(*)
El
Presidente Mauricio Macri está convencido de que en julio o agosto la inflación
bajará a menos de dos puntos (hace unas semanas había dicho en marzo o
abril) y que a partir de fin de año la Argentina empezará a crecer, (entonces
tenía razón Carrió: sería en el tercer semestre) aunque a tasas moderadas. (¿un
0,1 % digamos?) ¿Es un nuevo acto de fe o sus predicciones tienen algún
rigor científico? (eso ¿quién es, Nostradamus, el Ravi Shankar o la
competencia de Carrió?) Ya, antes de asumir, había anticipado que el solo
cambio de gobierno haría que el mundo volviera a creer en Argentina y provocar
una explosión de inversiones. (es la competencia de Carrió entonces: no pega
una, nunca)
Pero
nada de eso sucedió. Al contrario: lo que pasó es que la economía se vio
afectada por el ajuste, los tarifazos, la inflación y los despidos en el sector
público. (¿estuviste mirando diarios viejos Luis? Porque en todos estos
meses no hablabas de otra cosa que Lázaro Báez) Muy pocos economistas y
políticos de la oposición, en privado, son capaces de negar que los aumentos de
tarifas como las de la luz, el gas y el agua fueron imprescindibles para
ordenar la economía. (“En privado”, claro, cosa que ninguno te pueda
desmentir porque además no los mencionás) El problema es que el conjunto de
la política económica está generando más preocupación que esperanza, (¿en
serio Luis, se suspendió la “revolución de la alegría” entonces?) y el
timing para decidir y comunicar, por ejemplo, la última suba del 10% en el
precio de la nafta, contaminó el clima (y si, fue un aumento de nafta, que
contamina) de amesetamiento de precios que empezaba a hacerse notar. (más
que “amesetamiento” era apunamiento Luis, porque parece que no te llega el agua
al tanque) "Las primeras inversiones desde el exterior comenzarán a
tener impacto en la economía real recién a partir del año que viene", (le
cagó a Macri lo de “fin de año”, entonces) me dijo un banquero que prepara
el papeleo de algunos fondos de inversión. (¿de Panamá son los papeles?) Afirmó
que es el tiempo mínimo que necesitan quienes deciden en el mundo para
convencerse que la Argentina dejó de estar más cerca de Venezuela que de los
‘países normales’.(y encima Macri les pone un “experto en felicidad” e
Ibarra propone “duchas cortas”, les falta decir que Mauricio habló con un
pajarito) El otro gran problema que tiene el país son los formadores de
precios. "¿Por qué no abrimos las importaciones? (porque ya las
abrieron Mau, pero vos ni te enteraste) ¿Por qué no los empezamos a multar,
así comprenden que esto va en serio?" preguntó Macri a su gabinete
económico, en febrero, (eso, ¿por qué, eh? Contános Luis) después de la
segunda o tercera aceleración de precios de los alimentos y los insumos
básicos. (¿cuáles “segunda o tercera”, si nunca reconocieron que hubiera una
primera porque “los precios ya estaban alineados con un dólar a 16”?) "Porque
nosotros no somos así", le respondió el jefe de gabinete, Marcos Peña. Le
faltó agregar la palabra ‘intervencionistas’. (y le faltó decir “porque las
multas están contempladas en la ley de abastecimiento, que la votamos en contra
y vos en campaña dijiste que era nefasta y la ibas a derogar si eras
presidente") De cualquier manera, la primera decepción de Macri con los
hombres de negocios sirvió para activar la creación de una nueva área de
Defensa de la Competencia, (se creó en el año 2000 Majul, con la Ley 25.156,
infórmate por Wikypedia por lo menos) cuyo objetivo principal es evitar la
cartelización. (¿le explicaron a Mauricio que no es para despegar carteles?)
