sábado, 29 de agosto de 2015

LA SALUDABLE OBSESIÓN DE GENERAR EMPLEO


Por A.C.

En economía, quienes producen bienes tienen distintas opciones de ventas o fuentes de gastos; una es la exterior, a través de la exportación y venta de bienes fuera del país; y otra la interna, conformada por dos componentes: la demanda que proviene de los ingresos o salarios que abona la actividad privada, y los salarios originados en el Estado sumado al gasto social, el que se traduce en diferentes políticas, como la asignación universal por hijo, por embarazo, o en las jubilaciones y pensiones.

Ante la situación de crisis económica a escala mundial iniciada en el año 2008 y que continúa sin superarse, como lo demuestra la extendida situación europea y más recientemente, la economía de China, en Argentina el Estado a través del mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios privados y públicos, es decir en base a la demanda interna, ha conseguido mantener la actividad económica y por lo tanto, los puestos de trabajo de los argentinos.
 
De otra manera, dada la prolongada crisis mundial que origina una retracción global en la demanda de productos, los efectos sobre la economía nacional hubieran sido nefastos, y junto con la baja de producción ante la falta de demanda externa, se hubiera producido una importante pérdida de puestos de trabajo. A éste panorama mundial poco alentador, hay que sumarle que Brasil, el principal socio regional de Argentina, atraviesa también una situación compleja.
 
La política económica seguida por el gobierno nacional durante estos años, explica que durante el año 2015, no solo no se produjo un aumento del desempleo, sino que por el contrario y más allá de mantenerse los existentes, se han generado en lo que va del año algo más de 100.000 puestos de trabajo. Una política económica autónoma que permite mantener los niveles de producción y empleo, y orientada permanentemente a expandir la economía nacional, ha sido el gran acierto de éste Gobierno que se iniciara en el año 2003, cuando Nestor Kirchner llegó a la Casa Rosada en medio de un país incendiado, de una economía colapsada con consecuencias sociales desvastadoras de miseria y desocupación.
 
Por eso, la generación de empleo ha sido una saludable obsesión de éste Gobierno. Y el incremento extraordinario del número de asalariados que se produjo durante estos doce años, solo resulta explicable en el marco de una política inteligente, planificada en base a los intereses nacionales y ejecutada con recursos propios, en contraposición a los cantos de sirena que reclamaban y reclaman el endeudamiento externo para “atraer inversiones”. 

Cuando las bolsas del mundo se derrumban como en estos días, incluida la bolsa china, y Estados Unidos enciende la aspiradora de dólares a través del aumento de la tasa de interés, el endeudamiento externo se torna impagable, y las endiosadas inversiones extranjeras buscan los caminos para evaporarse, mientras dejan detrás suyo las deudas que serán pagadas por otros. Grecia es una demostración elocuente.
 
Mientras tanto aquí, en el camino de producción y empleo que ha marcado éste Gobierno, las políticas persiguiendo ese objetivo se amplían, y el Ministro de Economía primero, y después la Presidenta en la Bolsa de Comercio, anunciaron una serie de medidas destinadas a las pequeñas y medianas empresas, las principales generadoras de puestos de trabajo del país.
 
A partir de éstas nuevas medidas, el sector PYME tendrá la posibilidad de emitir acciones y de ese modo financiar su actividad, con un mayor acceso al mercado financiero, lo que se traduce en un costo menor por el financiamiento. También se agilizan instrumentos que son esenciales para las PYMES, como el cheque de pago diferido y los pagarés,  que serán a mediano plazo y se podrán emitir hasta por cien mil pesos.
 
Se crea además la OAF (Oficina de Asistencia Financiera), la que brindará cursos de capacitación a integrantes de la PYMES para su inserción en el mercado de capitales. Los cursos serán presenciales y virtuales, y todos serán gratuitos, a diferencia de lo que ocurría hasta el momento, donde cualquier capacitación originada en entidades del mercado eran pagas. La Oficina con el fin de asesoramiento gratuito, dispondrá de una página Web, un 0800 , una dirección de correo electrónico, y  agencias en el interior del país.
 
También se crea un fondo que cubrirá hasta el 100% de la primera colocación de acciones que hagan las PYMES, y esta cobertura denominada “Fondo Asistir” tiene como objetivo alcanzar un monto de hasta 500 millones de pesos anuales, mientras las Obligaciones Negociables (ON) ven elevado su tope a $ 50 millones, con la finalidad de duplicar el número de PYMES que las emiten.
 
La intención del Gobierno es clara, en el sentido que la Bolsa y los mercados dejen de dedicarse exclusivamente a la especulación, y que empiecen a funcionar también de manera virtuosa, siendo un canal para captar inversores cuyo dinero se destine al financiamiento de emprendimientos productivos, especialmente para las PYMES, que son las que generan la mayoría de los puestos de trabajo en el país.

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