Leemos en Fortuna: "En sólo un mes y unos días, los dueños de las mayores fortunas del país, parecieron salir a bancar al Gobierno que les ofrece el discurso más proempresa visto hasta ahora. Es cierto que para invertir algunos primero se aseguraron precios especiales, como en el caso de Rocca, pero a meses de las elecciones “hay clima de optimismo y compromiso” entre los principales popes empresarios, según cuenta Eduardo Costantini, accionista de Consultatio y uno de los mayores desarrolladores inmobiliarios de la Argentina, que a pedido de los propios fundadores, decidió sumarse esta semana a la Asociación Empresaria Argentina (AEA).
Se trata de un sello nacido tras la crisis de 2001, impulsado por accionistas y dueños de grandes empresas, inquietos por el impacto del fin del 1 a 1 en las deudas privadas. Allí tallan desde el comienzo Rocca y Pagani junto a Héctor Magnetto, accionista de Clarín, el mayor holding de medios del país. “Me vienen pidiendo sumarme desde que nació y ahora accedí a participar porque lo veo de una manera de acercarme al empresariado y al Gobierno en el sentido de crear un espacio de diálogo; me lo han pedido empresarios con los que comparto estas ideas”, cuenta Costantini.
Esta semana se sumaron apellidos pesados de la burguesía argentina, como el propio Bulgheroni, Carlos Blaquier, del ingenio Ledesma y Luis Perez Companc, de la familia controlante de Molinos Río de la Plata. Cerca de éste último recuerdan que impulsaron AEA desde sus orígenes y que ahora se suman ante un “proceso de reconversión del espacio” y que es un “momento de sumar”. En 2016 ya se habían incorporado dos fundadores de empresas tecnológicas modelo para la Casa Rosada, como Marcos Galperin (Mercado Libre) y Martín Migoya (Globant). “Las incorporaciones son muy importantes”, dice Jaime Campos, presidente de AEA.
Apoyo. Más allá de la cuota de $ 550 mil por año al sumarse a AEA, que podría también tratar de asociar a corto plazo a los 43 miembros actuales otros nombres como los de Marcelo Mindlin, Hugo Sigman o Alfredo Román, los referentes empresarios eligen mostrar “compromiso” con el modelo de Cambiemos. Algunas organizaciones como la propia Techint ya han tenido un rol central en el armado originario de la alianza, cuando terciaron en la UCR para que acordara con el PRO. Léase, el Presidente cambia de interlocutores en el establishment: deja de lado la Unión Industrial Argentina (UIA), y ensalza sellos como AEA o el Foro de Convergencia Empresaria." (las negritas son nuestras)
¿Quién no recuerda más o menos de que hablamos cuando hablamos de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), el lobby que agrupa a las empresas más importantes del país?
Son los que -como dice el artículo- recién estrenada la asociación le impusieron a Duhalde la pesificación de las deudas en dólares para licuar sus pasivos contraídos en la década del 90', así como en los tiempos de la dictadura (cuando aun no se llamaban así) estatizaron sus deudas a través de los seguros de cambio con Cavallo en el Banco Central. Hoy están emitiendo deuda en dólares a lo pavote muchos de ellos (siguiendo el paso que marca el propio Estado), sumando más vulnerabilidad a la economía frente a los shocks externos; total llegado el caso organizarán un rescate que pagaremos todos.
Más cercanos en el tiempo, cerraron filas junto a la hoy cuestionada Corte Suprema cuando era "atacada" por la reforma judicial impulsada por Cristina, y también defendieron a los directivos del HSBC y el City Bank en la Argentina separados de sus cargos por el Banco Central de Vanoli, por favorecer maniobras de lavado de dinero. Ya en tiempos de Macri, firmaron un "compromiso" de no despedir empleados (para evitar la sanción de la ley anti despidos), que por supuesto no cumplieron: las empresas que se nuclean allí se cuentan entre las que más despidos y suspensiones han dispuesto en estos meses.
Gente muy linda, tanto como la del "Foro de Convergencia Empresarial"; que hicieron su aparición en el tramo final de la campaña de las elecciones presidenciales para exigir el cumplimiento de un programa de gobierno que -en sus líneas generales- es el que está llevando adelante Macri: venta de las acciones del Fondo de ANSES en empresas privadas (las de ellos), aumento de las tarifas de los servicios públicos, "depuración" del Ministerio Público Fiscal (Gils Carbó, la PROCELAC), "autonomía" del Banco Central, eliminación de la ley de abastecimiento, reforma de la ley que regula los mercados de capitales.
Repasando la lista del pliego de exigencias (presentadas como el único plan posible para sacar al país adelante), se advierte que si Macri no lo ha cumplido hasta ahora en su totalidad no ha sido por falta de voluntad, sino por resistencias que ha ido encontrando en el camino.
Es éste en consecuencia "su" gobierno, y es lógico que quieran ponerse la camiseta para defenderlo, el problema es que con estos muchachos los "apoyos" políticos que dispensan siempre los terminamos pagando entre todos. De hecho ya lo estamos haciendo, en términos de empleo, salario, consumo.
