lunes, 8 de mayo de 2017

LOS RIESGOS DE COGOBERNAR


El bochornoso fallo de la Corte Suprema de Justicia concediendo el beneficio del “2 x 1” a un condenado por delitos de lesa humanidad (construido con el voto decisivo de los dos jueces designados en el actual gobierno), pone otra vez en el tapete la estrategia de un sector del peronismo de “aportar a la gobernabilidad” de la gestión de Mauricio Macri; y que con sus votos posibilitó la nueva integración del tribunal .

Ese sector (que podría situarse en el Senado, y encarnarse en las figuras de Pichetto y Abal Medina) osciló entre la idea de una “oposición racional y responsable que no se opone a todo porque sí como loquitos” (Abal Medina dixit), hasta el extremo de sugerir al oficialismo un pacto de acuerdos amplios, en una suerte de cogobierno entre la Casa Rosada y parte del Congreso.

Pichetto ha sido justamente el máximo defensor de esa teoría, que presupone a su vez un consenso básico sobre puntos centrales del programa político y económico del oficialismo: dar por concluido el ciclo del kirchnerismo como una anomalía que debe ser dejada atrás para retornar al “peronismo racional”, “volver al mundo” (acuerdo con los fondos buitres, blanqueo de capitales, apertura a las inversiones, ciclo de endeudamiento), “normalizar” la economía (tarifazos, levantamiento del cepo).

Por eso no es casual que todas las iniciativas de Macri que apuntaban en ese sentido tuvieran el acompañamiento de éste sector en el Congreso.   

A cambio de esa donación voluntaria de gobernabilidad, no pidieron mucho hasta acá: acaso ofrecerse como gestores de alguna gestión que los gobernadores peronistas no pudieran resolver por sí solos en la Rosada, y la “emergencia social” votada a fines del año pasado, que aun hoy sigue en los papeles, sin traducirse en nada concreto.

En ese trance coincidieron con algunos que reclamaban “autocrítica” al kirchnerismo por haber perdido las elecciones (como la conducción nacional del Movimiento Evita), intentando todos mostrar que podían construir el post kirchnerismo, prescindiendo de Cristina y del núcleo duro de sus apoyos políticos.

A juzgar por los resultados, no lo estarían consiguiendo: el fallo que abre la puerta de la jaula a los genocidas (contra el cual algunos de ellos ahora reaccionan escandalizados) fue posible gracias a los dos jueces que Macri intentó colar por la ventana del decreto dentro de la Corte, pero que luego fueron ampliamente ratificados al discutirse sus pliegos en el Senado; pese a las objeciones públicas de los organismos de derechos humanos a ambos candidatos precisamente -entre otras cuestiones- por sus posturas en las temáticas de derechos humanos.

Parafraseando a otro senador de acá (que también votó los dos pliegos, el de Rosatti y el de Rosenkrantz) ni Pichetto ni Abal Medina ni -ya que estamos, agreguémoslo- Perotti ni ninguno de los que levantaron la mano pueden alegar que a ellos no les avisaron.

Porque además no es el de los nuevos ministros de la Corte el único caso en el que levantaron la mano para aprobarle pliegos a Macri, sin contar las veces en que lo hicieron para aprobar leyes nefastas; como el acuerdo con los fondos buitres, el blanqueo de capitales o la “asociación público-privada”; que posibilitaron -respectivamente- el inicio de un nuevo ciclo de endeudamiento, el saqueo progresivo del Fondo de Garantía de la ANSES y la generación de nichos de negocios para los amigos del poder, del país y del extranjero; en desmedro de la producción y el trabajo nacionales.

Lo propio hicieron con el pliego de Federico Sturzenegger para la presidencia del Banco Central, o los de Gustavo Arribas y Silvia Madjalani para la AFI; de modo que son políticamente corresponsables de las desastrosas gestiones del gobierno de “Cambiemos”, en ambos casos; irrresponsable endeudamiento cuasi fiscal con el festival de LEBAC's, política de asfixia financiera a la producción con tasas inverosímiles, bicicleta para los capitales golondrinas y montaje de una estructura descontrolada de espionaje a opositores, incluida.

Tan comprometidos están algunos (como Pichetto) con la idea del “cogobierno” que tienen fondeados los pliegos del resto del directorio de Central, para negociar lugares allí para ese sector de la oposición; una idea que -si prosperara- solo los haría más copartícipes aun del desastre que están generando Macri y su gobierno. 

2 comentarios:

  1. Esperemos que los traidores como Pichetto, Abal Medina y el resto, no vuelvan a ir nunca más en las listas del FPV. Ahora que se presenten en las del Pro. Seguramente perderán su lugar y sus privilegios porque Cambiemos jamás le deja ni un resquicio de poder a los que no son de su palo original. Asi que, estos traidores tienen sus días políticos llenos de prebendas y privilegios, muy pero muy contados.......

    ResponderEliminar
  2. Coincido con el Anónimo anterior.- La unión con ciertos sectores y actores es necesaria y útil para empezar a echar a la runfla delincuencial Cambiemos.- Pero... ¡sin traidores! Yo, pequeño votante, revisaré con lupa las listas del peronismo kirchnerista para votar A CONCIENCIA.- Cualquiera de estos nombres de diputados y senadores lameculos de los cerdos neoliberales, hará que corte y tire inmediatamente la boleta.- Espero que CFK, ya sea que se presente o no pero que sé estará detrás de todo lo que se decida, no piense en aceptar a estos H de P.-

    ResponderEliminar