lunes, 17 de abril de 2017

YA NO TENEMOS DE QUE HABLAR


Ya no podemos hablar de “calidad institucional” y formas republicanas, porque Macri se la pasa meta DNU incluso para cuestiones que se están discutiendo en el Congreso.

Tampoco podemos hablar de que “el Congreso es una escribanía” o que “estamos en una vetocracia”, porque votó todas las leyes que mandó Macri, y cuando sancionó alguna que no le gustaba, la vetó sin asco.

No podemos hablar del INDEC y de la transparencia y la credibilidad de las estadísticas públicas, porque toquetearon el IPC, los indicadores del nivel de actividad, el índice del desempleo, la Encuesta Permanente de Hogares y hasta la conformación de la PEA (Población Económicamente Activa), de modo tal que ya nadie les cree.

No podemos hablar de cómo hacer para “cerrar la grieta y bajar los niveles de crispación para enfocarnos en los problemas de la gente”, porque el gobierno se empeña en abrirla todos los días, a pedido de buena parte de sus propios electores.

No podemos hablar de cuanto nos preocupa la inflación, porque sigue sin bajar y está todavía por arriba de donde la dejamos nosotros, al terminar el gobierno.

No podemos hablar de los subsidios a las tarifas, porque sin que los saquen del todo ya nos sacudieron con tarifazos de luz, agua y gas que nos dejaron tecleando.

No podemos hablar del encubrimiento al atentado a la AMIA, porque el gobierno mandó a sus abogados a colaborar con los encubridores en el juicio que se les lleva adelante.

No podemos hablar de la necesidad de bajar la soberbia y buscar mecanismos de diálogo y consenso, porque el gobierno se enoja si no hacen lo que ellos quieren, y tildan de golpistas a los que se les oponen.

No podemos hablar de lo desastroso que es el fútbol argentino por culpa del “Fútbol Para Todos”, porque el FPT se terminó pero el fútbol está cada vez peor.

No podemos hablar de que “estamos aislados del mundo” porque el gobierno se peleó con Rusia y China, apostó al perdedor en las elecciones de Estados Unidos y ahora no tenemos embajador allá, ni ellos acá.

No podemos hablar de la gran corrupción existente y la falta de transparencia, porque tenemos el gobierno con mayor cantidad causas por corrupción contra el presidente y sus funcionarios, en menos tiempo.

No podemos hablar de cómo se intenta hacer fraude electoral poniendo a dedo jueces del palo y con el escrutinio informático en el Correo, porque el gobierno quiere meter a dedo el juez electoral de la provincia de Buenos Aires, echar a la jueza electoral de la Capital Federal e imponer el voto electrónico.

No podemos hablar en contra de la publicidad política en los entretiempos del fútbol, porque volvió con todo.

No podemos hablar del periodismo obsecuente del gobierno que cobra sueldos altísimos en los medios públicos, porque los medios públicos hoy están llenos de ese tipo de periodismo; sin contar los que están en la misma condición en los medios priva.

No podemos hablar de la barbaridad de plata que se gasta en publicidad oficial, porque el gobierno gasta una bocha de plata en eso.

No podemos hablar de si funcionan o no los “Precios Cuidados”, porque ya casi no existen los “Precios Cuidados”, y ahora los extrañan.

No podemos hablar de lo mal que están los jubilados, porque les recortaron el 100 % de la cobertura en medicamentos que les daba el PAMI.

No podemos hablar de la inmoralidad de hacer un blanqueo de capitales “para que venga dinero sucio mal habido de la corrupción y manchado con sangre del narcotráfico”, porque hicieron el blanqueo más amplio de la historia, y por primera vez sin la obligación de traer la plata al país.

No podemos hablar de los empresarios amigos del poder que hacen negocios con el Estado, porque ahora son los que manejan directamente el Estado.

No podemos hablar de que es una vergüenza que el gobierno espíe ilegalmente a los opositores, porque aunque Milani está preso, el gobierno espía ilegalmente a los opositores y a todo el mundo en general, incluyendo a Messi.

No podemos hablar en contra de los jueces amigos del poder que fallan siempre a favor y a pedido del gobierno, porque casi todos los jueces entran hoy en esa caracterización.

No podemos hablar en contra de las cadenas nacionales, porque los votantes del gobierno le están pidiendo a Macri que haga una cadena nacional para explicar la pesada herencia que recibió del kirchnerismo, y todos los grandes logros de su gobierno que la gente no conoce.

No podemos hablar de la autonomía universitaria, porque la policía de Gerardo Morales acaba de recrear en pequeño "la noche de los bastones largos", entrando a los tiros en una facultad.

Nos estamos quedando sin temas de conversación con nuestros amigos gorilas. 

1 comentario:

  1. imperdible posteo, sólo una objeción, uds y R. Navarro se remiten al'66 x el caso de la irrupción en la UJ, pero en el '76 no solo se irrumpió sino q se desaparecieron estudiantes y profesores, y la intervención llegó hasta el '83, aunque acuerdo q el inicio de una gran decadencia que se corrigió ligeramente con el peronismo k, empezó en aquella noche de los bastones que también inició la denominación fatídica de "la noche de"

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