Parte del presunto giro discursivo de "Cambiemos" en ésta campaña tiene que ver con el rol del Estado, y las empresas que gestiona bajo su órbita: veíamos hace poco acá en el caso de YPF como fueron variando desde la frontal oposición inicial del propio Macri a su (supuesta) aceptación de que funcionara controlada por el Estado; al sincericidio de Aranguren dejando entrever la intención de volverla a privatizar.
En el debate del domingo pasado a la pregunta de Scioli de por qué se había opuesto a la recuperación de YPF y Aerolínas. así como a la creación de AYSSA y la recuperación de los fondos de las AFJP, Macri respondió insólitamente que era mentira; cuando están las actas de las sesiones del Congreso que demuestran que es verdad, y él mismo se encargó personalmente de dejarlo en claro en cada caso.
En el debate del domingo pasado a la pregunta de Scioli de por qué se había opuesto a la recuperación de YPF y Aerolínas. así como a la creación de AYSSA y la recuperación de los fondos de las AFJP, Macri respondió insólitamente que era mentira; cuando están las actas de las sesiones del Congreso que demuestran que es verdad, y él mismo se encargó personalmente de dejarlo en claro en cada caso.
En el caso de Aerolíneas, la expropiación fue votada en contra por los radicales y el PRO, y el propio Macri afirmó en su momento que él "jamás la hubiera estatizado"; para que con el paso del tiempo nos diga ahora Gabriela Michetti que "Aerolíneas es nuestra compañía y la amamos", y que lo único que quieren hacer es mantenerla en la órbita del Estado, pero "gestionarla bien".
Del mismo modo votaron en contra la ley que creó ARSAT y Macri se quejó de "las empresas satelitales inútiles que no producen resultados"; y la creación de Aguas y Saneamientos Argentinos S.A. (AySSA), para proveer de agua potable y cloacas a la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, voto negativo en el que también acompañaron al PRO los radicales.
No obstante, hoy prometen en campaña "agua y cloacas para todos", sin decir que las privatizadas que ellos defendieron (porque eso hacían cuando también votaron en contra la revocación de la concesión de Aguas Argentinas) no invirtieron un peso para garantizarlos. Ni hablemos de los negocios familiares del clan Macri con el Estado desde sus mismos orígenes como grupo SOCMA, ni de la fallida y ruinosa privatización del Correo con Cavallo, que fue dejada sin efecto por Néstor Kirchner creando el Correo Argentino.
Consistentes con su postura de haber votado en contra de la liquidación de las AFJP, se opusieron de entrada a que el Estado (a través de la ANSES) designara directores en las empresas de las cuáles adquirió participación accionaria por esa vía: recordemos que en el conflicto con Techint por el directorio de Tenaris-Siderar se alinearon con la multinacional de Paolo Rocca; e incluso presentaron en el Congreso un proyecto para derogar el DNU de Cristina que eliminaba las restricciones a los derechos políticos del Estado como accionista en esas empresas. DNU que por supuesto votaron en contra cuando fue sometido a discusión en el Congreso, para su ratificación.
Hoy tratan sin embargo de venderse como una "derecha distinta" que valora lo público, e incluso votaron a favor la re-estatización de los ferrocarriles; para evitar cometer por segunda vez el error que -al menos el PRO- cometió al oponerse a la expropiación del 51 % de las acciones de YPF. Claro que al mismo tiempo están dejando trascender que la baja de subsidios que propician alcanzaría también al transporte; con lo cual los trenes en manos del Estado no serían ya tan accesibles para todos.
Pero pese a las promesas de "cambio" con la que intentan desalentar las sospechas de que significarían un retorno a los políticas de los 90' (por ejemplo la privatización de empresas públicas), hace poco votaron en contra (todos: radicales, PRO, Coalición Cívica) la ley que envió Cristina para ponerle un "cepo" a las privatizaciones; exigiendo una autorización del Congreso con mayoría especial agravada para que el Estado se desprenda de sus acciones en diferentes empresas; tanto las que tiene en ARSAT S.A., como las que operan los ferrocarriles (una contradicción con haber votado a favor la re-estatización) o aquéllas en las que participa la ANSES.
Y precisamente en torno a éstas últimas (unas 26 empresas), los cráneos de la Fundación Pensar (el principal "think tank" del PRO plantean vender en masa todas las acciones del Estado; tal como se hizo con las leyes de emergencia económica y reforma del Estado en los tiempos del menemato.
El lunes posterior al debate en el programa de Morales Solá Macri (que el día anterior había tildado de mentiroso a Scioli por enrostrarle sus votos en contra en los casos YPF, Aerolíneas, AYSSA y AFJP) intentó arreglarla diciendo que ellos se opusieron (lo que negó en el debate, contra toda evidencia empírica) porque sabían que el gobierno es un pésimo gestor, e iba a manejar mal las compañías estatizadas.
¿Alguien puede decir que una de las empresas que hoy maneja el Estado tras haberla recuperado de sus anteriores dueños, concesionarios u operadores privados funciona peor que cuando era manejada por éstos?
El lunes posterior al debate en el programa de Morales Solá Macri (que el día anterior había tildado de mentiroso a Scioli por enrostrarle sus votos en contra en los casos YPF, Aerolíneas, AYSSA y AFJP) intentó arreglarla diciendo que ellos se opusieron (lo que negó en el debate, contra toda evidencia empírica) porque sabían que el gobierno es un pésimo gestor, e iba a manejar mal las compañías estatizadas.
¿Alguien puede decir que una de las empresas que hoy maneja el Estado tras haberla recuperado de sus anteriores dueños, concesionarios u operadores privados funciona peor que cuando era manejada por éstos?
Todos estos hechos -sumados al exabrupto de Aranguren con YPF- demuestran que no han "cambiado" tanto como dicen, y siguen siendo los mismos de siempre: dispuestos a desprenderse fácil de lo público para que hagan negocios los privados.
Si llega a ser elegido presidente, habría que recordar que la justicia independiente adicta al republicanismo podría declara la inconstitucionalidad de todas las leyes que afecten al propósito prosista. Es más hasta le podrían dar validez a los DNU que ya amenazaron con los que iban a gobernar.
ResponderEliminarAsi que lamentablemente, si quedamos al nivel de Haiti más que satisfechos podríamos quedarnos...