Proponen y militan el voto en blanco, porque "los dos candidatos son lo mismo: la expresión del modelo de ajuste y devaluación que quiere hacer caer el peso de la crisis sobre los trabajadores".
En éste contexto, una expresión de impotencia política, funcional al que termine ganando (ni hablar si es Macri), porque hace más de 30 años vienen planteando que "la salida de la crisis (la misma y eterna "crisis terminal del capitalismo") es por izquierda".
O la crisis terminal del capitalismo está demorando más de lo previsto, o la señalización vial para salir de ella no es muy clara, o son unos nabos atragantados de libros mal digeridos.
Piden autorización para "fiscalizar el voto en blanco" y espacios audiovisuales gratis para propagandizarlo, lo que comprobaría que en realidad son subnormales.
Tratan de apropiarse de antemano de los votos en blanco del domingo que viene, como si todos les pertenecieran por tratarse de electores que obedecieron su orden de batalla; siendo que esos votos en blanco pueden ser más o menos que los que obtuvo Del Caño como candidato a presidente.
Si son menos, será un fracaso: quedará comprobado que ni siquiera todos sus propios votantes les dan pelota: pavada de vanguardia.
Si son más, el fracaso será rotundo: quedará comprobado que les dan más pelota cuando llaman a no votar por nadie, que cuando piden el voto para ellos.
Algo así como el famoso "todos prometen, nadie cumple, vote a nadie"; o poner adentro del sobre una feta de salame, en lugar del salame entero; como cuando votaron al FIT.
Y se pudo comprobar que no es un problema generacional: Del Caño ha disipado rápidamente las esperanzas que pudo suscitar al vencer en las PASO a Altamira; demostrando fehacientemente que es capaz de habitar sin inconvenientes la misma nube de pedos que él.
Y se pudo comprobar que no es un problema generacional: Del Caño ha disipado rápidamente las esperanzas que pudo suscitar al vencer en las PASO a Altamira; demostrando fehacientemente que es capaz de habitar sin inconvenientes la misma nube de pedos que él.
Si propiciando el voto en blanco terminan siendo funcionales al triunfo de Macri, no van a tener mucho tiempo para vanagloriarse, porque serán parte de la derrota popular; no de la victoria de un grupito de esclarecidos.
Y si se concreta el ajuste que ellos mismos anuncian y salen a la calle a protestar, la "revolución de la alegría" los cagará bien a palos, sin miramientos. Van a extrañar a Berni.
O sea que por donde se lo mire estos -que se reían de Stolbizer- ya perdieron.
Pero seguramente dirán que fue una derrota digna.
El argumento de la izquierda es siempre el mismo "yo quiero que se vaya todo al carajo". Supuestamente así la gente va a recapacitar y los marineros de los buques de guerra anclados en Moscú se van a solidarizar con el campesinado hambreado y entre todos derrocaremos al Zar. El único problema con ese razonamiento es que eso pasó hace 100 años ya. Y el Capital aprendió de esa experiencia mucho más que estos monos.
ResponderEliminarLa realidad es que les gusta sentirse autosatisfechos y superados. Y que los anásisis de todosevalcarajo que hiceron con anticipación se cumplan, es la forma más perfecta de onanismo.
Ya tienen su excusa: Durán Barba está a favor del aborto.
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