miércoles, 24 de junio de 2015

¿SE PINCHA EL GLOBO?


La confirmación de la derrota (aun no aceptada formalmente) de Miguel Del Sel en las elecciones de Santa Fe, una elección porteña con resultado incierto, un triunfo en Mendoza como socio minoritario y no protagónico (y con un FPV sumando el 40 % de los votos) son hechos que encienden -paradójicamente- luces amarillas en el futuro del PRO.

Disgresión sobre el caso santafesino: desmintiendo a los cultores del "voto útil", a Del Sel no lo terminó venciendo el progresismo (que apenas logró sumar 51.000 votos más desde las PASO), sino el peronismo y Omar Perotti; que le mordieron electorado y en apenas 8 semanas de campaña recuperaron algo así como 193.000 votos, el doble de los que lograron captar adicionalmente el PRO y el FPCyS juntos, entre el 19 de abril y el 14 de junio.

Para potenciar su aventura presidencial Macri necesitaba un triunfo claro y contundente de Del Sel en Santa Fe, que se convertiría de ese modo en el primer distrito fuera de la CABA gobernador por el PRO; pero por fuerza de los acontecimientos, se hubiera conformado con ganar aunque más no fuera por el canto de una uña, como lo acaba de hacer el socialismo con Lifschitz. Ni eso tuvo.

Un resultado que además perfila para agosto y octubre una elección nacional en la provincia (hasta acá asumida como un territorio favorable al PRO) dividida en tercios, con Perotti disputando la candidura a senador pegado a la boleta de Scioli-Zannini, y con Reutemann puesto a prueba en su potencial electoral enfrentando también a Binner, sin la posibilidad del experimento amarillo de replicar en Santa Fe la alianza "Cambiemos": la UCR y la Coalición Cívica tributan a la estrategia de la "boleta corta" sin apoyar explícitamente candidaturas presidenciales, para preservar el armado del FPCyS que gobierna la provincia desde el 2007.

Las encuestas (aun las de los medios amigos, como Clarín) dan cuenta que la elección porteña marcha inexorablemente hacia un balotaje con final incierto, y perspectivas concretas de que el PRO pierda el único distrito que gobierna, a manos de Lousteau.

Si bien puede aducirse que buena parte de los votantes del ex ministro de Cristina votarán con seguridad a Macri en la elección presidencial, no puede menospreciarse el impacto político que causaría en el tramo decisivo de la campaña una derrota del PRO en el distrito que lo lanzó a la pelea nacional. 

En Córdoba (donde las elecciones serán el mismo día que las porteñas) las encuestas marcan que la fuerza que conduce Macri -que cerró una alianza amplia con la UCR y el juecismo, con expectativa cierta de ganar- viene peleando por el 2º puesto con el kirchnerismo; y el acuerdo ha implosionado a la UCR cordobesa, cuyos referentes territoriales se desmarcan de lo que ven como una segura derrota.

Y hacia futuro habrá que ver que beneficios tangibles le aportan al PRO los acuerdos cerrados en el interior con la UCR a partir de lo resuelto en la convención de Gualeguaychú: tal como vienen las cosas, parece que ganarán en el intercambio más los radicales (colgando candidatos a legisladores de la boleta presidencial de Macri, y con posibilidades de ganar alguna provincia), que el propio jefe de gobierno porteño.  

De hecho nada menos que Cobos acaba de sincerar lo que no pocos radicales piensan: esperan que pierda Sanz en la interna de "Cambiemos" (en la que funge como spárring de Macri, junto con Carrió), para luego parasitar la intención de voto de la fórmula del PRO, y mejorar la cosecha de bancas de la UCR en el Congreso.

Ni hablar del bochornoso cierre de la fórmula en la provincia de Buenos Aires (donde vota en términos concretos casi el 40 % del padrón total del país), que marcó a las claras los límites concretos de la estrategia de Durán Barba de construir un "cordón sanitario" para restringir el contacto con el peronismo en todas sus variantes.

Consideraciones sobre estrategias electorales aparte, las perspectivas sombrías que se le presenta a Macri de cara a la elección nacional ponen nuevamente en cuestión el futuro del PRO al que uno de los propios analistas de la derecha (Carlos Pagni) definió hace tiempo como un "proyecto biológico"o personal; en el que la satisfacción de la ambición presidencial del jefe de gobierno porteño es el altar en el que se sacrifica cualquier estrategia de conjunto, o cualquier intento de estructurar en serio un partido político con dimensión nacional.

Ahí están para comprobarlo los múltiples casos de candidatos provinciales del PRO bajados de la disputa por las gobernaciones para construir la alianza con el radicalismo y la Coalición Cívica; y el propio caso de Del Sel, que de haber ganado no hubiera contado en la Legislatura con ningún senador propio y apenas 9 o 10 diputados sobre un total de 50; y habiendo ganado en apenas 2 de los 362 municipios y comunas de la provincia.

Está por verse entonces -con el obvio mojón trascendente en el camino de la elección presidencial- cual será el futuro del intento más serio (paradójica calificación, hablando de la fuerza de los globos) de la derecha argentina por establecer una fuerza propia competitiva en términos electorales; desde los tiempos de la UCD de Alvaro Alsogaray.

En la comparación no faltará seguramente el chusco que diga que al menos la UCD logró consagrar un vicepresidente. 

3 comentarios:

  1. Mauricio en Santa Fe se quedó sin el pan y sin La Tota. Y encima para disimular que es patizambo, se quedó sin el baile ridículo y los globos todos pinchados.
    Los medios nacionales, aparte de un montón de groserías cometidas por el ex-candidato, mencionan que a La Tota la mató misoginia, las tocadas de culo, el asado y las putas y la marcha por la violencia de género condenando todas esas lindezas juntas.
    Sumemos a ello la mano que le dio Reutemann con el "...hasta ahí nomás..." y "...el voto pensante no fue para Miguel...". Gaucho el Lole.
    Y hablando del Lole, que aparte de Mauricio y Rueditas no lo acompaña nadie (...una sombra ya pronto serás...), se animará a seguir con su candidatura. Ni siquiera estructura en la ciudad tiene, solo le queda recurrir al garcaje que se benefició con sus gestiones liberales.
    El Lole está condenado por el agua, primero inundó un tercio de la ciudad de Santa Fe y segundo privatizó la exDIPOS y gracias a él, ahora hay que pagar 180 millones a la exAguas Provinciales.
    Bueno, Tota volvé al trajecito rosa y a las medias cristasl que parecen gustarte y vos Lole, volvé al campo y seguí pagando las retenciones. Ambos paguen por sus campitos.
    Aunque como consuelo apuesten al 1776 a primera y a los premios.
    En cuanto a Miguel Lifschitz que no festeje tanto que el dolape no le deja un mango en la caja.

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  2. pensé que la UCD con Menem logro la presidencia...

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  3. Macri, después de Agosto, se baja de la candidatura presidencial con cualquier excusa,para evitar un papelón en Octubre. Remember.

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