miércoles, 3 de diciembre de 2014

LA EXTORSIÓN, UNA COSTUMBRE PROGRESISTA


El sábado pasado te contábamos acá el caso de la EPE y las partidas que supuestamente tendría que mandar la nación para obras por más de 1022 millones de pesos en Santa Fe; incluidas por Bonfatti en el Presupuesto 2015 como extorsión: si no llegan los fondos (que los calcularon ellos, no la nación), aumentan las tarifas.

Parece que el ejemplo cunde, y Corral decidió tomar por el mismo camino: leemos en el diario del Loco Lindo que incluyó en el proyecto de presupuesto municipal para el año que viene 70 millones de pesos del Fondo de Obras Menores, para obras en los barrios del oeste y norte, los más postergados de la ciudad.

Sobre el tema, leemos a la concejala del PJ Silvina Frana "para Frana fue una inclusión indebida e ilegal: “No podés incluir un fondo de una ley que no está aprobada”. Respecto al destino que el Ejecutivo le daría a estos recursos (obras viales en los barrios más postergados de la ciudad), la edil consideró que “es una forma de apriete político”. Y preguntó: ¿Por qué no dejan sin efecto las obras más céntricas y ponen en riesgo las que no son tan urgentes si no llegan estos fondos?”, cerró."

La pregunta final de Frana podría ser respondida de un modo muy sencillo: porque en las zonas céntricas es en donde la gestión de Corral obtiene sus votos (ver al respecto acá), y por ende les da prioridad en el presupuesto para cuidar su propia base electoral.

Sin embargo lo que apunta Frana respecto a la indebida inclusión en el presupuesto del Fondo de Obras Menores es correctísimo: es como calcular los recursos del presupuesto en base a los ingresos de impuestos que no existen, porque no han sido aprobados.

Porque por estos momentos la Legislatura provincial discute un proyecto del oficialismo para modificar el Fondo (Bonfatti acaba de habilitar su tratamiento en extraordinarias), al sólo efecto de incluir en él a Santa Fe y Rosario, que hoy no están, pero está trabado en el Senado.

Y la razón es que los senadores (como también lo plantearon en su momento los diputados, intendentes y presidentes comunales del PJ, y no pocos del FPCyS) plantean que además de incluir a las dos ciudades más grandes (no casualmente gobernadas por el Frente Progresista), los recursos del Fondo se transfieran a los municipios y comunas como manda la ley, es decir automáticamente.

Y no mediante el engorroso sistema reglamentado por Binner en el 2008 violando la ley (ver al respecto acá), que exige que presenten proyectos y la provincia los aprueba, para recién entonces girar los fondos. 

No hace falta ser muy sagaz para advertir que si se incluyera en ese sistema a Santa Fe y Rosario en pleno año electoral, la velocidad con la que se aprobarían los proyectos según el color político de la gestión municipal o comunal (que es lo que ha venido pasando hasta ahora: ver acá) diferiría sustancialmente.

Y al mismo tiempo en el Senado se reclama -para apoyar los cambios a la ley del Fondo- que se eleve la participación de las municipalidades y comunas en los recursos del Fondo Soja que manda la nación del 30 % al 50 %. 

De modo que estando así las cosas, la inclusión en el presupuesto municipal de una partida de 70 millones de pesos para obras provenientes del Fondo de Obras Menores no es sólo incorrecta técnicamente, sino extorsiva políticamente: Corral quiere responsabilizar a los concejales del PJ si no se hacen obras en los barrios más postergados de la ciudad; y si finalmente no se modifica el Fondo, a los legisladores provinciales del peronismo.

O les pone como alternativa endeudar a la municipalidad (que ya tiene una situación de endeudamiento creciente) en esa suma para hacer las obras.

Supuestamente, porque ya vimos acá lo que pasó con los créditos pedidos para pavimentar los barrios del cordón oeste: buena parte terminó en el asfaltado de las calles del puerto, para la carrera del TC 2000.

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