Sobre el anuncio del niño Mauricio de levantar el cepo el primer día de su gobierno, leemos en Infobae a un kirchnerizado Cleto: "Yo le gano a Macri en las PASO, pero los que lo hayan votado a él no me van a votar a mí en la general porque no es el mismo proyecto y la suma de votos no va a ser aritmética", explicó. Entre las diferencias que identificó el ex vicepresidente está la política sobre el cepo cambiario. Ayer, el jefe del PRO prometió que una de sus primeras decisiones en caso de llegar jefe de Estado será levantar esa restricción al dólar. Y para Cobos, esa no es una buena medida.
"Si libera el cepo habrá más inflación y se va a disparar el dólar", indicó. "¿Usted cree que si Macri libera el dólar el blue va a bajar al precio oficial de la divisa? ¡Va a ser al revés y habrá más inflación! Esto ya ha pasado", aseguró. En ese sentido, observó que "ningún economista opina que hay que hacer esto". "Si fuera tan fácil ya lo hubiera hecho el mismo gobierno nacional", acotó.
Esta mañana, en declaraciones radio Con vos, el legislador amplió sus críticas sobre ese punto (que también había retomado por Twitter). Sostuvo que con esa promesa "genera expectativas falsas", difíciles de cumplir. "No lo puede hacer. O tiene el concepto de decir 'los vamos a pagar con mayor pobreza y mayor desempleo'".".
En apretada síntesis, diremos que la cleteada deja en evidencia unas cuantas cuestiones a tener en cuenta:
* El espíritu triunfalista que se apoderó de los nuevos aliados (que ya se sienten gobierno y discuten en público como se repartirían un poder no conquistado aun) no se condice con el contexto en el que la UCR tomó la decisión de ir con el PRO; que distó mucho de ser unánime y tranquilo, y que tampoco da seguridades claras sobre la validez de los acuerdos locales (Morales ya las está reclamando).
* Tampoco se corresponde tanta euforia y optimismo con el hecho (objetivo) de que la nueva alianza nace sobre las cenizas del fallecido FAUNEN, que se lanzara hace apenas 11 meses con parecidos ímpetus; para terminar en la absoluta intrascendencia, sin poder siquiera figurar como opción realmente disponible en la discusión de la convención de la UCR.
* La idea de Macri de "la interna es por todo, el que gana gobierna, el otro acompaña, y cada uno arma sus equipos" no es precisamente la más aconsejable para seducir no ya al votante radical, sino al aparato partidario, que podría sentirse falto de incentivos para poner al hombro a fondo en la campaña.
* La oposición sigue atrapada en la discusión entre "caprilizarse" o no, no sólo en el aspecto metodológico de articular una "unidad de todos" contra el kirchnerismo, sino fundamentalmente en el conceptual de definir si harán tabla rasa con todo lo avanzado en estos años, o "conservarán lo bueno y modificarán lo malo"; debiendo definir además en tal caso, que colocan en cada casillero.
* Mientras la oposición arma y desarma acuerdos como mecanos o jengas, el kirchnerismo sigue firme con la misma sigla electoral desde el 2003, y el mismo núcleo duro de apoyos, oscilando en su expresión electoral al compás de las viscisitudes socioeconómicas (así el 2009 comparado con el 2007, y el 2013 comparado con el 2011); y las características de las elección (legislativa o presidencial).
* Los desprendimientos del kirchnerismo fueron mayoritariamente individuales (Lavagna, Julio Bárbaro, Ocaña, Alberto Fernández, Lousteau) y de absoluta intrascendencia en términos electorales, condición ésta que comparten con otros (como Moyano) que tienen una expresión más orgánica.
* La excepciones a esa regla (en tanto pueden exhibir cierto capital electoral propio) son justamente Cobos, y Massa: uno quedó marginado de la pelea presidencial, y el otro está siendo constantemente presionado para bajarse, mientras declina en las encuestas. Donde irán sus votos (sobre todo en el segundo caso) es una incógnita.
Y donde esta Carrio, vuela todo por el aire.
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