martes, 20 de junio de 2017

PERDIMOS POR GOLEADA


La pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores registrados en Argentina fue contundente en 2016. En base a los datos del Ministerio de Trabajo, surge que el 98% perdió poder adquisitivo por la inflación en el primer año de Macri. Y sólo el 2% de los trabajadores percibió ingresos iguales o superiores a los que obtuvo durante 2015.

En número absolutos, se constata la existencia de 6.359.486 trabajadores que han perdido poder adquisitivo durante 2016, es decir que sus ingresos crecieron por debajo de la inflación. Mientras que sólo 107.712 trabajadores registrados han percibido ingresos igual o superiores a los que tuvieron el año previo.

Esta disminución del poder adquisitivo puede observarse claramente en el Gráfico 1. Medidas de política económica tales como: la devaluación de diciembre de 2015, el tarifazo en los servicios públicos y las paritarias que cerraron muy por debajo de la inflación están entre los principales determinantes de este proceso.


En el promedio general de la economía, el deterioro del poder de compra de los salarios rondó el 6% durante 2016. Aquí, los trabajadores obtuvieron un incremento salarial promedio del 33%, por debajo de la inflación anual que recorrió el 41,5%.

A pesar de la distancia con la economía real, el Gobierno propuso un 17% de inflación anual y procuró ubicar la negociación salarial en este sentido (incluyendo las “cláusulas gatillo”). La pérdida de poder de compra durante 2016, nunca fue contemplada. La pretensión de la administración macrista radicó en que los nuevos convenios se discutan en base a la inflación futura en lugar de la pasada.A esto se le agregan las cláusulas por productividad (con la pretensión de reducir costos laborales, duplicar tareas, achicar pagos y beneficios extras, etc.)

Así, el salario real, aparece como variable de ajuste de un modelo económico que pretende ganar productividad sobre la base de salarios bajos. Obtener remuneraciones salariales por debajo de la inflación forma parte de los mecanismos de ese proceso. Pero hay un segundo elemento que coadyuva al salario como variable de ajuste: la generación (o no) de empleo genuino.

En síntesis, se identifican dos estrategias complementarias de cómo llevar a cabo el modelo económico: la caída en el masa salarial final; por un lado, a través de la caída del salario real y por el otro mediante una caída del empleo registrado.

Sacado de acá.

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