domingo, 27 de noviembre de 2016

LAS CIFRAS DE CIFRA


“La rentabilidad esperada de las opciones de inversión productiva resulta escasa como consecuencia de la recesión interna, la apertura comercial, la agudización de la apreciación cambiaria y las escasas o nulas políticas industriales. En paralelo, se presentan elevados rendimientos en dólares de las tasas de interés, especialmente de las Lebac, instrumento financiero que se está constituyendo en una verdadera bomba tiempo fiscal y cambiaria para la economía argentina por el elevado endeudamiento que implica para el Banco Central. En este escenario la inversión financiera desplaza a la productiva y no se logra mitigar la fuga de capitales.”.

“De allí que en lugar de una reactivación de la inversión, como esperaba el gobierno, la fuga de capitales al exterior trepó a USD 11.000 millones de dólares en los primeros nueve meses del año. Se trata de una magnitud similar a la que tuvieron las colocaciones de deuda del gobierno nacional si se descuentan las cancelaciones de vencimientos de ese período. Por consiguiente, la deuda pública nacional sirve para refinanciar vencimientos de deuda y cubrir el déficit fiscal, al tiempo que garantiza las divisas requeridas para la fuga de capitales al exterior.”.


“Bajo estas circunstancias, y a contramano de los brotes verdes que persistentemente plantean los erráticos pronósticos del gobierno, se asiste a una recesión económica (-2,3% interanual en los primeros 8 meses) que aun no da indicios sólidos de haber alcanzado su piso. Esta contracción del nivel de actividad se explica especialmente por el mal desempeño de la industria y la sensible caída de la construcción (-4,6% y -12,8% interanual en los primeros tres trimestres del año, respectivamente), las cuales profundizaron sus retracciones en septiembre. En el caso de la construcción esta caída es indisociable de la disminución del gasto real en obra pública.”


“Por el lado de la demanda, además del bajo nivel de inversión, se advierte un significativo deterioro en los indicadores de consumo privado, que también se acentuaron en los últimos meses. Ello se encuentra asociado, por un lado, a la caída del salario real como consecuencia de la inflación más alta de las últimas dos décadas, y, por el otro, al aumento de la desocupación que tiene sus raíces en la caída del empleo privado en la industria y la construcción. Al respecto, cabe resaltar que, paradójicamente a los enunciados oficialistas en la materia, el único factor que morigeró la caída del empleo registrado total durante los primeros tres trimestres del año fue la expansión del empleo público que compensó la contracción del empleo privado. A ello debe adicionarse la caída del empleo no registrado, que es la principal variable de ajuste en períodos recesivos.”


“De este modo, la baja relación deuda externa con privados/PIB, producto de más de una década de la política de desendeudamiento, se encuentra en una acelerada reversión. En el cuarto trimestre de 2015 dicho ratio era del 10,3% para elevarse al 19,5% en el segundo trimestre de 2016. Por su parte, la deuda pública total, que alcanzaba el 33,9% del PIB, trepó al 45% en el segundo trimestre de 2016. Se trata de un vertiginoso incremento que registra límites en el corto plazo.”.

“Durante los primeros nueve meses del año la formación de activos externos del sector privado no financiero alcanzó USD 10.022 millones. Si a este indicador se le resta la variación de los depósitos en dólares se obtiene una aproximación a la fuga de capitales al exterior, la cual ascendió a USD 11.170 millones. Es el doble que lo registrado en el mismo período de 2015.”.

“La desregulación del mercado cambiario, las elevadas tasas de interés y las escasas oportunidades de inversión productiva condujeron, al igual que en la década del noventa, a que la fuga de capitales sea financiada a través del endeudamiento externo. A tal punto que la deuda pública nacional acumulada, descontado los vencimientos, alcanzó a USD 10.332 millones, un monto similar al stock de la fuga de capitales.”.

“Desde la asunción de la alianza Cambiemos el stock de Lebac creció en dólares el 57% hasta septiembre, lo que implicó que en ese mes se alcance un stock acumulado de USD 42.295 millones. Se trata del activo financiero por excelencia que promovió el desplazamiento de la inversión en la economía real hacia la financiera. Sus altos rendimientos en dólares, que alcanzan el 23,7% en 2016, y el ancla cambiaria constituyeron un escenario propicio para la valorización financiera de capital.  Se debe resaltar que ante un cambio de expectativas los inversores podrían abandonar las letras y adquirir dólares. En este contexto, para no provocar un drenaje de reservas, el Banco Central debería acceder a un nuevo endeudamiento. Se trata de una verdadera bomba de tiempo fiscal y cambiaria.”.

“El déficit financiero se incrementó 32% en términos interanuales, empujado no sólo por el mayor ritmo de incremento de gastos que de ingresos sino también por el aumento en el monto de intereses de la deuda. Este déficit hubiera sido sustancialmente mayor de no ser por las rentas del BCRA y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad.  Hasta septiembre se advierte un bajo nivel de recaudación en el marco de una economía recesiva. Los ingresos primarios crecieron sólo 26% en términos nominales (menos que la inflación), especialmente por una baja recaudación impositiva. También el gasto primario creció por debajo del nivel de precios, especialmente por el freno de la inversión y la obra pública.”.


