LAS DOS NEURONAS DE MAJUL, ESA EXTRAÑA PAREJA

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“En su última conferencia de prensa, el Presidente dio a entender, un tanto incómodo, que se encuentra aprisionado, entre su padre, Franco Macri, y la líder de la Coalición Cívica y "fiscal de la República", Elisa Carrió. (Lógico, cualquiera aplastado por la gordi estaría incómodo) Pero una semana después la diputada lo corrigió: "Mauricio ahora está más cerca de mí, porque terminó de comprender que ya dejó de ser «hijo de» para asumir su responsabilidad como presidente". (El tema es que él considera que esa responsabilidad consiste básicamente en comportarse como “el hijo de”, velando por los negocios de la familia antes que todo)

Es raro el vínculo entre el jefe del Estado y Carrió. (Sí, sobre todo de parte de Carrió: Macri sigue siendo el mismo turro de siempre y Carrió que lo puteaba, ahora lo elogia. Debe ser cierto eso de que la tiene agarrada con el hijo narco) Es más extraña la manera en que ella habla sobre él, los tonos que utiliza (A ver Corín Tellado, contános más) y el lugar desde donde lo hace. (Los estudios de TN) A veces arranca así: "Yo le quiero decir al Presidente". O: "Yo le quiero pedir al Presidente". (Tremendo. No sabemos si el país está preparado para resistir este tipo de revelaciones) En determinado momento, incluso, el tono parece de advertencia o amenaza. (¿Vos decís que amenazó al presidente? ¿Se enteró Pato Bullrich de esto, le revisó el Twitter a la gordi?) Pero ¿quién puede sorprenderse por el estilo Carrió? (Salvo vos, como para escribir ésta nota, nadie) Ella se para más o menos igual frente el Papa; (Bueno, “frente” lo que se dice “frente” no tanto, porque no la atiende) el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti; la vicepresidenta Gabriela Michetti, (“Se para” y “Michetti”, fijáte Majul, podés estar haciendo bullying) o la gobernadora María Eugenia Vidal. (Claro, se para con los dos pies. Como toda la gente, con todo el mundo) ¿Y cuál es la verdadera relación que tienen Macri y Carrió? (Eso ¿cuál es, eh?) Buena, pero tensa. De confianza, pero siempre el (“al” borde, Majul) borde del portazo. (Histérica, bah) En cierta forma, ambos se utilizan (“usan” o “forrean”, por extensión) y parecen sacar del otro el máximo provecho posible. (La que hace más provechos es Carrió, por una cuestión de ingesta. Pero fuera de eso sí, se sacan el jugo mutuamente) Depende de la perspectiva desde donde se analice el vínculo. (A veeer, estás misterioso hoy, Luis)

Lilita, no bien arrancó el nuevo gobierno, embistió contra Daniel Angelici y el Presidente debió apartarlo de sus tareas informales como operador del sistema judicial. (Uff, sí, re apartado está. Ya ni llama a los jueces y fiscales, ni aprieta para que los fallos salgan para un lado o para el otro. Hasta canceló la matrícula de abogado, mirá lo que te digo. Apenas se quedó con la vicepresidencia del Colegio de Abogados) Macri recurrió a ella para contar y aclarar la responsabilidad de Gustavo Arribas en el caso Odebrecht (O sea la usó como blanqueador moral, para convencer a las viejas gordas de Recoleta de que todo estaba bien) y ella trató al jefe de la AFI, por lo menos en este caso, con prudencia y consideración. (O sea que alteró su modus operandi habitual, por tratarse de un espía acusado de coimero y lavador. Lo importante son los valores digamos. Los acreditados en la cuenta bancaria) Es verdad que presentó un pedido de investigación. (Un pedido de investigación de Carrió es como un vaso de agua: no se le niega a nadie) Pero no fue más allá. (Como hace siempre, digamos) Ni dio por sentado que Arribas había recibido las coimas. (Es que el tipo no era kirchnerista) "Ojalá que no", pidió al cielo. (Claro, cuando le conviene vuelve a creer en la justicia divina. O nos manda a rezar, como el rabino Berga) De alguna manera, le dio aire y tiempo para facilitar su defensa. (Esa era la idea, Luis) Algo parecido hizo con el litigio del Correo. (O sea que está para arreglar las matufias de la familia Macri. Se va a enojar Aguad, que le está disputando el puesto) Adjudicó casi toda la responsabilidad a Franco Macri y los ejecutivos de la empresa. (La mitad de los cuáles hoy son funcionarios del gobierno, incluso en el Correo oficial es el mismo que estaba en el privado, con los Macri. Y al abogado de  Aguad lo abdujeron extraterrestres y lo obligaron a aceptar la quita) Tampoco dejó de meter baza en la reciente preautorización a Avianca para volar las rutas aéreas argentinas. (¿Cómo metió baza Luis, averiguó si volaban a Punta del Este para pedir canje?) Carrió lo hizo, en estos casos, con la misma carga de sospecha con la que habla, por ejemplo, de Angelo Calcaterra o Carlos Colunga, el CEO de MacAir, quien ahora ocupa la misma posición en Avianca. (Liviana debe ser la carga, porque de ninguno de los dos habló nunca, se hizo bien la boluda)

