Desde que Cristina salió por teléfono el
domingo en el programa de Navarro sigue la discusión respecto a si debió
hacerlo en el piso, en persona (¿lo plantearán los mismos que decían que
abusaba de la cadenas nacionales?, es un duda que nos asalta). Discusión que
nosotros por nuestra parte dejamos a los expertos en el tema porque preferimos
concentrarnos en lo que dijo, y no en “cómo” lo dijo. Señalamos sí que centrar
la discusión en el formato o estilo comunicacional se parece bastante a lo que
hace el macrismo cuando dice que su problema no es lo que decide como gobierno
y sus consecuencias, sino que lo comunica mal.
Otro tanto vale para los análisis que se
centran en las repercusiones en el ráting o el micromundo de las redes
sociales: Susana Jiménez reinaba en audiencia en el 2001 cuando De La Rúa tuvo
que escapar en helicóptero, y en el 2011 cuando Cristina ganó con más del 54 %
de los votos, incluso por cifras mucho más apabullantes que las del domingo. De todos modos, el
ordenamiento de la audiencia habla de que existe un buen porcentaje de la
sociedad argentina “despolitizado”, o politizado de otro modo; gente que cree que la
política no tiene que ver con su vida cotidiana, aunque la política se los esté
llevando puestos.
Nos preocupan más
las repercusiones de lo que dijo Cristina hacia el interior del kirchnerismo,
porque las que hubo hacia fuera (sobre todo en los medios y en el sistema
político) no cuentan demasiado para el análisis: se puede presumir que por
regla general ya estaban escritas antes que CFK abriera la boca.
Sobrevoló en el
reportaje la cuestión de la conducción y el liderazgo del espacio opositor, y
el rol de la construcción colectiva: no es la primera vez que Cristina advierte
-parafraseando a Los Redondos- que “este asunto está ahora y para siempre en
tus manos, nene”; ni será la última. Sin embargo, parece que algunos
“empoderados” no entendieron todavía como funciona, y siguen sin asimilar que
no estamos en el gobierno, con la consecuente capacidad de imponer la agenda
política.
El vínculo afectivo
y sentimental que la mayoría de la base social del kirchnerismo construyó con
Cristina debe dar paso progresivamente a una mayor racionalidad política, para
no reproducir el estereotipo que de nosotros construye el adversario.
De algunas críticas genéricas a lo que dijo
Cristina se desprende la duda de que esperaban algunos que dijera: ¿que
anunciara el pase a la clandestinidad, o el llamado a la
resistencia civil contra el gobierno de Macri, o desconociera su legitimidad,
que repitiera alguna barbaridad al estilo de lo de Esteche? Cristina fue
legisladora varias veces y dos veces presidenta muchachos, no es Baby
Echecopar.
Preguntada sobre el
rol de la oposición, dijo lo obvio: existen quienes tienen la responsabilidad
institucional de ejercerla en el ámbito natural, que es el Congreso. Algunos
pícaros como Abal Medina se agarraron de la crítica al “obstruccionismo” que
padeció el kirchnerismo en sus gestiones para validar su transfugueada
votándole a Macri los jueces de la Corte, el blanqueo de capitales, el jubileo
impositivo para los ricos, el saqueo de la Anses y la quiebra del sistema
previsional.
La responsabilidad
de Cristina en ese caso se limitaría en todo caso a haber colocado a ciertos
personajes en las listas, en las que también -dicho sea de paso- colocó a Recalde, Kicillof y los
diputados y senadores que votaron en contra de los proyectos del gobierno.
También señaló que
los sindicatos terminaron en su gran mayoría pactando en paritarias salarios
por debajo de la inflación. ¿Se supone que sea responsabilidad de Cristina
pedir la reapertura de las paritarias para recomponer el poder adquisitivo de
esos salarios, cuando ni siquiera los propios dirigentes sindicales lo están
haciendo?. Cierto pensamiento mágico dentro del kirchnerismo supone que sí.
Sobre la
persecución judicial en su contra, pensemos que horas antes de su retorno la
dirigencia del PJ estaba pensando en convocar a una cumbre para “depurar” los
bloques legislativos de kirchnerismo para despegarse de los escándalos
judiciales, y sin embargo Cristina no les pasó factura por eso: se enfocó en la
entente medios-partido judicial-gobierno. Señaló sí que más del 60 % de la obra pública del kirchnerismo (hoy cruzada por la sospecha de la corrupción) se ejecutó a través de los gobiernos provinciales.