El problema, otra vez, es que la flamante Defensa de la Competencia (flamante
desde el año 2000) se mueve más lento que la realidad. (es que la creó
De La Rúa, ¿que pretendés?) "Mientras nosotros nos organizamos, ellos
siguen remarcando los precios en las góndolas", explicó la diputada
nacional Elisa Carrió, (alguien le tendría que explicar a Mirinda que en
éste caso “ellos” y “nosotros” son los mismos ¿o no revisó la nómina del
gabinete, donde el secretario de Comercio es uno de los dueños de “La Anónima”,
el ministro de Energía accionista de Shell, y así?) quien prepara una
batería de denuncias (ah, siempre con soluciones novedosas Lila, probando
con algo que nunca intentó antes: denunciar) para demostrar que los
hipermercados se cartelizan y alimentan la inflación por encima de los
incrementos de las tarifas (¿más del 700 % decís vos?, nos están mintiendo
con la inflación que da el INDEC entonces ¿volvió Moreno?) y el
‘sinceramiento general’ de la economía. (¿el “apagón estadístico” entra
dentro del “sinceramiento”?) Las últimas decisiones de los formadores de
precios parecen darle la razón a la diputada. Porque desde hace diez días están
empezando a vender con precios de hasta un 30 o un 40% menos, alimentos que se
pueden echar a perder, (y ni te cuento cuando larguen las promos de los que
ya están vencidos, con un 50 % o más de descuento) como los fideos de
paquete. (anduvo por el súper la gordi, y llenó el changuito de tallarines
Terrabusi) "Estaban sobregirados, y se encontraron con que la gente
dijo: ‘basta. No compro más’. (al final Aranguren tenía razón)
Entonces
tuvieron que bajar los precios de prepo", me explicó un consultor
económico. (bueno, si a la recesión y caída del consumo le querés llamar
“prepo”, dále nomás) Carrió no desea transformarse en Guillermo Moreno,
pero quiere hacer uso de la ley (que votó en contra) y poner en
evidencia que algunos grupos económicos, al subir los precios sin
justificación, están cometiendo delito. (pero eso lo dice la ley de
abastecimiento Luis, la que votaron en contra, la que dijeron que era chavista,
que no servía y espantaba las inversiones. Así no van a convencer a los
inversores de que no somos Venezuela, le están pateando en contra al pobre Mau)
"Es mejor hacerlo ahora, mientras el gobierno conserve un alto índice
de apoyo y confianza, (¿quién te dio el dato, Todesca?) que cuando la
inflación se vuelva incontrolable, porque eso le pasó a (Raúl) Alfonsín, y
después la Argentina tuvo que soportar una década de menemismo explícito" (por
eso ahora nos saltamos -hasta acá- la etapa de la hiperinflación, y pasamos
directo a la del menemismo explícito), me dijo un dirigente radical que
forma parte de Cambiemos y que es escuchado por el Presidente cada vez con más
atención. (Sanz, el del menemismo implícito) Carrió parte de la idea
básica de que a los hombres de negocios les importa un pito el futuro del país,
(claro, debe ser por eso que hizo campaña por Macri, una coherencia
absoluta) y que no hay que esperar de ellos gestos altruistas o de apoyo,
porque no forma parte de su naturaleza. (ella en cambio se los dispensa
permanentemente, abogando por sus intereses. Pregúntale si no a Magnetto,
Ernestina, Mitre, Blaquier, Rocca, Etchevehere y toda la Mesa de Enlace
completa, y siguen firmas)
"Lo
peor y lo más duro ya pasó", insiste el ministro Francisco ‘Pancho’
Cabrera, (con tres y años y medio de mandato de Macri por delante, es una
afirmación como mínimo temeraria) a quienes sus compañeros de gabinete
critican por su presunta ‘incapacidad" para contener a los empresarios que
deciden. (es que el único que puede echar a los ministros es el presidente,
y al presidente el Congreso, por juicio político) Ahora el Presidente le
encomendó que les arranque el compromiso formal de que no van a despedir a
nadie durante los próximos 180 días, (¿cómo “arranquen” Luis, no era que no
iban a ser como Moreno? Así no salimos del chavismo) pero los
representantes de las distintas cámaras le mandaron a decir que no pueden
asumir semejante promesa frente a todas y cada una de las empresas del país. (pero
se los estarían pidiendo ante el gobierno, buena manera de hacerse los boludos.
En fin, todo esto se arregla con una buena ley anti-despidos, y listo. Ah, no,
pará...) Otro inconveniente adicional que desvela a Macri son los ‘acuerdos
políticos’ que reclaman los gobernadores y que todavía el ministro Rogelio
Frigerio no terminó de honrar. (la Banelco, bah) Los mandatarios
necesitan plata fresca. (puede ser de la húmeda que estaba en las bóvedas de
Lázaro también, no hay problemas, agarran hasta Lecops a esta altura los
muchachos) Y el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, no la termina de
autorizar, con el argumento de que el Presidente les exigió una fuerte baja del
déficit de acá hasta junio o julio. (pasa que el mismo presidente le dijo a
Frigerio que si votaban lo de los buitres, venía la tutuca) Frigerio, pero
también el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, insisten en que
precisan girar los fondos ya, antes de que la cámara de Diputados termine
aprobando la ley antidespidos (igual, llegaron tarde: el Senado (donde
están representadas justamente las provincias) ya la aprobó. Es como vos
dijiste Luis: tienen problemas de timming), y deje al descubierto la
debilidad política estructural que tiene Cambiemos en el Parlamento.