Claro que eso no implica que todos sus intereses sean perfectamente compatibles (hay una sorda disputa al interior del bloque por el tipo de cambio, por ejemplo); salvo en el punto de la flexibilización laboral, la reducción del costo laboral y la pérdida de participación del salario en la distribución del ingreso, que son justamente las prioridades que hoy tiene Macri en su hoja de ruta.
Que decidan dar el paso al frente asumiendo un compromiso más activo en la defensa del gobierno (al que muchos de ellos le sacan el banquito aumentando los precios, o fugando masivamente capitales gracias al endeudamiento y el levantamiento del "cepo") supone que ven el panorama electoral para "Cambiemos" como complicado.
Y es también un elemento a tener en cuenta de éste otro lado, para que la oposición sindical y política al avance de Macri articule una propuesta organizativa lo más amplia posible, atento a la densidad del poder que se tiene enfrente. Comparemos este scrum de los sectores más poderosos del país con la fragmentación del sindicalismo, incluyendo la crisis paralizante de la CGT reunificada en agosto del año pasado.
Pero eso sí: una propuesta que nuclee a todos los que estén dispuestos a oponerse en serio y a fondo a ese poder (que es el que tutela y soporta al gobierno de Macri; porque expresa y tutela sus intereses), y excluya expresamente a los que los miran como posibles sponsors de una segunda marca de "Cambiemos".
¿Quién no recuerda más o menos de que hablamos cuando hablamos de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), el lobby que agrupa a las empresas más importantes del país?
Son los que -como dice el artículo- recién estrenada la asociación le impusieron a Duhalde la pesificación de las deudas en dólares para licuar sus pasivos contraídos en la década del 90', así como en los tiempos de la dictadura (cuando aun no se llamaban así) estatizaron sus deudas a través de los seguros de cambio con Cavallo en el Banco Central. Hoy están emitiendo deuda en dólares a lo pavote muchos de ellos (siguiendo el paso que marca el propio Estado), sumando más vulnerabilidad a la economía frente a los shocks externos; total llegado el caso organizarán un rescate que pagaremos todos.
Más cercanos en el tiempo, cerraron filas junto a la hoy cuestionada Corte Suprema cuando era "atacada" por la reforma judicial impulsada por Cristina, y también defendieron a los directivos del HSBC y el City Bank en la Argentina separados de sus cargos por el Banco Central de Vanoli, por favorecer maniobras de lavado de dinero. Ya en tiempos de Macri, firmaron un "compromiso" de no despedir empleados (para evitar la sanción de la ley anti despidos), que por supuesto no cumplieron: las empresas que se nuclean allí se cuentan entre las que más despidos y suspensiones han dispuesto en estos meses.
Gente muy linda, tanto como la del "Foro de Convergencia Empresarial"; que hicieron su aparición en el tramo final de la campaña de las elecciones presidenciales para exigir el cumplimiento de un programa de gobierno que -en sus líneas generales- es el que está llevando adelante Macri: venta de las acciones del Fondo de ANSES en empresas privadas (las de ellos), aumento de las tarifas de los servicios públicos, "depuración" del Ministerio Público Fiscal (Gils Carbó, la PROCELAC), "autonomía" del Banco Central, eliminación de la ley de abastecimiento, reforma de la ley que regula los mercados de capitales.
Repasando la lista del pliego de exigencias (presentadas como el único plan posible para sacar al país adelante), se advierte que si Macri no lo ha cumplido hasta ahora en su totalidad no ha sido por falta de voluntad, sino por resistencias que ha ido encontrando en el camino.
Es éste en consecuencia "su" gobierno, y es lógico que quieran ponerse la camiseta para defenderlo, el problema es que con estos muchachos los "apoyos" políticos que dispensan siempre los terminamos pagando entre todos. De hecho ya lo estamos haciendo, en términos de empleo, salario, consumo.
Claro que eso no implica que todos sus intereses sean perfectamente compatibles (hay una sorda disputa al interior del bloque por el tipo de cambio, por ejemplo); salvo en el punto de la flexibilización laboral, la reducción del costo laboral y la pérdida de participación del salario en la distribución del ingreso, que son justamente las prioridades que hoy tiene Macri en su hoja de ruta.
Que decidan dar el paso al frente asumiendo un compromiso más activo en la defensa del gobierno (al que muchos de ellos le sacan el banquito aumentando los precios, o fugando masivamente capitales gracias al endeudamiento y el levantamiento del "cepo") supone que ven el panorama electoral para "Cambiemos" como complicado.
Y es también un elemento a tener en cuenta de éste otro lado, para que la oposición sindical y política al avance de Macri articule una propuesta organizativa lo más amplia posible, atento a la densidad del poder que se tiene enfrente. Comparemos este scrum de los sectores más poderosos del país con la fragmentación del sindicalismo, incluyendo la crisis paralizante de la CGT reunificada en agosto del año pasado.
Pero eso sí: una propuesta que nuclee a todos los que estén dispuestos a oponerse en serio y a fondo a ese poder (que es el que tutela y soporta al gobierno de Macri; porque expresa y tutela sus intereses), y excluya expresamente a los que los miran como posibles sponsors de una segunda marca de "Cambiemos".
parece una reunión de clã comisión de la mafia
ResponderEliminarA.E.A. = Asociacion Estafadores Argentinos
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