Pese al descrédito social que la rodeaba, la Corte menemista de la "mayoría automática" sobrevivió a la mega crisis del 2001, y solo precipitó su caída luego de la apretada pública de Nazareno por televisión al naciente gobierno de Kirchner; amenazándolo veladamente con fallar a favor de que los reclamos de los jubilados por reajustes de haberes tuvieran que cancelarse en efectivo, y no con bonos, lo que hubiera significado la virtual quiebra de un Estado que acababa de defoltear su deuda pública.
Lo que vino después es conocido: Néstor apeló a una de las pocas (si no única) cadena nacional de su mandato para advertirle claramente a la sociedad lo que estaba pasando, y pedirle al Congreso que tomara cartas en el asunto impulsando el juicio político a los miembros más cuestionados del tribunal.
Eso posibilitó el proceso de renovación de la Corte, en el marco del cual llegó Ricardo Lorenzetti al cargo que aun hoy conserva; en el que desde el principio marcó una fuerte tendencia al protagonismo mediático, dando cuenta de una vocación política cada vez más difícil de reprimir.
Lanzado ya a darle a la Corte su impronta propia, hizo un culto de guardar un presunto equilibrio con fallos que podían caerle bien al gobierno (como por ejemplo cuando convalidaron el "corralito" y la pesificación asimétrica), con otros "para la tribuna" para lucirse; aunque pusieran en riesgo la gobernabilidad.
Así por ejemplo entre 2006 y 2007 (cuando ya se había implementado la primera moratoria jubilatoria) en los fallos "Badaro" I y II y en "Eliff" la Corte resolvió hacer lugar a los reclamos por actualización de haberes de los jubilados que no cobraban la mínima, y por ende no recibieron los aumentos por suma fija que se otgorgaron entre el 2002 y el 2006; en su mayoría durante el gobierno de Kirchner.
Como sería una constante en muchos casos posteriores, con su pronunciamiento en esos casos la Corte se lanzaba lisa y llanamente a legislar, o a imponerle al Ejecutivo una aqenda legislativa: además de elaborar por su propia cuenta un índice de actualización de los haberes de los jubilados que reclamaban (cuya generalización a todos los que están en las mismas condiciones sigue pendiente, como una espada de Damocles sobre el sistema previsional argentino), le ordenaba virtualmente al presidente que impulsara una ley de movilidad de los haberes.
Esa ley sería finalmente dictada en el 2008, desechando el antojadizo índice elaborado por Lorenzetti y cía. en los fallos, y tomando en cuenta -entre otros elementos- los recursos con que cuenta la ANSES para hacerle frente al pago de las jubilaciones y pensiones; incluyendo la parte de la recaudación tributaria de impuestos coparticipables afectada a esos fines.
Así por ejemplo entre 2006 y 2007 (cuando ya se había implementado la primera moratoria jubilatoria) en los fallos "Badaro" I y II y en "Eliff" la Corte resolvió hacer lugar a los reclamos por actualización de haberes de los jubilados que no cobraban la mínima, y por ende no recibieron los aumentos por suma fija que se otgorgaron entre el 2002 y el 2006; en su mayoría durante el gobierno de Kirchner.
Como sería una constante en muchos casos posteriores, con su pronunciamiento en esos casos la Corte se lanzaba lisa y llanamente a legislar, o a imponerle al Ejecutivo una aqenda legislativa: además de elaborar por su propia cuenta un índice de actualización de los haberes de los jubilados que reclamaban (cuya generalización a todos los que están en las mismas condiciones sigue pendiente, como una espada de Damocles sobre el sistema previsional argentino), le ordenaba virtualmente al presidente que impulsara una ley de movilidad de los haberes.
Esa ley sería finalmente dictada en el 2008, desechando el antojadizo índice elaborado por Lorenzetti y cía. en los fallos, y tomando en cuenta -entre otros elementos- los recursos con que cuenta la ANSES para hacerle frente al pago de las jubilaciones y pensiones; incluyendo la parte de la recaudación tributaria de impuestos coparticipables afectada a esos fines.
Casi al mismo tiempo otra ley puso fin al oprobioso sistema de las AFJP (decisión que sería convalidada por la Corte cinco años más tarde), cuyos activos fueron transferidos a la ANSES para integrar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad.
