miércoles, 24 de mayo de 2017

¿COMPITEN CON EL MOMO VENEGAS?


Todos los medios (hasta los alineados con el gobierno) vienen dando cuenta del aumento de la conflictividad sindical sectorial, con las paritarias que no se cierran (docentes, metalúrgicos).

Las metas de inflación del gobierno ya quedaron atrás, y aunque no lo digan abiertamente, nadie cree que se sostendrá la pauta del 17 % diseñada por Sturzenegger y planteada en el presupuesto.

Además de lo que los salarios perdieron el año pasado frente a la inflación, todo indica que volverá a perder también éste años, al menos con la mayoría de las paritarias que se están cerrando; algunas francamente vergonzosas como las de UPCN nacional, Comercio y UTPBA (trabajadores de prensa).

En ese marco nos enteramos de que la reunión del Consejo del Salario es para “moderar la suba “ del Salario Mínimo, Vital y Móvil; y para “blindar” judicialmente los reclamos por defectos de cobertura y prestaciones de las obras sociales; y el sistema de riesgos del trabajo (ART).

Ni hablemos de que el Salario Mínimo medido en dólares era de 627 en 2015 (el mas alto de América Latina) y es de 491 dólares ahora (debemos andar por la mitad de la tabla); o de lo que ha perdido en poder adquisitivo desde entonces, sobre todo en relación a los productos básicos de la canasta familiar. 

No está de más recordar la importancia de aumentar el SMVM, no solo para que rija para un sector de los trabajadores fuera de convenio, sino porque se lo tiene en cuenta para diferentes cuestiones, a saber: calcular el valor de las indemnizaciones por despido en algunos convenios colectivos, determinar el monto de las multas por infracciones a las leyes laborales y lo mismo en el caso de las leyes de protección de los derechos del consumidor (ver más información al respecto, acá). Aunque pensándolo bien, acaso por eso sea que el gobierno quiere subirlo lo menos posible.  

La “cobertura universal de salud” que con tanta pompa anunciara Macri sigue sin dar noticias sobre su paradero, y la reforma de la ley de ART (apoyada por la CGT) es un rotundo fracaso: lejos de terminar con la llamada "industria del juicio", subieron un 22 % las demandas por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

La conducción de la CGT dejó solos a los docentes en su pelea por una paritaria nacional, mientras Daer (novel "randazzista" que pugna por la "renovación del peronismo) dice que es más fácil ganarle una elección a Macri, que hacerle un paro general.

Caló (con la UOM en pleno conflicto por las paritarias, también reciente "randazzista") dice que no cree que la CGT haga paros hasta después de las elecciones. Rodríguez de UPCN se quejó por la falta de un plan contra la inflación, para horas después firmar una paritaria denigrante, en tramos, por debajo de la inflación y con un esquema de presentismo denigrante.

El resto de la conducción de la CGT (salvo los dirigentes de la Corriente Federal), ni hablar de hacer algo luego del paro general, con lo que cabría preguntarse ¿para qué lo hicieron, sólo para distender las puteadas que se comieron en público en el penoso episodio del atril?

Se suponía hasta acá que la CGT se reunificó el año pasado para tener peso en la reorganización del peronismo tras la derrota en el bsalotaje; o para proveerle de una estructura sindical a la proyección futura de Massa.

¿No será que en realidad buscan competir con el "Momo" Venegas en el armado de la pata sindical del macrismo en el desarrollo de un proyecto que supone como objetivo central cagar a la clase trabajadora?

1 comentario:

  1. La CGT da asco y vergüenza. El paro fue una mascarada de los hipócritas que dicen representar a los trabajadores. No sirvió para nada.
    Se veía venir...no van a levantar una sola bandera, lo único que les interesa es seguir currando. Tanto lío para anunciar la huelga, parecia que se terminaba la Argentina. Y fue lo mismo antes que después.

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