LAS MEDIDAS DEL BANCO CENTRAL: PEQUEÑOS GRANDES DETALLES

Por A.C.

En el mes de Febrero de este año el BCRA emitió la Comunicación A 5536. Por la misma se obligaba a los bancos a reducir los activos en moneda extranjera que tienen en relación a su patrimonio. Es decir, que los bancos debían vender parte de su tenencia en dólares , ya sea en moneda o en contratos a futuro, reinstaurándose así un antiguo límite a las tenencias bancarias de activos dolarizados, que había sido creado en el año 2003.

A partir de la medida, los bancos no podrían tener en divisas más del 30 por ciento de su cartera, otorgándose plazo hasta el 30 de abril para que adecuaran totalmente su tenencia de divisas a la nueva normativa.

Era necesario “desarmar” la tenencia en dólares de los bancos, luego de la maniobra devaluatoria de enero, maniobras a la que son tan afectos y para las que tienen tanta gimnasia. Maniobras devaluatorias que siempre están dispuestos a reiterar.

Ese mismo sector bancario, que desde sus voceros adoradores del libre mercado, siempre reclama reglas claras y normativa transparente, era lógico, que de acuerdo a su costumbre, intentaría evitar el cumplimiento de lo dispuesto por el Banco Central, es decir que buscarían la forma de no cumplir la ley.

Y en los primeros días posteriores a la medida, salieron a liquidar algunas tenencias en dólares, como para dar señales de cumplimiento, pero mientras tanto, ya tenían la solución para evitar desprenderse de sus activos en dólares. Es decir la forma de violar la ley. Según fuentes del propio mercado, las entidades financieras tendrían aproximadamente el 50 por ciento de sus posiciones dolarizadas, que ascenderían a unos 9000 millones de la moneda estadounidense. 

Entonces los grandes bancos privados, después de vender algunas tenencias, recurrieron a un artilugio “contable”: vendían sus contratos en dólares a sociedades vinculadas a su mismo grupo económico, ya que esas firmas vinculadas tiene su propio balance, y por lo tanto es un balance distinto al del banco. Un pequeño detalle. 

Así, se vendían ellos mismos las tenencias en dólares, y evitaban deshacerse de esos contratos, y además bajaban la oferta de venta en el mercado cambiario, y por lo tanto, evitaban que su precio siguiera cayendo, como ocurrió por la inicial fuerte venta luego de la medida del Banco Central.

En consecuencia, a la Comunicación 5536 hacía falta perfeccionarla, cerrar el camino de fuga mediante la venta propia de activos en dólares. En el mercado se sabía que la Comunicación 5536 había dejado de ser un problema, porque se disponía de la herramienta para incumplirla. 

Por una nueva normativa del 19/03/14 (Comunicación 5563) ,el Banco Central obliga ahora a las entidades financieras a vender los contratos a futuro que habían sido transferidos a sus empresas vinculadas. A partir de la nueva Comunicación, a los bancos se le computarán como tenencia en dólares propia, las operaciones de venta a término realizadas con firmas del mismo grupo. Es decir, se pone fin al artilugio “contable”, el pase mágico de mercado, a las “transferencias” que no son más que cambios de sellos en un contrato, mientras los dueños siguen siendo los mismos.

Como los grandes bancos privados siempre están apostando a la devaluación, operando –de cualquier forma- para desvalorizar el peso, su insistencia y sus maniobras poco claras para  mantener su cartera en dólares, son justamente por y para ese fin devaluatorio. Objetivo que jamás abandonan.

Porque si lo consiguen, mientras poseen una fuerte cartera en dólares, al devaluarse el peso, sus balances se incrementan astronomicamente. En los balances post devaluación, traducen su tenencia en dólares a pesos, y mágicamente, sus números se elevan al ritmo de la devaluación, absorbiendo una enorme transferencia de recursos.

Buenos muchachos. Los mismos que en el año 2013, incrementaron sus beneficios un 50,2% respecto del año 2012, como se desprende del  “Informe sobre Bancos” que publica el Banco Central. Estos mismos muchachos que estarán por estas horas, buscando alguna “alternativa” –legal o ilegal- a la nueva Comunicación 5563. Por eso, en el Banco Central deberán seguir las 24 horas con los ojos abiertos.