lunes, 11 de julio de 2016

MUCHA EMERGENCIA, PERO NO SABEMOS PARA QUÉ OBRAS


Hace poco te contábamos en ésta entrada que Lifschitz había declarado por decreto la "emergencia vial" en la provincia, y como consecuencia de eso encuadraba todas las contrataciones de la Dirección Provincial de Vialidad en la causal de "urgencia derivada de emergencia imprevisible", con lo cual quedaba exenta de hacer licitación para contratar las obras de reparación de las rutas provinciales.

En ésta otra entrada te contábamos también que la provincia incorporaba a su presupuesto los mayores fondos de coparticipación federal que recibe luego del fallo de la Corte de fines del año pasado, y que los debía destinar obligatoriamente a obras, porque así lo manda la ley de presupuesto provincial.  

Claro que con una trampita: se incorporan sin identificar concretamente cuáles son las obras que se van a hacer con esos fondos, con lo cual hacia fin de año pasará lo que sucede todos los años: "superpoderes" mediante, esas partidas desaparecen del presupuesto de obra pública, y se destinan a financiar gastos corrientes.

En el decreto cuya imágenes ilustran el post, se está ampliando con esos fondos (los que vienen del fallo de la Corte) el presupuesto de Vialidad Provincial en 494 millones de pesos, para atender -supuestamente- las obras de la "emergencia vial".

Obras que no sabemos cuáles son, a juzgar por el anexo del propio decreto (ojo: a lo mejor tenemos suerte y están las de la autopista):


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