, pasó a poder ser adquirido por tres cuartos de ingreso; una cocina, de dos salarios a menos de medio; una heladera con freezer, de cuatro a menos de uno.
También los jubilados que antes debían destinar más de tres haberes y medio para un lavarropas, hoy lo sacan por menos un mínimo; y si en una cocina empleaban dos jubilaciones, ahora la compran con media.
En el caso de una heladera con freezer, de requerir cuatro jubilaciones y media se pasó a poco más de una; para un microondas, de casi una y media a un tercio; y para un televisor, de más de dos mínimas a tres cuartos.
En el caso de los celulares, el asalariado más bajo pasó de poder comprar 2 a tener la posibilidad de adquirir 8 aparatos; y el jubilado del menor escalafón, de 2 a 7."
En la nota se explican más detalles del estudio, y está la opción de detallarlo por rubros.
Cuando la foto de hoy marca que la inflación preocupa a la gente y golpea electoralmente al gobierno, viene bien recordar el conjunto de la película; para no perder la perspectiva.
Sobre todo en estos tiempos en que casi nadie se priva de teorizar sobre el fin de ciclo kirchnerista, y despotricar contra la inflación; sin dar mayores precisiones sobre como la combatiría, porque recetas hay muchas, pero no todas tienen socialmente el mismo costo.
Aun asumiendo que a partir del 2015 la Argentina cambie de signo político o de rumbo de gestión luego de tres gobiernos kirchneristas, estaría bueno que nos preguntáramos si los proyectos políticos que aspiran a reemplazarlos están en condiciones de garantizar (más allá de los instrumentos puntuales que puedan escoger para atacar la inflación, o sostener los ingresos de la población) que la película (es decir el sentido global del proceso, de recuperación de los ingresos de la mayoría de la población) siga siendo la misma; aun con otros directores.
Mientras tanto, esto es lo que propone +s.a.
ResponderEliminar“En este contexto político, es llamativo y preocupante que el economista Martín Redrado, candidato del stablishment y del entramado político del postulante del Partido Renovador Sergio Massa, haya establecido contactos ultrareservados (confirmados por dos fuentes a Tiempo Argentino) con referentes financieros del exterior para garantizarles que si llegan al poder “solucionarán el problema de la deuda” externa.
Esta definición, en lenguaje coloquial, quiere decir que Redrado, en nombre de Massa o de forma autónoma pero actuando como su delfín en un hipotético futuro gobierno del hoy alcalde de Tigre, garantizó el pago de la deuda aún en default a cambio de confirmar el apoyo tácito de los Estados Unidos y del stablishment duro a la postulación de Massita.
Los conciliábulos de Redrado con algunos acreedores están en sintonía con uno de las primeros concilios que mantuvieron, en el más absoluto de los secretos, Sergio Massa y su equipo económico con los principales referentes de la banca extranjera, aglutinada en la Asociación de Bancos Argentinos (ABA).
En dicha reunión, confirmada a Tiempo por el economista massista Raúl Delgado, en la que además de Redrado también estuvo presente José Ignacio De Mendiguren, el candidato del Frente Renovador también les aseguró a los ejecutivos que responden a la banca foránea que si alcanzan el poder regresarán a los legados del neoliberalismo.
Estas maniobras de Redrado, con o sin aval de Massa, explican, de alguna manera, cuál es el papel que está jugando el denominado “círculo rojo” (al que hizo alusión Mauricio Macri) en la búsqueda por socavar, mediante ardides políticos y económicos, a un gobierno elegido democráticamente por el 54% de los argentinos.”
http://tiempo.infonews.com/2013/09/08/argentina-108995-la-busqueda-de-una-solucion-para-defenderse-de-los-buitres.php
Si a esto sumamos los dichos sobre metas de inflación, esas que tan buen resultado le están dando a Dilma en el contexto de la crisis internacional, y cuyas consecuencias inmediatas son suba de tasas y restricción de crédito, y mediatas son caída de inversión, producción, empleo y consumo, y la espiral descendente que sufrimos de Prebisch para aquí.
Nosotros somos Ella, abrazos