El
plan de obras públicas de $ 220 mil millones para salir de la recesión (¿cuándo
entramos en recesión, Luis, si el INDEC de Todesca dijo que el año pasado
crecimos un 2,1 % y Estadísticas de la CABA dijo un 2,7 %? ¿vos decís que las
políticas de Mau generaron recesión? Dolor Durán Barba) y que invita a las
provincias y los municipios a diseñar y manejar sus propios proyectos, con la
aprobación final del gobierno nacional, (o sea, no diseñan ni manejan) apunta
a ‘matar varios pájaros de un tiro’. Primero, tiene como objetivo mejorar la
infraestructura del país, sin privilegiar a ninguna provincia en particular,
como lo hicieron Néstor Kirchner y Cristina con Santa Cruz y otros distritos
amigos. (sí, unas 18 o 19 provincias, donde gobernaba el kirchnerismo) Segundo,
apunta a comprometer a gobernadores e intendentes, para que no saquen los pies
del plato en el Parlamento y no traten de imponer proyectos que ponga (“pongan”,
venís hablando de “proyectos”) en juego ‘el rumbo económico’ que proyecta
el gobierno. (¿qué sería...cuál?) Y tercero, pretende generar un sistema
de licitaciones transparentes y verificables, donde ganen las mejores empresas
o no las compañías de los amigos. (¿cagaron Caputo y Calcaterra decís vos?) "Ya
no habrá más lugar para los Lázaro Báez ni los Cristóbal López", se lo oyó
decir al Presidente la semana pasada. (obvio: es el turno de los que nunca
ganaron nada, como Roggio, Techint, Cartellone, Pérez Companc) Al mismo
tiempo reveló que su primo, Angelo Calcaterra, ya habría encontrado comprador
para su empresa constructura, IECSA, (la familia Macri, que se la vendió
antes, cuando era empleado y estaba en quiebra) y que su amigo Nicolás
Caputo está a punto de salir de la sociedad que ganó las últimas licitaciones (y
las primeras, y las del medio) para refaccionar y acondicionar los
establecimientos educativos de la Ciudad. (peeeero, ¿cómo no se fue antes?,
cabecita de amigo del Cardenal Newman) Al jefe de Estado le parece injusto
que sus parientes y sus amigos tengan que desprenderse de sus negocios para no
alimentar el estado de sospecha que generaron los ‘empresarios’ de Néstor y
Cristina. (exacto, por eso hacen como que se desprenden, y se los venden
entre ellos, y arman una bocha de sociedades fantasma donde están todos)
Sin
embargo, no le quedará más remedio que aceptarlo, (y sumále que el PAMI bajó
la cobertura del 100 %) si pretende mantener en alto las banderas de la
transparencia y la honestidad. (ja, ja, ja, ja, ja. Perdón, fue un lapsus) En
las últimas horas, también se lo oyó (¿lo están escuchando a Mau?, ¿ves que
todo lo que hacés de mal en la vida te vuelve?) quejarse por la decisión
del fiscal Federico Delgado y el juez Sebastián Casanello de hacer lugar a la
ampliación de denuncia del diputado del Frente para la Victoria, Darío Norman
Martínez, quien pretende que Macri diga de cuántas offshore formó parte, más
allá de las que se le detectaron en los denominados Panamá Papers. (es que
lo ponen en un problema: no se acuerda cuantas son) "Yo no tengo
ningún problema en dar explicaciones a la justicia todas las veces que sea
necesario. (pero cuando se las piden, se enoja) Pero espero que la vara
sea igual de alta para todos. Y también espero que los fiscales y los jueces
hablen más por sus fallos que para salir en la tapa de los diarios" protestó.
(inesperado palazo para Marijuan y Bonadío, bien Mau ahí. Eso sí: que no se entere Magnetto que le estaría cagando todas las tapas) No le gustó, en
especial, que Delgado, un fiscal no tradicional, (¿los fiscales vienen como
los dulces de leche: tradicional y repostero, o como las tapas de las
empanadas: tradicional, criolla de hojaldre?) haya puesto en su boca que
debe investigar si Macri quiso ocultar información o si, en todo caso "se
le escapó la tortuga". "No es la manera en la que un fiscal de Estado
debería referirse a un presidente, no importa el signo político al que
pertenezca", precisó. (“corrupto puede ser, boludo no” habría dicho)
(*) Las negritas son nuestras, el original acá.
Hay que tener algo de masoquista para leer las estupideces que escribe un cagatinta como Majul y para colmo comentarlas. Creo que mas fructífero sería emplear ese tiempo para leer un Patoruzito.
ResponderEliminarA mí me causa gracia. Más bien me ¨canto¨ de risa. Juauaaauauau
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