La ley de movilidad sirvió para bajar el índice de litigiosidad del sistema (los nuevos jubilados desde su sanción ya no hacen tantos juicios por reajuste de haberes), y la propia Corte rechazó planteos contra el índice aprobado por el Congreso, con el argumento (que ella misma no aplicó en "Badaro" y los demás casos) de que la política legislativa en la materia la marcaba el Congreso, y no el Poder Judicial.
Sin embargo andando el tiempo (y con las vueltas del ciclo político) con los fallos de la semana pasada dio drásticamente marcha atrás, volviendo al principio: su decisión en los reclamos de algunas provincias compromete a futuro la financiación del sistema previsional, y afecta claramente la fórmula de movilidad, como lo entendió de inmediato Cristina.
La ley de movilidad sirvió para bajar el índice de litigiosidad del sistema (los nuevos jubilados desde su sanción ya no hacen tantos juicios por reajuste de haberes), y la propia Corte rechazó planteos contra el índice aprobado por el Congreso, con el argumento (que ella misma no aplicó en "Badaro" y los demás casos) de que la política legislativa en la materia la marcaba el Congreso, y no el Poder Judicial.
Sin embargo andando el tiempo (y con las vueltas del ciclo político) con los fallos de la semana pasada dio drásticamente marcha atrás, volviendo al principio: su decisión en los reclamos de algunas provincias compromete a futuro la financiación del sistema previsional, y afecta claramente la fórmula de movilidad, como lo entendió de inmediato Cristina.
Fallos que tuvieron "cajoneados" por años para darlos a conocer justo cuando había culminado el proceso electoral, y se conoce el nombre del presidente electo. Y fallos en los que vuelve además a poner en tela de juicio la política previsional del kirchnerismo (que se basó en ampliar la cobertura del sistema como meta principal), al sugerir usar los recursos del FGS para el pago de las obligaciones ordinarias de la ANSE, y de las deudas reconocidas a las provincias; cuando la Ley 26.425 establece en su artículo 8 otro destino para esos fondos: inversiones en la economía real, para fomentar el empleo registrado y por ende, la financiación genuina de la seguridad social.
Hay quienes opinan que de ese modo fueron funcionales a los planes al respecto del nuevo gobierno, aunque en lo inmediato lo condicionen estrechándole los recursos; y no faltan quienes (como acá anota Manolo) inscriben a los fallos en el marco del operativo "Lorenzetti presidente" en medio de una crisis institucional, a un par de años vista.
Hay quienes opinan que de ese modo fueron funcionales a los planes al respecto del nuevo gobierno, aunque en lo inmediato lo condicionen estrechándole los recursos; y no faltan quienes (como acá anota Manolo) inscriben a los fallos en el marco del operativo "Lorenzetti presidente" en medio de una crisis institucional, a un par de años vista.
De ser cierto, habrá que ver si Macri se anima a hacer algo parecido a lo que en su momento hizo Néstor con Nazareno y compañía. A menos que recuerde que una de las causas por la que echaron a Nazareno de la Corte fue aquélla en la que los cortesanos de la "mayoría automática" menemista lo hicieron zafar del procesamiento por contrabandear autopartes a Brasil y Uruguay.
Aunque pensándolo mejor, lejos de cualquier arrebato nestorista, por estas horas está pidiendo que sea la Corte la que le entregue la banda y el bastón; como si gobierno estuviera acéfalo.
Cría cuervos (o caranchos) y un día te sacarán los ojos.
Aunque pensándolo mejor, lejos de cualquier arrebato nestorista, por estas horas está pidiendo que sea la Corte la que le entregue la banda y el bastón; como si gobierno estuviera acéfalo.
Cría cuervos (o caranchos) y un día te sacarán los ojos.
Buenas CKSF,
ResponderEliminarIntuyo que esta vez no habrá una movida de desrratización de la Corte sino un evento interno que disparará múltiples acciones en el CM. Un evento con las características de la ley Banelco, que dejó muy maltrecho al Senado pese a que su conformación no cambio al toque pero dio comienzo a transformaciones y contribuyó enormemente al descrédito de la Alianza.
Es simplemente una corazonada, y puede fallar.
Saludos,
Andrés