domingo, 12 de junio de 2016

ESPERANDO LA LLUVIA


Por A.C.

Si bien se sabe que la economía no es una ciencia exacta, y que por lo tanto la adopción de determinadas medidas no originarán indefectiblemente siempre el mismo resultado, la experiencia demuestra que más allá de lo imprevisible de algunas variables, ante medidas como las que tomó el gobierno de Macri, los resultados no podían ser otros que las devastadoras consecuencias que sufre hoy la economía argentina.

La decisión de una enorme devaluación del peso, y paralelamente, la eliminación (o disminución en el caso de la soja) de las retenciones a las exportaciones, se trasladó inmediatamente a los precios, desatando una espirial inflacionaria en la que sigue sumergido el país, con niveles astronómicos de inflación como los que se produjeron durante los meses de abril y mayo, potenciados por un tarifazo demencial aplicado a los servicios, con incrementos que superan en algunos casos el 1.000 %.

La caída del poder adquisitivo del salario fruto de la devaluación, puso un freno abrupto al consumo interno, y en consecuencia, la caída de la producción durante éste año 2016 muestra un PBI  que en el 1er trimestre del año descendió más del 3%. Detrás de éste número frío, hay miles y miles de puestos de trabajo que se perdieron, y detrás del mismo número hay suspensiones  masivas de personal y baja continua de la producción en las diferentes ramas de la industria.

Si al panorama generado por la retracción del consumo interno y la aplicación de las nuevas tarifas a la industria que pulverizan cualquier estructura de costos, se le agrega otra medida tomada por el gobierno de Macri, la apertura indiscriminada de las importaciones, el panorama productivo del país es desolador.

Ninguna producción industrial en el mundo, por desarrollada que sea, puede soportar semejantes niveles de variación de costos, como tampoco puede quedar expuesta abiertamente a la importación indiscriminada de productos, muchos de ellos a precios de dúmping. El daño mayor recae sobre las pequeñas empresas, hoy en gran número al borde del abismo. Los países que tienen excedentes de producción no reparan en inundar mercados emergentes con sus productos a precios bajo el costo si es necesario, justamente para preservar los puestos de trabajo y los niveles de producción en sus países. Lo contrario a lo que hace el gobierno de Macri, que dinamita la producción nacional  y produce despidos en masa.  

A estas poco racionales medidas, hay que agregar una tasa de interés exhorbitante fijada desde el Banco Central, que llegó a pagar el 38% de interés por las letras de la entidad (LEBAC), alejando así cualquier posibilidad de inversión productiva, ya que frente a semejantes intereses a cobrar sin riesgo alguno, difícilmente alguien arriesgue capital invirtiendo en otro destino que no sea el financiero.

La tasa de interés fijada desde el Banco Central sirve de referencia para el interés que pagan por los depósitos el resto de las entidades bancarias y por eso, en éste semestre de tasas de interés astronómicas, éstas acompañaron la generación de recesión, inflación y despidos, con un único ganador: los bancos. Los mismos bancos que instrumentaron un nuevo endeudamiento externo del país y cobraron fuertes comisiones sobre los $ 16.500 millones de dólares que se pagaron a los fondos buitres y sobre otro préstamo de 5.000 millones que se garantizaron con una letra del Banco Central por el doble del valor del préstamo. La exagerada garantía exigida, demuestra de manera incontrovertible, que el gobierno de Macri es -en el mejor de los casos- muy poco confiable en el exterior.

Y como a su vez, éste gobierno decidió la liberación de los encajes bancarios y la eliminación de controles a la salida de divisas, la hemorragia de dólares transferidos al exterior (con los bancos y las exportadoras cerealeras a la cabeza), explican la disminución sistemática de las reservas del país. Desde diciembre de 2015, la fuga de capitales es mayor que el ingreso  de divisas por cualquier concepto, por eso ningún país del mundo adopta éste tipo de medidas de “liberarización del mercado y eliminación de controles”, porque los resultados no pueden ser otros que los que sufre el país.

Este gobierno que hoy propone una ley de blanqueo de capitales, que en el mejor de los casos no logrará repatriar ni la tercera parte de las divisas que se fugaron en el semestre de su gobierno, hubiera empezado por mantener los controles de salida de divisas, y el país hubiera ganado tiempo y dólares.

El ministro Prat Gay que vaticinaba al comienzo de la gestión una lluvia de inversiones, hoy no puede contabilizar un solo dólar que haya ingresado al país para un proyecto productivo. Los únicos dólares que ingresaron son financieros, dólares que ingresaron para especular con las demenciales tasas de interés, y son divisas que se evaporan una vez que hicieron su gran diferencia.

Por eso, la lluvia ya se produjo. Pero como en éste gobierno nada es para todos, la lluvia de dólares tampoco.

La lluvia ha sido para los bancos, para las cerealeras, para los grandes grupos económicos, para los especuladores financieros, es decir para los socios de los funcionarios de éste gobierno, grupos que han obtenido una enorme transferencia de ingresos a su favor y en tiempo récord, en perjuicio -por supuesto- de los asalariados y de la economía nacional.

Ya llega el segundo semestre, donde según las declaraciones del gobierno, se verán los cambios en una economía que ellos dinamitaron deliberadamente. Solamente un imbécil puede seguir esperando la lluvia.

Si no aparecen referentes políticos o gremiales organizando acciones para resistir éstas políticas que siembran desocupación y miseria, aparece la pregunta si no es urgente organizar acciones de resistencia desde el llano, fundamentalmente desde el sector de los trabajadores.

4 comentarios:

  1. No sean mal pensados, lluvia va a haber, una copiosa lluvia de sandeces para "explicar" la sequía de dólares, inversiones y el resto de promesas y embustes; no le tienen paciencia al arrítmico y sus pronósticos de felicidad pa´nadie decente....

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  2. Pero, entonces ... ¿Vos querés decir que nos engañaron? ¿Que todo lo que aseguraron durante la campaña electoral no era cierto? ¿Que las advertencias y avisos de lo que sucedería si ganaba Pro-Cambiemos NO fueron una campaña sucia o una campaña del miedo? ¿Que aún nos quedan 7 SEMESTRES de esta porquería? ¿Que la luz al final del túnel no es el final del túnel sino sólo una lamparita de 15w colgada del techo?

    ¡Oh! Pero a no desesperar. En las elecciones de medio término del año que viene, si aún estamos vivos, podremos votar al Frente Renovador para renovar nuestra alianza con la embajada del imperio que podrá seguir instalando bases en cualquier lado para protegernos y hacernos sentir más rubios y con los ojitos más celestes.

    Pero lo más mejor es que ya no nos gobiernan corruptos ni gentuzas sin título.

    ¡Cambio, cambio, cambio ...!

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  3. Agrego que les sacaron las retenciones a la minería. ¡A las mineras! Solo en un país bananero las mineras se llevan todo los que extraen sin dejar un centavo. Ni Rivadavia se lo hubiera planteado.

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  4. Compañeros:
    Sobre organizar acciones desde el sector trabajador, en Rosario esta semana varios gremios hicieron una importante movilización contra la politica económica y los despidos. Claro que salvo C5N, los medios nacionales ignoraron el hecho. Pero si estas convocatorias se multiplican en todo el país, se les va a hacer difícil seguir tapando la realidad.

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