La semana pasada a raíz de las quejas de Ricardo Alfonsín por la actitud de la UCR ante las políticas del gobierno, decíamos en ésta entrada que era una ingenuidad (siendo benévolos) de su parte "...suponer que la alianza de la UCR con el PRO tuviera otra motivación que juntar masa crítica electoral para ganarle al peronismo, y conducir a otra parte que no fuera una restauración conservadora.
Como viene siendo (con diferentes denominaciones, que no cambian lo sustancial) desde 1945 con la Unión Democrática, justamente con la aparición del peronismo: tal parece que muchos radicales no aprendieron de la historia; que enseña que desde entonces el peronismo pasó a ocupar el lugar de la bestia negra del sistema político nacional que hasta entonces encarnaban ellos, que reemplazaron a su vez a las fuerzas conservadoras como la representación del statu quo."
Como todos saben, ayer fue el aniversario del criminal bombardeo a la Plaza de Mayo en 1955 que se cobró la vida de civiles inocentes en un intento por matar a Perón y derrocar a su gobierno; y en el Comité Capital de la UCR (el que apoya a Lousteau, bajo el control del "Coti" Nosiglia) decidieron recordarlo publicando de nuevo este bochornoso artículo de un tal Diego Barovero; originariamente publicado durante el conflicto del gobierno de Cristina con las patronales agrogarcas por las retenciones móviles, en junio del 2008.
Para los que tengan estómago para leerlo completo, encontrarán bellezas tales como que Perón fue reelecto en 1951 por "una reforma constitucional cesarista" y no por el 63 % de los votos, luego de la sanción de la Constitución de 1949; o que "Cabe preguntarse aquí si las muertes producidas entre la civilidad son imputables exclusivamente al accionar de los elementos conspiradores que desplegaron el ataque o si también le cabe alguna cuota de responsabilidad al gobierno que conocía los planes subversivos y pudiendo aislarlos o someterlos tempranamente los dejó seguir adelante con su proyecto delirante, de modo de tener la excusa para desatar una represión más violenta que el ataque que había soportado.": la culpa de los muertos inocentes fue entonces de Perón, no de los militares y civiles golpistas que ametrallaron al pueblo indefenso.
Lo de poner la quema de las iglesias ("orgía piromaniática") en un nivel de mayor gravedad que la muerte de centenares de personas en el bombardeo ni siquiera es original de Barovero: ya el propio Halperín Donghi (el pontífice máximo de la historiografía liberal de estos tiempos) lo había escrito.
El libelo no difiere demasiado de la versión que de los mismos hechos diera luego del golpe de septiembre del 55' la Fusiladora, que para los que no la conozcan pueden ver en éste video; y la semejanza no es casual: hay una absoluta comunión espiritual entre buena parte del radicalismo y los militares golpistas que en otro junio (el de 1956) fusilarían sin piedad a argentinos que se levantaron contra un régimen dictatorial e ilegítimo.
"Hay" decimos en tiempo presente y no pasado, porque si algo deja en claro la insólita publicación del Comité Radical de la UCR es que la gran mayoría de los radicales se siguen reivindicando como gorilas; y lejos de toda autocrítica si pudieran, lo volverían a hacer. Como lo está demostrando Gerardo Morales en Jujuy, sin ir más lejos.
Sin embargo, el orgullo no es coraje: en el canallesco libelo se omite toda participación y responsabilidad de dirigentes de la UCR como Roque Carranza (luego ministro de Alfonsín) en las otras bombas de la Plaza de Mayo, las que provocaron 7 muertos en una concentración popular en Plaza de Mayo el 15 de abril de 1953; hecho que detonó los ataques a la Casa del Pueblo (sede del Partido Socialista) y al Comité Radical, de los que sí se habla en la nota: como siempre pasa con los gorilas, hablan de la violencia que recibieron, pero no de la que dispensaron; que suele ser peor en su magnitud, siempre.
Y si bien se menciona en la nota del tal Barovero reflotada ahora por el Comité Capital de la UCR la participación de Miguel Angel Zavala Ortíz (luego canciller de Illia) en la intentona golpista de junio del 55', en ningún momento se dice que el dirigente radical hizo algo más que golpear la puerta de los cuarteles: tripulaba uno de los aviones asesinos que bombardearon la plaza.
No es casual que el artículo haya visto la luz por primera vez durante el enfrentamiento de un gobierno peronista (el de Cristina) con las fuerzas de nuestra oligarquía vacuna representadas en la Mesa de Enlace, a favor de las cuáles quebró lanzas casi toda la UCR, que rodeó a Cobos (el vicepresidente opositor, ese invento argentino), para hacerlo protagonista de otro intento de golpe contra un gobierno electo democráticamente, por amplia mayoría de votos.
Como tampoco es casual que sea reflotado ahora, cuando los herederos espirituales, políticos, culturales y económicos de la Fusiladora gobiernan (ahora por los votos), y han puesto en marcha un programa de revanchismo político de marcado tinte antiperonista; cosa que muchos peronistas malquistados con Cristina se niegan a reconocer. Es el "clima de época" que le dicen.
El señor Barovero es dueño de escribir y decir lo que se le antoje, lo grave es que su libelo (en el que se intenta una velada justificación de un golpe de Estado, precedido por una intentona criminal) sea reproducido y hecho propio a punto tal que se hable de "presunto bombardeo" y esas no son palabras de Barovero, sino del Comité Capital de la UCR (todo ello sin que nadie reaccione ni tome distancia), por las autoridades de un partido que se dice democrático; pero cuya podredumbre política ya es inocultable y terminal.
negacionismo ancestral los radichas antipatria
ResponderEliminarExcelente señores.- Su blog me parece cada día mejor, aunque este descubrimiento para mí, como otras verdades que comentan, causan repugnancia.- Siempre pensé que la derecha radical era la mayor parte de ese movimiento, que acompañaron a Alfonsín hasta que lo dejaron en bolas frente al tsunami y que el "viejo adversario que despedía al amigo" era un siniestro.- Juntarse con Macrimbécil era lógico y obvio.-
ResponderEliminarLes faltó citar en el documento el injusto final de Aramburu. Un inocente.
ResponderEliminarY tienen que lanzar la agrupación Zavala Ortiz y la Almirante Rojas.
El Colo.