Hace un par de días atrás, leíamos en El Cronista que la Secretaría de Comercio de la nación creó un Régimen Informativo de Precios mediante el cual todas las empresas productoras de insumos y bienes finales que facturen más de $ 183 millones por año deberán informarle mensualmente los precios vigentes de todos sus productos. Quedan afuera de esta exigencia las micro, pequeñas y medianas empresas.
También están incluidas en este pedido de información todas aquellas firmas distribuidoras y/o comercializadoras de insumos y bienes finales cuyas ventas en el mercado interno hayan superado los $ 250 millones durante 2013.
Hoy leemos en Ambito Financiero: "Las empresas productoras de alimentos, bebidas, artículos de limpieza y de consumo masivo deberán explicar al Ministerio de Economía los aumentos de precios que aplicaron desde enero, aunque éstos estén fuera del congelamiento que el Gobierno quiere extender hasta el primero de junio. Serán unas 200 compañías las que, por citación del secretario de Comercio Interior Augusto Costa, tendrán que comenzar a negociar desde la próxima semana en el palacio de Hacienda la extensión en el tiempo y ampliación en la cantidad de productos dentro del acuerdo de Precios Cuidados. Pero además de negarles la autorización para que aumenten los precios que figuran en el listado de los 186 productos del pacto cerrado la primera semana de enero de este año, también tendrán que dar explicaciones sobre por qué hubo incrementos de precios (siempre desmedidos e injustificados para la visión oficial), en el resto de los productos que esas empresas colocan en los super e hipermercados. Se trata, según el local, de entre 10.000 y 20.000 productos, que según la interpretación de las compañías están fuera del acuerdo de precios y pueden venderse al precio de mercado.
Además las empresas no podrán incluir los aumentos en los costos de las paritarias como elemento de negociación para alteraciones en los precios de los productos, ni en su versión de los congelamientos ni en las explicaciones sobre por qué subieron los precios en los bienes que están fuera del acuerdo vigente.
Las empresas también deberán llevar las explicaciones que desde la semana pasada se les pide desde la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia a través de una "Cédula de Notificación" que unas 200 compañías ya recibieron y que les pide que envíen a la Comisión los datos sobre todos los productos que en los últimos cinco años comercializó la compañía según marca, marca comercial, presentación, especificaciones, canal de distribución, unidades vendidas mensualmente, ventas mensuales en pesos sin IVA (y con IVA), precios de lista por producto, mercado total en unidades y pesos por año, participación del mercado en unidades y pesos, competidores, condiciones de venta (contado, descuentos y bonificaciones), exportaciones del producto, capacidad instalada utilizada para producir dicho producto y las inversiones que se piensa realizar para producir ese bien en los próximos cinco años.".
Y también hoy leemos en Ambito que "el Banco Central aumentó ayer la presión sobre cuatro grandes bancos privados que, hasta ahora, habían resistido con artilugios contables la orden de liquidar contratos de dólar a futuro por temor a quedar expuestos a una devaluación.
El organismo publicó ayer una normativa en su sitio web que obligó a las entidades financieras a vender todos estos derivados.
Muchos grandes bancos privados habían optado por sortear la exigencia y "esconder" su posición en dólares: cuatro grandes entidades del sistema vendieron contratos de dólar a sociedades que pertenecían a sus mismos grupos, que no presentaban con éste un balance consolidado, para evitar deshacerse de los derivados, escatimar la oferta en el mercado cambiario y atenuar el impacto que hacia delante podría provocarles una depreciación del peso. Otros bancos más audaces, en cambio, optaron por lanzarse directamente a incumplir la normativa oficial y afrontar las multas que estaban previstas.
El Central tomó la primera reacción frente a esto quintuplicando el tamaño de las sanciones para quienes no se adecuaran e incluyó la posibilidad de revocarles la autorización para operar en el mercado cambiario.".
Las dos primeras medidas (más las denuncias que tramita Defensa de la Competecia por abuso de posición dominante) apuntan directamente al alza de precios verificada en el primer bimestre y que se reflejó en los índices del IPCNU; y a través de ella el gobierno se mete decididamente en un tema tabú para las empresas, como es el de sus costos reales.
Porque los mismos empresarios dicen estar preocupados por la inflación pero a la hora de enumerar sus causas, apuntan al Estado, el gasto público, la emisión, la presión impositiva o los salarios; sin transparentar nunca sus costos reales de producción y comercialización, porque de ese modo transparentarían sus márgenes de ganancias, que en muchos casos son exhorbitantes.
Desde el gobierno ya cruzaron el pedido de los empresarios de aumentar precios a cuenta de lo que se pacte en paritarias que o no están aun vencidas (como la de la alimentación que vence en mayo), o recién están comenzando.
Las medidas del Central en cambio, apuntan a desinflar las expectativas (mas bien presiones) por una nueva devaluación, que se están empezando a sentir; y a cortar de cuajo las maniobras de los bancos que con el pretexto de proteger sus patrimonios de una futura y eventual devaluación, la estaban forzando para obtener ganancias siderales cuando se produjera.
Que las medidas de BCRA están por el camino correcto lo deja entrever acá un habitual vocero de la citiy y los bancos como Espert, que dice que la nueva regulación "descapitalizará" a los bancos, que nadan en plata y vienen de un 2013 con ganancias siderales.
De cualquier modo las medidas muestran a un gobierno activo en el seguimiento de una coyuntura compleja y trabajando sobre dos problemas (la inflación y el tipo de cambio) íntimanente vinculados entre sí.
Con una presencia firme y regulatoria del Estado, como debe ser; porque como solía decir Perón, todos los hombres son buenos, pero si se los vigila son mejores.
Sin embargo Kumpas, Comercio sigue convalidando precios con muchísimo colchón, miren esto
ResponderEliminar"En ese proceso de controversia cultural aplican el ingenio hasta el límite. Un caso: las panaderías del lugar venden pan a $ 20/25 el kilo. El municipio compra harina en un molino de Bragado a $ 4 el kilo y licita entre las panaderías la manufactura de 600 kilos por día para atender a su hospital, su hermoso centro de vivienda para jubilados y otras funciones sociales. En total, el pan le cuesta $ 5,5. Mientras tanto, siguen rumiando cómo tener un molino pequeño propio y alguna elaboración"
http://tiempo.infonews.com/2014/03/20/editorial-120844-tapalque-quiere-producir-lo-que-consume.php
Está bien que no hayan querido ser descorteses, pero ya con los Precios Cuidados, pactados por encima de los valores de góndola, luego que de la desaforada remarcación de noviembre y diciembre, supongo que con disimulada vista al costado de la Secretaría, esperando que no hubiese aumentos posteriores, el resultado fue que antes y después de la devaluación los tipos siguieron remarcando, y solo ahora que les bajaron las ventas empezaron a moderarse.
Nunca menos y abrazos