El que alquila sabe que le aumentan todos los años el alquiler, y con una inflación que en cierto modo es previamente pactada: para sortear la prohibición legal de indexar los contratos se pacta un alquiler mensual para el primer año y otro mayor para el siguiente.
En muchos casos los montos van variando cada seis meses de vigencia del contrato, y sus prórrogas.
Es decir que el aumento futuro del alquiler ya está previsto a priori en el contrato, y no lo determina la inflación (cualquiera sea el índice por el cual se mida ésta), ni tampoco el aumento de "costo" alguno (como puede pasar en un bien); porque los impuestos y servicios se pagan aparte.
Generalmente ese valor inicial del alquiler está referenciado a un porcentaje del valor de la propiedad; con lo cual si el precio de las propiedades se dispara, también se dispararán los alquileres.
El mercado inmobiliario (sobre todo en las grandes ciudades) está dolarizado, y es el principal "precio" de la economía cotidiana que resiste la pesificación.
Macri ha prometido levantar el "cepo" al dólar desde el primer día de su gobierno, y si cumpliera su promesa, el precio del billete verde se dispararía a las nubes.
Y con él (entre otras cosas) el valor de las propiedades, y de detrás de éste, el precio de los alquileres.
Calculá cuanto tiempo te llevó leer esto, y entenderlo.
Después tomáte el mismo tiempo para explicárselo a algún amigo, pariente, conocido, vecino o compañero de trabajo que alquila; y está dudando a quien votar, o pensando su voto.
http://loquerestadeldiaradio.blogspot.com.ar/2015/10/los-inquilinos-estuvimos-ausentes-en.html
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