Algunos le piden a Cristina que asuma decididamente
un liderazgo que -hoy por hoy- el grueso del peronismo “institucional”
(gobernadores, intendentes, la cúpula partidaria) no le reconoce, y no son pocos
allí los que preferirían que se corra a un costado: una estrategia tan suicida
como que el núcleo duro del kirchnerismo se encierre en sí mismo, porque a
ninguno de los dos le alcanza solos para ganarle a Macri. Reiterando lo dicho
al respecto en otra oportunidad: la reflexión es válida siempre y cuando ese sea el verdadero propósito
político, de acá en más.
Por otro lado así
como un liderazgo decae si no se ejerce efectivamente o es cuestionado por
parte de los conducidos, tampoco termina de desaparecer hasta que no se genera
otro alternativo; y desde allí el panorama en el peronismo es un páramo; a
punto tal que se habla de “seducir” a Massa para el retorno al redil porque
“mide bien”, sin importar que viene funcionando en los hechos como parte del
dispositivo político que sustenta al gobierno de Macri. O a De La Sota, respecto del cual hay que hacer un esfuerzo supremo de memoria para recordar una sola de las políticas públicas de los últimos 12 años, que haya acompañado.
Cristina planteó lo
que piensa sobre el gobierno y la situación del país con tanta claridad como
escondió lo que va a hacer concretamente en términos de estrategia de
despliegue político: si bien se mira, algo perfectamente lógico cuando nadie
muestra las cartas a un año de las elecciones. ¿O acaso alguno esperaba que se
autoproclamara como líder de la oposición, o anunciara alguna candidatura
precisando cargos, distritos, alianzas?
Y aun cuando fuera candidata el año próximo (como están reclamando muchos, como Capitanich, y nosotros con él), parece obvio recordar que no hay elecciones presidenciales hasta el 2019, y que en consecuencia deberá serlo indefectiblemente por un distrito determinado, y no la podremos votar todos.
Cuando dijo que en
la oposición están faltando ideas también está diciendo algo así como “éstas
son las mías, escucho las otras”. La caracterización que hizo del gobierno de
Macri no será novedosa, pero la pregunta que hay que hacerse es ¿a cuántos
dirigentes de la oposición se los escuchó hacerla con la claridad que lo hizo
Cristina?
Por momentos da la
sensación que algunos dicen que quieren que vuelva pero en realidad no, o
quieren que vuelva pero bajo sus propios términos, no los de ella misma. O
quieren sus votos, pero no se la bancan a ella. Sincerar esa cuestión también
oxigenaría los términos del debate político: en estos tiempos en que los puristas de ayer son en muchos casos los pragmáticos citadores de "Conducción Política" de hoy, habría que recordarles aquéllo que también decía Perón de que "no vamos a andar echando la suerte entre gitanos".
El razonamiento de
que “a Macri le conviene esta Cristina, porque mantiene dividido al peronismo y
a la oposición” oculta que lo más le conviene a Macri es ésta oposición, que
sin Cristina (o sin darle pelota a Cristina) le vota todo en el Congreso, y
tiene hasta “vergüencita” de oponérsele con firmeza. Por lo que se puede ver hasta
acá estamos ante muy pocos hechos concretos, pero muy sobreanalizados, y mucho camino
por delante por recorrer para todos; incluyendo a Cristina.
Mientras tanto, tomá nota Cristina de todo lo que
tenés que hacer: aparecer, pero para borrarte, hablar de todo, pero no mucho, o
hablar de lo que otros quieren que hables, y decir lo que ellos quieren que
digas. No es tan difícil.
Excelente análisis, como siempre. Venir a pedir que ella saque la jeta por todos es cuando menos de canalla. Hay que construir desde abajo.
ResponderEliminarPor otro lado, convengamos que todavía es la que mejor mide de la oposición (llamar así a Massita es un chiste de mal gusto). Vamos a ver cómo se ordenan los melones cuando el carro agarre velocidad.
No es facil eso de imponer agenda siendo oposición. Y es cierto que se le pide demasiado desde algunos sectores. Pero ese pedido, creo que surge justamente de ver que en su ausencia, el macrismo hace y deshace a gusto. Nadie en el PJ logra ya no imponer, sino al menos influir en la agenda. Peor aun, luego de lograr votar una ley antidespidos, no se siguió el tema despues que fue vetada. Esto valida automaticamente el veto, dando la razon al argumento de que "en realidad no hay ninguna crisis de empleo". En eso hay mucho para aprender de massa, quien si bien con algunos multimedios + la embajada de su lado (cosas que hoy no tenemos y no son detalles menores) se las arreglo para complicarnos la vida en 2013-2015. Muchos rosqueros del PJ actual lo registraron, es por eso que al no estar CFK, se mueren de ganas de salir corriendo para el principado de tigre.
