Leemos acá en la corneta que el Senado aprobó esta semana el proyecto presentado por Pichetto y Aníbal Fernández para adelantar al 1º de agosto del año que viene la entrada en vigencia del nuevo Código Civil y Comercial, originalmente prevista para el 1º de enero del 2016.
Sobre el trámite del proyecto, leemos: "como recién obtuvo dictamen ayer en comisión, requirió los dos tercios para habilitar el tratamiento sobre tablas. Para hacerlo, logró el apoyo del interbloque del Peronismo Federal. En tanto, la UCR, el FAP-UNEN y el PRO se opusieron a acelerar los plazos parlamentarios." O sea que los radicales (entre otros) no querían que se aprobara ayer mismo, sino en la próxima sesión.
O no, porque en el párrafo siguiente leemos: "En la votación, el escenario fue diferente. El Peronismo Federal se opuso a adelantar la entrada en vigencia del Código Civil, mientras que la UCR acompañó. "No encontramos razones oscuras", justificó el jefe del bloque radical Gerardo Morales, al explicar por qué su bloque acompañó la iniciativa en el recito, donde el proyecto consiguió media sanción. "Estamos de acuerdo que se ponga en marcha antes", agregó Ernesto Sanz." (las negritas son nuestras)
O sea que en el escaso tiempo que medió en la sesión entre el pedido de tratamiento sobre tablas, y la discusión del proyecto en sí, los radicales cambiaron de opinión: les parecía bien que el Código entrara a regir antes, y no veían nada raro ni oculto en eso.
Lo cual es extraño, porque cuando se discutió en el Senado el Código el año pasado, se levantaron del recinto en medio del debate y se fueron: "Minutos antes de la votación, que resultó en 39 sufragios positivos y uno negativo, el bloque de la UCR se retiró del recinto, a modo de protesta por el tratamiento de la iniciativa.", consignaba entonces la Nación.
A ver si entendés: en noviembre del año pasado les parecía apresurado que el nuevo Código entrara a regir en enero del 2016, pero en diciembre del 2014 les parece bien que entre a regir en agosto del año que viene.
Pero la historia no termina ahí, sigamos en la misma nota: "Ahora, será debatido en Diputados, donde se espera que lo conviertan en ley antes de fin de año.Allí, puede encontrar obstáculos de parte d ela oposición. "Acelerar la discusión del Código Procesal Penal, sacar del Código Civil la responsabilidad del Estado y de los funcionarios ante hechos ilícitos y ahora adelantar la puesta en vigencia de ese Código; nada parece ser casualidad. Y no lo es", dijo a Clarín el diputado radical y precandidato a presidente Julio Cobos ni bien presentaron el proyecto los senadores K. ". (las negritas son nuestras)
O sea que aunque los radicales te levanten la mano en el Senado porque dicen que no ven nada raro en el proyecto (que temita éste el de las "intenciones oscuras" de las leyes), ya te anticipan que en Diputados se van a oponer, porque hay cosas turbias atrás.
Y esas "intenciones ocultas" pasarían en parte por "sacar" del Código un tema (la responsabilidad del Estado y sus funcionarios) que estaba regulado en un sólo artículo (el 1112); y que ya cuenta con una ley sancionada por el Congreso, la 26.944 que está vigente desde agosto de éste año (ver acá el texto).
Buenas CKSF,
ResponderEliminarEsas contradicciones se explican por la necesidad de cada candidato de jugar un rol opositor original, algo que los oponga al oficialismo y a la vez los distinga del resto de los opositores, incluso dentro de un mismo espacio.
Por eso siempre en la oposición hay quien se opone fervientemente y presenta un amparo, hay quien se opone, habla a los medios y no da quorum, hay alguien que se opone pero da quorum, hay quien se opone en particular pero no en general, y hay quien se opone al bloqueo de un compañero de bloque o se opone a la facilitación de otro compañero de bloque. Ese último es el caso de Cobos vs Sanz, y no tiene más finalidad que contar porotos dentro de la bancada para ver quién sigue a quién a la hora de repartir los restos de lo que quede de la UCR en 2015. O sea, el internismo típico radical.
De Cobos no puede sorprender a esta altura. Como vice desempató en la ley del 82% móvil que vetó Cristina, mientras que como goberna mendocino vetó el 82% del legislativo de su provincia, así que coherencia no le vamos a pedir respecto de sus compañeros de bancada.
Saludos,
Andrés