HEMOS VIVIDO EQUIVOCADOS

Pensábamos que uno de los problemas más graves del país era la tendencia histórica de nuestra clase empresarial a evadir impuestos y fugar compulsivamente capitales, pero no: peor era la presunta corrupción del Plan Qnita.

Suponíamos que es una grave amenaza para el futuro del país el creciente endeudamiento externo que el gobierno está contrayendo, pero la pifiamos: acá lo preocupante es que hay jubilados que tienen yates, y no se merecen la cobertura del 100 % de los medicamentos a cargo del PAMI.

Estimábamos que un problema gravísimo es la inequidad en la distribución del ingreso agravada por medidas del gobierno que transfirieron montones de recursos a los que más tienen, eliminándoles impuestos y devaluando, pero hete aquí que lo realmente grave era que al Conicet le sobraban científicos.

Creíamos que había que hacer algo con la profunda recesión con cierre de empresas y despidos provocaba por el combo de devaluación, tarifazos, suba de las tasas de interés y apertura indiscriminada de las importaciones; pero nada más lejos de la verdad: problemón era lo que el Estado gastaba en el “Fútbol Par Todos”, en los satélites y en las netbooks de "Conectar Igualdad".

Estábamos seguros que uno de los principales problemas es la alta tasa de empleo en negro con trabajadores precarizados y sin derecho a la obra social, o a la cobertura en caso de accidentes de trabajo; pero en realidad teníamos que preocuparnos por la mafia de los juicios laborales.

Hubiéramos jurado que era para preocuparse el incremento de la pobreza como consecuencia de la inflación y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios que hace cada vez más dificultoso para los sectores de menores ingresos acceder al consumo de los alimentos y demás bienes básicos; pero no podíamos estar más errados: acá de lo que hay que ocuparse de inmediato es de quitar pensiones por discapacidad.

Dábamos por sentado que era un problema serio que se habilitara un generosísimo blanqueo de capitales para que los evasores y fugadores seriales que sacaron la guita del país para llevarla a Panamá y otros paraísos fiscales la dejaran allá tranquilos porque zafan de ir presos y pagar lo que debían, pero no era así: el verdadero palo en la rueda eran los maestros reclamando una paritaria nacional que dije un piso mínimo en los salarios docentes para todo el país, y los trabajadores que quieren recuperar en las paritarias lo que sus salarios perdieron contra la inflación.

Contra la creencia generalizada de que hay que prestarle atención a la bola de nieve de las LEBAC’s que ya representan el 11 % del PBI y alimenta una descomunal bicicleta financiera que provee ganancias del 33 % anual en dólares que se fugan, la cuestión que merece toda nuestra atención es el nivel de ocupación y los pasajeros que ocuparon habitaciones en un hotel que Margarita Stolbizer dice que es de Cristina.

Hemos vivido completamente equivocados.