Las propias cifras oficiales eximen de mayores comentarios: en el primer trimestre de éste año y comparado con el mismo período del año anterior, la deuda externa del país creció un 11 %, en algo más de 16.000 millones de dólares adicionales.
Y sobre un PBI que viene cayendo en torno al 2,4 % interanual, como consecuencia de lo cual la relación deuda/producto viene empeorando aceleradamente.
Tal como se aclara en la nota, las cifras no contabilizan el endeudamiento que se contrajo para pagarles a los fondos buitres (una emisión récord de deuda de más de 16.500 millones de dólares), ni las nuevas colocaciones de deuda de las provincias (que ya suman 8200 millones de dólares adicionales) y de las empresas.
Al mismo tiempo leemos en Página 12 que en el mismo lapso (primer trimestre del año) se aceleró la fuga de capitales, con 4052 millones de dólares que se fueron si se toman en cuenta las cifras del INDEC, y 4231 millones de la misma moneda, si se toman las cifras del Banco Central.
En el aumento del endeudamiento del que dan cuenta los datos sí se contabilizan el "repo" de un grupo de bancos extranjeros al Banco Central para apuntalar las reservas y posibilitar la salida del cepo, y la activación del "swap" de monedas con China, que en campaña se dijo que no existía ni formaba parte de las reservas; y ya en el gobierno lo utilizaron, disparando las cláusulas que lo transforman en deuda, con sus correspondientes intereses.
El aumento vertiginoso del endeudamiento público es posibilitado por cierto por la "pesada herencia" recibida del kirchnerismo, representada en éste caso por el bajo nivel de endeudamiento en moneda dura, con acreedores del exterior y con escaso monto en relación al PBI.
Tampoco es casual que la deuda suba casi en la misma medida en que crece la fuga de capitales: es de la propia naturaleza del modelo de valorización financiera que puso en marcha el gobierno de Macri que una cosa venga de la mano con la otra. De hecho, el endeudamiento público financia la fuga de capitales privados, tal como fue en la dictadura y durante el menemismo.
Repasando las nuevas colocaciones de deuda del Estado nacional y la de la mayoría de las provincias, se advierte que casi ninguna es para financiar proyectos de infraestructura, tal el argumento con el que muchos gobernadores pretendieron justificar su apoyo al acuerdo con los fondos buitre.
Y la deuda que están empezando a tomar las empresas responde a sus propios proyectos de despliegue corporativo, sin ninguna estrategia pública de desarrollo que asigne prioridades a la posibilidad de endeudarse, para financiar el crecimiento en sectores estratégicos; y con capacidad de repago de deudas en moneda dura.
Los datos (que seguramente empeorarán en el segundo trimestre, por lo dicho) saldan toda polémica respecto a la verdadera naturaleza del modelo económico en marcha; y dejan claro los límites del presunto "desarrollismo" del "mejor equipo de los últimos 50 años".
De acuerdo al CESO las provincias ya revolearon 4600 M y chirolas y están en gateras otros revoleos por casi 4000 M más.....
ResponderEliminarY veremos que pasa los años sgtes. cuando se la fumen en gastos corrientes o asfaltos....
Quizás los gobernas si se hubiesen enterado que Melco era buitre porái no aprobaban la claudicaciòn deshonrosa frente al geronte juez municipal...
En fin.. todo sea por la realpolitik
Saludos