ResponderEliminarSobre la entrevista en sí, me parece mas que adecuado el tono de estar y no estar. Es el momento para eso. Y para hacer hincapie en el tarifazo, despidos, transferencia de recursos y en el descenso de las condiciones objetivas de vida de las clases laburantes. Lograr formular un discurso facilmente asimilable desde ahi, ser la punta de lanza de una generacion de sentido comun en esta base, sera la clave del exito en 2017. Y por ahora, no veo a nadie mejor que Ella para esa tarea.
Coincido totalmente con Ud. Le cuento que he leido no sin cierta bronca as un mediatico ex setentista decir que quizas no quiso aparecer porque no estaba maquillada.
ResponderEliminarImpecable en claridad y contundencia.
ResponderEliminarSuscribo, comparto y difundo.
GRACIAS
Acuerdo en toda la descripción y sus conclusiones, solo objeto tomar como cierto el rating de Ibope, parte del multimierdos en Argentina, desde ayer estoy tratando de obtener el de SIFEMA, y hoy por un breve instante tuve los gráficos de televisión abierta, donde los picos se corresponden con la media de la primera medidora, si no me equivoco.
ResponderEliminarPero hay un dato que en la charla que tuvieron Victor Hugo y Navarro a eso de las 19:00 en C5N me hace suponer que estoy en lo cierto, hablaron que a nivel país tuvieron pico de 23 puntos con CFK hablando, Ibope solo mide AMBA, pero se supone que no debería haber grandes diferencias entre ambas regiones, con lo que estaríamos ante otra de las operaciones políticas, por no llamar mentiras, instrumentadas por el trípode del Poder.
Nunca menos y abrazos
No tiene sentido discutir por el rating que tuvo la entrevista.
ResponderEliminarCuando hablaba por cadena nacional,nadie la escuchaba, y ahora igual.
Nadie vió el programa, salvo los hijos de Navarro y la tía de Victor Hugo.
Yo por ejemplo, a esa hora, estuve mirando en Animal Planet un documental sobre la impotencia sexual de los gorilas.
El Colo.
Cristina tiene el apoyo de mucha gente, lo cual es ocultado por la andanada mediática que se lanzó para desprestigiarla a ella y al movimiento kirchnerista. Lo que le falta es el control -o el reconocimiento por lo menos- de los políticos que lograron cargos trepándose a las listas k y que luego se adosaron al macrismo. La defección de gran parte de los senadores, diputados y gobernadores que, se suponían cumplirían el rol de oposición, terminó de quitar poder a su espacio político.
ResponderEliminarLa gente de a pie, como muchos de nosotros, no tiene espacios institucionales desde los cuales jugar políticamente. Lamentablemente fuimos defraudados por aquellos que elegimos.
Esto de Nestornautas de lo mejor que leí sobre este tema. Cuando cierto sector "peronista" apuradamente pensaba que tenía a Scioli ya sentado en la rosada, se deshacían en elogios hacia Cristina y su genialidad política, y que "desde el sur mantendría la llama encendida".
ResponderEliminarCuando la realidad nos golpeó finalmente, especialmente a ese sector que quería sacarse al "kirchnerismo" de encima y perdió como en la guerra con el candidato que tanto pidieron y tuvieron, ahora quedan expuestos. Solo querían sacarse a Cristina de encima.
Ahora le reclaman porque "está en el sur", le reclaman "por la derrota", le reclaman "porque no conduce" y se atajan por "si se le ocurre conducir".
No la quieren, les cuesta horrores aceptar una líder femenina, nunca dejaron de mamar del sentido común editorializado en los medios tradicionales, no pueden abstraerse del sentido común hegémonico y el machismo termocefálico.
Cristina lo dijo, "habrá que madurar de golpe muchachos".
Dejar el infantilismo inexplicable que nos tiene atados depende de nosotros. Cristina esperará, no le queda otra, sola no puede, y sin embargo es la única que está a la altura, fue y es ella la dirigente del proyecto político nacional y popular que estaba cambiando la historia argentina hasta diciembre de 2015. Pero no podés ser líder si la tropa no te lo reconoce, aun siendo la 10 indiscutible de la política Argentina. Sobre todo estando a la vista el desastre que está haciendo el PJ como oposición ya sin Cristina en el tablero institucional. Es una masacre amarilla, les estan pasando por arriba a los "supermachos".
¿Como que la tropa no la reconoce? ¿Quien es la tropa? ¿Los dirigentes que solos no sacan ni 3 votos? Esa no es la tropa. La tropa es la gente de a pie, y esa gente sigue siendo el capital de Cristina.