Pero el revoleo de nombres y apellidos no se detiene ahí. (Revoleo de nombres y apellidos que nunca nombra, como Calcaterra o Colunga. Y te faltó Caputo) También incluye al primo hermano del Presidente, Jorge Macri. El intendente de Vicente López ha intentado comunicarse más de una vez con Carrió (¿Por qué no pudo, no tenía señal en el celular o no la encontraba nunca en el Congreso o en el país?) para explicarle que jamás ha cometido ningún delito. (“Por lo menos uno que me pudieran probar”, agregó) Lilita le adjudicó tener "una ética sin retorno". (Lo cual demuestra que no entiende nada: la ética de los Macri funciona básicamente en torno a tener retornos) Y 48 horas después el jefe del Estado recibió a su primo, de manera oficial, y se tomó una foto que su equipo de comunicación distribuyó sin inocencia. (Con lo cual le dejó en claro que todo lo que ella pueda decir respecto a la ética y negocios familiares de los Macri, le chupa  un huevo) Aquí, las diferencias del Presidente con la legisladora son irreconciliables. (O sea, en lo que realmente le importa a Macri. Y Carrió amplía su dieta incluyendo batracios) Igual que las de Vidal ante las sospechas de Carrió sobre la honestidad de (“del”, Majul, pasá el corrector antes de mandar las notas) actual jefe de la policía de la provincia, Pablo Bressi.

Como Carrió está convencida de que la gobernadora apostó a Jorge Macri y no a ella como primera candidata a senadora nacional, (La gobernadora y Macri, que es más importante) avanzó más y le achacó a la mujer con mejor imagen de la Argentina (¿Pampita?) el pecado de no aportar a la Justicia información suficiente para terminar de condenar a Daniel Scioli. (La pregunta sería ¿la información la tiene y no la usa, o le está pidiendo que la invente y carpetee?) Vidal, en privado, está que trina. Y el Presidente, también. (¿Están ensayando para “Si lo sabe, cante”?) No sólo por lo de su primo y por lo que "Lilita" le acaba de achacar a la gobernadora. (A la que se la ve preocupadísima, casi tanto como a Macri) También porque, cada tanto, Carrió la emprende contra Lorenzetti, algo que, según los hombres de Macri, le trae al jefe del Estado dolores de cabeza e inconvenientes políticos. (Claro, porque Lila no entiende que los únicos que pueden apretar a los jueces son los ministros y el presidente. Por lo demás, están muy contentos de tenerlo a Lorenzetti bien agarrado de los huevos, gracias a Carrió) Ambos hablaron a solas del asunto. (Pero además estabas vos, entre las piernas de Macri) Y el Presidente le explicó que no hay ninguna denuncia firme contra el titular de la Corte. (Le mostró los papeles, como con las off shore) Que la Justicia lo sobreseyó en el juicio por presunto enriquecimiento ilícito. (la justicia de la cual el sobreseído es la máxima autoridad, la debe haber convencido con un argumento tan contundente) Que cada vez que ella lo ataca pone al país al borde de una crisis internacional (¿Por qué “internacional”, Macri ya nos vendió por completo y no nos avisaron?) y espanta a los inversores. (¿Vos decís entonces que la lluvia de inversiones no vino por culpa de Carrió?) Entonces Carrió le concede "tiempo de gracia", pero enseguida lo vuele a embestir. (¿De cuánto rs el tiempo, un minuto como en el básquet?)

La jefa de la Coalición Cívica cree que su conducta no sólo no hace peligrar Cambiemos, sino que lo fortalece y le aporta votos. (Claro, su descomunal 1,82 %) Y el Presidente considera que el dedo levantado de Carrió tiene un efecto práctico (¿hornearse los mocos?) y otro simbólico. (¿el “fuck you”?) El práctico: los altos funcionarios del Gobierno tiemblan ante un dato de Carrió que los pueda rozar. (Y, cuando uno tiene el culo sucio tiembla con el viento, o cuando tocan el timbre o pasan un papel debajo de la puerta: podría ser una citación) El simbólico: lo coloca a Macri del lado de los buenos, mientras soporta las quejas de sus amigos, ex socios y parientes, empezando por su papá. (Ah, “Mauricio es bueno, pero su familia, socios y amigos son todos delincuentes”. Acá hacían lo mismo con Reutemann, debe ser por eso que a Carrió le gustaba tanto) La voltereta que dio Carrió (Se nos vienen a la mente las imágenes de “Liberen a Willy”) para "salvar" al Presidente no tuvo desperdicio. Sin ponerse colorada, (porque ya estaba anaranjada) sentenció: "El socio de Cristina era el padre de Mauricio". (Ah, claro, al padre se lo plantamos nosotros, como la droga en el jarrón de Cóppola. Igual, estamos hablando del dueño de una de las tantas Pymes que se abrieron en el país a partir del 2003. ¿Ah no, ya estaba de antes haciendo negocios con el Estado?) El psicoanalista del Presidente debería dedicarle a esa frase, por lo menos, una sesión completa. (Pará, que esa terapia del hijo que necesita ser aceptado por su padre la estamos pagando nosotros, y nos sale carisima)

(*) Las negritas son nuestras, el original acá.