No es necesario ser muy piola para no advertir que la rajadura existe ni para no darse cuenta de quienes la representan. DOS MODELOS de país. Los poderosos que no están dispuestos a perder un milímetro de sus abusos centenarios ... y el resto. Esas viejas primeras planas son iguales a las de hoy, sin milicos que cumplan sus órdenes pero con poder suficiente como para contar con un ejército de jueces y otros marmotas con mente formateada que tragan vidrio a lo pavote. A pesar de ellos, se avanzó como jamás lo pensamos, después de tantas canalladas durante casi 50 años. Por esa rajadura sangran copiosamente por el corte del jugoso negocio que NUESTRO VICEPRESIDENTE les birló, por el Fútbol para todos, la impresión de billetes que a Boldt y a Clarín les sacaron del buche, por las comisiones perdidas en las refinanciaciones y los megagarques. Por supuesto que tienen muchos motivos para estar hiper-recontra-sacados.
Siempre fueron iguales de hijos de re mil putas.
ResponderEliminarNo es necesario ser muy piola para no advertir que la rajadura existe ni para no darse cuenta de quienes la representan.
ResponderEliminarDOS MODELOS de país. Los poderosos que no están dispuestos a perder un milímetro de sus abusos centenarios ... y el resto. Esas viejas primeras planas son iguales a las de hoy, sin milicos que cumplan sus órdenes pero con poder suficiente como para contar con un ejército de jueces y otros marmotas con mente formateada que tragan vidrio a lo pavote.
A pesar de ellos, se avanzó como jamás lo pensamos, después de tantas canalladas durante casi 50 años.
Por esa rajadura sangran copiosamente por el corte del jugoso negocio que NUESTRO VICEPRESIDENTE les birló, por el Fútbol para todos, la impresión de billetes que a Boldt y a Clarín les sacaron del buche, por las comisiones perdidas en las refinanciaciones y los megagarques.
Por supuesto que tienen muchos motivos para estar hiper-recontra-sacados.
Saludos
Amigo, te seguis olvidando cuando Perón pedia hacer tronar el escarmiento.
ResponderEliminarEl problema, estimado, es que estos no lo pidieron: lo hicieron tronar.
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