“La reducción de la recaudación fiscal no fue homogénea. Por el contrario, las evidencias muestran un cambio en su composición.  Por un lado, se experimentó un incremento del peso de los impuestos regresivos como el IVA y se redujo la participación de tributos progresivos, como es el caso de ganancias, que perdió 2,7 puntos porcentuales en la distribución.  Los recursos aduaneros perdieron también incidencia pero con una fuerte alteración en su interior. A partir de la apertura comercial, el efecto de la devaluación y la eliminación o reducción de las retenciones, se incrementó la recaudación sobre las importaciones y se alcanzó una notable pérdida de participación de los derechos de exportación que en los primeros nueve meses del año descendió 1,5 puntos porcentuales en la estructura de la recaudación.”.

“En el marco del nuevo régimen económico la economía real experimentó una significativa contracción en el nivel de actividad. En los primeros tres trimestres del año la caída en el nivel de actividad económica persiste sin advertirse el punto de inflexión. Pese a una leve recuperación en el mes de agosto en términos mensuales y desestacionalizados, las caídas interanuales siguen siendo significativas en agosto y septiembre.  Las perspectivas no son alentadoras, dado que el consumo privado está negativamente condicionado por la caída en el poder adquisitivo de los salarios y la caída de la ocupación.  A su vez, no se evidencia una mejora en las oportunidades de inversión en un mercado local en recesión, con apertura externa, apreciación cambiaria y pocas o nulas políticas productivas. En este contexto, el aumento del gasto público ante el escenario electoral del año que viene sólo podrá mitigar dichas tendencias en forma insuficiente.”.

“Es a partir del segundo trimestre que, en consonancia con la desaceleración de la agroindustria y la aguda contracción de las restantes ramas fabriles, se advierte una profunda retracción industrial. Esta caída no se vincula solo con la crisis brasilera sino también, y fundamentalmente, con los menores niveles de consumo y de inversión, así como con la apertura comercial que implica una mayor competencia de productos importados. Las expectativas son desfavorables tanto por la situación local como mundial, y que sólo puede ser mitigada por una posible -aunque no garantizada- recuperación de la economía brasileña.”.

“Los distintos indicadores del nivel de consumo de la población no sólo presentan una tendencia negativa a lo largo de todo 2016, sino que además experimentaron una profundización desde el mes de mayo.  Esta tendencia es consecuencia, principalmente, de la contracción de los salarios reales, que afectó sensiblemente la capacidad de consumo de la población. A ello se suma la caída en el empleo privado e informal.  En el mes de octubre de 2016 las ventas minoristas registradas por CAME se redujeron 8,2%, cifra que indica que no se evidencia ninguna desaceleración en la caída de este indicador.  Las ventas en supermercados relevados por el INDEC se contrajeron, en términos reales, 15,4% en agosto (último dato disponible), mientras que las ventas en centros de compras cayeron 21,4% en igual mes.”.


“La caída en el consumo está estrechamente relacionada con la contracción que sufrieron los ingresos reales de los hogares como consecuencia del mayor ritmo de aumento de los precios.  En efecto, la devaluación de la moneda, la quita o reducción de derechos de exportación y los posteriores incrementos en las tarifas de los servicios públicos llevaron la inflación a los niveles más elevados desde comienzos de la década del noventa.  El aumento interanual del nivel de precios arroja 44,5% en octubre, alterando la tendencia a la desaceleración de los meses previos. En ese mes se volvió a sentir el efecto de la suba de tarifa de gas, que por haberse frenado con anterioridad impulsó una caída en el índice de precios en agosto.  Aun si se desacelera el ritmo inflacionario hacia fin de año, el promedio anual quedará en torno a 41,2%. En efecto, se advierte cierta rigidez a la baja de la inflación fundamentalmente en los precios de los alimentos.”.

“A pesar de que ya tuvieron su efecto la mayor parte de los aumentos salariales definidos en paritarias, el salario real de los asalariados registrados del sector privado en septiembre registra una caída de 6,4% en términos interanuales.  En otras palabras, las paritarias acordadas no permitieron compensar el efecto de la inflación sobre las remuneraciones y, por lo tanto, no pudo revertirse totalmente la disminución salarial que tuvo lugar durante el primer semestre del año.  Probablemente la reducción salarial sea sustancialmente superior entre los trabajadores no registrados y del sector público razón por la cual la caída promedio del salario real será considerablemente mayor.  Para el año, se espera que tenga lugar una pérdida de poder adquisitivo del salario en torno al 6%, que no alcanzaría en absoluto a ser revertida por el pago de un bono de $ 2.000 en caso de que prosperase la iniciativa oficial avalada por la CGT. Para empatar la inflación se requiere de $ 14.915.”.



“El empleo asalariado registrado tuvo una caída interanual de 0,4% en agosto, que representó una disminución de más de 36.000 puestos de trabajo asalariados.  Esta caída es el resultado de la destrucción de puestos en el sector privado (92.458 puestos de trabajo) que fue parcialmente compensada por un aumento en el empleo público (46.697 puestos de trabajo).  Aún cuando el número de asalariados registrados en el sector público tuvo una merma de alrededor de 47.000 puestos de trabajo entre noviembre de 2015 y marzo de 2016, fruto de los despidos llevados a cabo por el nuevo gobierno, volvió a expandirse retomando en agosto el nivel prevaleciente en noviembre de 2015.”  


Completo acá.

1 comentario:

  1. Ma, chi fue el imbecile que en un año invertio la graficas, ora tengo dolore de cogoti de tanto leere con la testa inclinata.

    Porca miseria, mascalzone.

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