ResponderEliminarMe sorprende leer a algunos compañeros que le hacen este tipo de reproches a Cristina olvidando que Macri asumió apenas hace ¡siete meses! ¡y por el voto del pueblo!. Y aún así, con el motor regulando porque resta toda una carrera por jugarse, ya insinuó tácticas a seguir: puso como ejemplo claro la toma de la empresa de gas y la negativa a pagar las facturas por los vecinos de Villa Gesell. A menos que necesitemos que nos haga un dibujito, son cosas bastante concretas para seguir. Es tiempo de asumir de una buena vez que ella no puede llamar a "prender fuego la pradera" porque el ascenso al poder gubernamental de Macri fue por vía democrática. Aunque hoy la suframos, esta democracia es la única herramienta de transformación efectiva que tenemos los sectores populares: que la hayamos perdido casi inocentemente es otra cuestión bien diferente. Cristina sabe que es un suicidio político (y el riesgo de una futura carnicería) socavarla, sumando a esto el hecho de no contar más con las palancas del Estado. Valga la analogía, es como jugar al truco y que te toque el ancho de espadas, un cuatro de copas y un rey. Tenemos el ancho, si, pero estamos lejos de tener la mano ganada. Cristina tiene que ser sumamente prudente para que su capital político juegue en el momento más decisivo. Y ésta no es ninguna novedad, porque durante sus ocho años de gobierno y particularmente en los últimos cuatro, su estilo fue siempre el secretismo más hermético posible para evitar que el adversario se adelante. No veo por qué debería cambiar justo ahora, en una situación dramáticamente más complicada.
ResponderEliminar21:01 ¿Y será esa la discusión que estamos necesitando? Porque ahora está de moda compañeros que salen a decir "Cristina esta cansada, se hartó, su última patriada es llevarse la marca," etc, etc. Ahora hay "análisis" de ese estilo, y la verdad Cristina no ha salido a decir nada de eso. Obviamente su alejamiento de la escena central deja un vacío que fomenta especulaciones, pero se están poniendo palabras en su boca que nunca dijo.
ResponderEliminarSi vamos a "hablar" sería preferible tomar lo real que está sucediendo y no inventar pavadas. Lo real es que Cristina es el centro de un ataque brutal, lo real es que la estructura nacional que se engalanó bajo su liderazgo 12 años hoy no está expresándose con FIRMEZA contra el ataque que el símbolo de ese frente político está sufriendo hoy.
Y si, ¿Cual es la tropa? ¿Las multitudes de a pie bajo la lluvia, o los funcionarios con sueldos de decenas de miles de pesos?
"Hay que levantar la bandera y seguir" muy linda la frase, ¿pero que significa en el mundo real?, ¿La gente de las listas que votamos acaso ya no sirven?, ¿Vamos a inventar un sistema de representación democrático nuevo?, No entiendo que significa esa frase. Si la persona que la pronuncia la explica con claridad entonces eso ya es otra cosa, eso sería ejercer la CONDUCCIÓN que necesitamos. Basta de acertijos.
Esas afirmaciones voluntariosas y gaseosas pueden ser peligrosas, pueden derivar en otro espacio político que vive en su burbuja utópica imposibilitada de conectarse con las herramientas que estan tiradas en el barro de la política, lejos de la poesía y la épica inmaculada.
Necesitamos una líder, o lider, que ponga su nombre imbatible en la boleta y nos lleve a la victoria, pero eso es solo el 50% del desafío porque ya vimos que cualquier idiota que le atribuye frases de Peron a Elisa Carrió, o alica alicates, corruptos procesados, o mamarrachos aburridos se pueden poner la corona en la cabeza muy fácil... Pero el otro 50% necesario del desafío es que nos lleve de nuevo al proyecto de país con pleno empleo e industria que quedó trunco en diciembre del 2015.
La derecha neoliberal ya tiene su campeón indiscutido y varios muletos. ¿Y nosotros? ¿O vamos a inventar la cuadratura del circulo ahora? ¿Vamos a seguir en babia? TENEMOS que ganar y hasta ahora la única que asegura eso es Cristina, es el único dato duro que tenemos. ¿Y la tropa que votamos que opina de esto?
Cristina dijo que ella está para acompañar desde el costado, que cagada porque es la única candidata que puede ganar una elección presidencial por este frente político que dejó pleno empleo e industria nacional en la Argentina. Tenemos un problema. O le pedimos que lidere esto TODA LA TROPA, o inventamos a otro "iluminado" que con su sola presencia te llene la Plaza de Mayo en un día de lluvia después de gobernar el país 12 años. Mirá si no tenemos preguntas para hacernos y discusiones que afrontar.