lunes, 18 de enero de 2016

LA FÓRMULA DEL AJUSTE


La imagen de apertura corresponde a la fórmula establecida por la Ley 26.417 de movilidad previsional para establecer la los aumentos semestrales a jubilados y pensionados; fórmula que a partir de la Ley 27.160 sancionada el año pasado se aplicará también a los reajustes de las asignaciones familiares, incluyendo la AUH y la asignación por embarazo.

Como ven, los aumentos salen de un "mix" entre la evolución de los recursos (tanto tributarios como de la seguridad social) con que cuenta la ANSES para hacer frente al pago de las prestaciones, y la evolución de los salarios de los trabajadores registrados, a través de las paritarias.

Ayer leíamos en Página 12 a Alfredo Zaiat: "La pretensión oficial es que el salario disminuya como costo laboral en pesos y en dólares en la estructura de costos del sector privado para incrementar su tasa de rentabilidad, e impulsar así una intensa corriente inversora. Además aspira de ese modo que la carga de la seguridad social disminuya en el total del gasto del presupuesto nacional para liberar recursos para hacer frente a la creciente cuenta de pago de intereses, una de las consecuencias de la primera fase del megacanje II ya efectivizado.".

Lo de disminuir el costo salarial para las empresas es la razón principal de la devaluación producida con el levantamiento del "cepo", y de la que están presionando los grupos exportadores para que se acelere; como veíamos acá.

Y lo otro apuntado por Zaiat tiene que ver con la estructura de los gastos del Estado nacional, para comprender lo cual ayuda este cuadro gráfico del presupuesto del año pasado (las tendencias generales se mantuvieron en el aprobado por el Congreso para éste año):


Vemos entonces que las prestaciones de la seguridad social (jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares, incluida la AUH) representan casi el 36 % del gasto total, y cinco veces más que el pago de los servicios de la deuda (7,7 %); que además se venían haciendo con las reservas del Banco Central.

Esas proporciones fueron establecidas por las políticas del kirchnerismo, primero al reestructurar la deuda en defáult con quita del capital, reducción de los intereses y reprogramación de los plazos en ambos canjes (2005 y 2010), y luego al ampliar el gasto previsional: planes de inclusión previsional para subir la cobertura al 97 % de la población en edad de jubilarse, AUH y ley de movilidad con dos aumentos anuales. Otro paradigma del Estado, y de sus prioridades.

Las "Transferencias Corrientes" representan casi el 29 % de los gastos, de las que la gran mayoría son los subsidios a las tarifas de los servicios públicos y los pagos por importaciones de gas y otros combustibles. También dentro de ese rubro se computan los gastos íntegros (incluyendo salarios y gastos de funcionamiento) de las Universidades nacionales y del CONICET y sus institutos; y los aportes del Tesoro a empresas estatales como Aerolíneas o AYSSA.

Los "Gastos de Consumo" representan un 15 % del gasto total, y dentro de ellos están los salarios de los empleados del Estado nacional en toda su estructura, que son más o menos el 11 % del total del gasto.    

Volvamos ahora a la formulita del comienzo y veamos que novedades podemos anotar en la gestión de Macri que incidan sobre ella:

* Tras el fallo de la Corte que ordenó devolverles a tres provincias los fondos coparticipables que iban a la ANSES, Macri dejó sin efecto el DNU de Cristina que disponía hacer lo mismo con todas, pero creando una partida del Tesoro para compensar la detracción de modo que no afectara la fórmula de movilidad (ver acá).

De tal modo que hoy la ANSES tiene menos recursos como consecuencia del fallo y el DNU de Macri, y por ende los aumentos a jubilados, pensionados y beneficiarios de las asignaciones serán menores.

* Hay una ola de despidos en el sector público que se está empezando a replicar en el sector privado, lo que significa la pérdida de puestos de trabajo, pero también menos ingresos a la seguridad social por aportes personales de los trabajadores, y contribución patronal: otra merma en la formulita.

* El propio Prat Gay amenazó a los trabajadores y sus sindicatos para que moderen  sus reclamos de aumento en las paritarias, para no correr el riesgo de perder sus empleos: Es decir forzar despidos, para provocar paritarias a la baja, y que el salario real (al que se le atribuye ser la causa principal de la inflación, junto al gasto público) retroceda, para frenar la inflación.

* Si los acuerdos en paritarias son por menos porcentajes, también afectarán la fórmula de movilidad previsional para abajo, por el lado del RIPTE (Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables).

* Por el lado del índice general de salarios que publica el INDEC, nos encontramos con el "apagón estadístico" de Todesca por seis meses o más, sin que acierten a precisar como van a llenar este vacío de datos en particular (ver acá).

* En una economía que ya viene dando señales de recesión, no hace falta ser mago para darse cuenta que menos empleo y menores salarios reales impactarán en la recaudación (también afectada por decisiones del gobierno), y por consecuencia, en la parte de ella que se destina a la ANSES y alimenta la fórmula de movilidad de las prestaciones.

Tal como lo señala Zaiat, el combo de medidas de ajuste que viene tomando el gobierno (a las cuáles hay que sumarles el aumento de las tarifas por la baja en los subsidios) tienden a generar recursos disponibles para que el Estado afronte los mayores niveles de endeudamiento que provendrán del arreglo con los buitres, y del "Megacanje II" que ya está en marcha.

Otro gobierno, otro Estado, con otros paradigmas y otras prioridades.

Cambiamos.

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