La primera reflexión que suscita esto de "las 100 propuestas de Lifschitz para sus primeros 100 días de gestión" es que entonces todo el famoso "Plan Estratégico", las "asambleas ciudadanas" y el "proyecto de una Santa Fe de acá a 30 años" (luego reducidos a 20), eran pura sarasa: ahora todo depende del libro donde el candidato del oficialismo dice lo que hará de llegar al gobierno.
Y la segunda es que la interna socialista está al rojo vivo: Lifschitz parece tener soluciones para todos los problemas que tiene Santa Fe, pero no se entiende por qué no se las arrima a Bonfatti para que las empiece a poner en práctica; cuando todavía le quedan seis meses de mandato.
Al respecto, leemos en La Capital: "En el plano productivo, propuso crear la corporación financiera y un consorcio de bancos locales, a través de bancos cooperativos y el Banco Municipal. Asimismo, instará a replantear la relación de la provincia con el Banco de Santa Fe para exigirle mayores prestaciones para el sector productivo...". (las negritas son nuestras)
Hace apenas una semana atrás, señalábamos acá las similitudes que hay -a la hora de gobernar- entre el supuesto "progresismo" del FPCyS y la segura derecha del PRO.
Y específicamente en lo que hace a las políticas de aliento a la producción, la Corporación Financiera, y la relación entre el Nuevo Banco de Santa Fe S.A. de Eskenazy, dijimos: "Entre los antecedentes exigidos a los oferentes de la licitación, se pedía formular un Plan de Negocios, en el que debían detallar “…la aplicación del capital prestable obtenido por ser Agente Financiero y Caja Obligada, considerando como eje prioritario contribuir al financiamiento de la actividad productiva en la Provincia de Santa Fe y al desarrollo local.”.
El Plan debía garantizar, según el pliego “…la instrumentación de líneas de financiamiento para Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), para Investigación y Desarrollo (I+D) aplicado a la innovación productiva, para Comercio Exterior y estímulo a las exportaciones, para el Sector Agropecuario, para el Sector Industrial…” entre otras cuestiones como los préstamos al consumo para los agentes estatales.
Sin conocer el Plan de Negocios concreto presentado por el Nuevo Banco de Santa Fe S.A., pero sí que su oferta de canon superó el mínimo establecido en apenas 40.000 $ (lo que deja a las claras su certeza casi absoluta de quedarse con el contrato), se puede inferir que no contendría un aporte gravitante a la economía provincial; a lo que hay que sumar que el mismo pliego no estableció ninguna pauta concreta y mensurable para que las autoridades provinciales lo evaluasen, y -sobre todo- una sanción si no lo presentaba, o si no lo cumplía prestando a las empresas santafesinas.
En ninguno de los documentos del proceso de contratación del nuevo agente financiero se contempla un destino específico para los importes que éste debe abonar en concepto de canon fijo, y muchos menos que ese dinero (un mínimo de 75 millones de pesos durante los primeros cinco años del contrato) se destine a promover actividades productivas.
La falta de implementación de la Corporación para el Fomento del Desarrollo prevista en la Ley 11.696 mantuvo inmovilizados los recursos asignados al ente liquidador del ex Banco de Santa Fe SAPEM, que ascendían a 21.753.000 $ en el 2009; a los que deben añadirse los provenientes de la ejecución judicial de garantías o acreencias contra los deudores de la banca pública, o el repago de los créditos refinanciados; y de los cuales el gobierno de Binner (a contramano de una política de aliento a la producción) echó mano mediante el Decreto 1266/09 para transferir más de 75 millones de pesos al Tesoro provincial, para enjugar su déficit.
Como consecuencia de esa decisión no pudo cumplirse con lo dispuesto por el Decreto 1039/07 que contemplaba afectar hasta 15 millones de pesos del mismo origen (el fideicomiso del ex Banco Provincial) para créditos a pequeñas y medianas empresas otorgados por el Ministerio de la Producción; y lo mismo sucedió con los fondos asignados por la Ley 12.733 (2007) para constituir una sociedad de garantías recíprocas (SGR), que formara un fondo de garantías para que las pymes santafesinas pudieran acceder al crédito. Además el Ministerio de la Producción no hizo ninguna gestión para que el sector privado aportara a la conformación de ese fondo de garantía, como lo mandaba la ley.
No parece que el proyecto de Corporación Para el Desarrollo remitido por el gobierno provincial a la Legislatura casi al final del gobierno de Binner pueda satisfacer esos objetivos; desde que no contempla ninguna fuente concreta, identificada y segura de financiamiento para el nuevo ente a crearse, y difiere a un estudio que demandará dos años más, su estructura jurídica de funcionamiento.". (las negritas son siempre nuestras)
Sin tantas palabras, Lifschitz está diciendo ahora lo mismo: desde el 2007 para acá, el socialismo no desarrolló ninguna política concreto de aliento a la producción en Santa Fe.
Y lo peor es que sigue prometiendo más de lo mismo, o sea, en concreto: nada.
Por contraste, habría que ver cuantas empresas santafesinas recibieron créditos de los bancos (incluyendo el NBSF) a partir de la línea obligatoria de financiamiento productivo que estableció el Banco Central; a partir de la reforma de su Carta Orgánica en 2012, que socialistas y radicales votaron en contra.
Por contraste, habría que ver cuantas empresas santafesinas recibieron créditos de los bancos (incluyendo el NBSF) a partir de la línea obligatoria de financiamiento productivo que estableció el Banco Central; a partir de la reforma de su Carta Orgánica en 2012, que socialistas y radicales votaron en contra.
Eso de "bancos cooperativos"... ¿cuántos hay, aparte del Credicoop?
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