jueves, 6 de julio de 2017

BARADEL DEMOSTRÓ QUE SÍ, SE PUEDE


Baradel y los docentes fueron el blanco elegido desde el principio por Macri como el ejemplo para disciplinar el reclamo de la clase trabajadora: nada de paritarias libres, resignarse a aceptar salarios a la baja, amenaza de descuento de los días de paro y pérdida del presentismo.

Jugando además a quebrar la huelga convocando a “voluntarios” y jugando a la dama (Vidal, su figura política con mejor imagen) para contraponerla su figura con la de Baradel, tratando de aislar el reclamo sindical de la sociedad con el clásico “negociemos con los chicos en las aulas, no los usemos de rehenes”.

Contra los docentes en general y contra Baradel en particular no escatimaron nada: carpetazos bochornosos en los medios afines, amenaza velada del propio Macri en su discurso en el Congreso, amenazas a su familia; acusaciones de vagos por pedir licencias.

Hasta apelaron a apoyar indisimuladamente a la lista opositora en las elecciones de SUTEBA, contando con la siempre predispuesta colaboración de los troscos; que tras replicar en campaña las denuncias del gobierno contra Baradel y perder por paliza las elecciones, salieron a denunciar fraude.

Por otro lado, mientras Baradel y los gremios docentes daban la pelea por sus derechos (con escuela itinerante, represión y pleito judicial por la convocatoria a la paritaria nacional incluidos), la CGT claudicaba vergonzosamente, una y otra vez: demoraba el paro hasta que ya no pudo porque se lo reclamaron a las puteadas en su propio acto, y cuando finalmente lo hizo, no tomó absolutamente ninguna medida de acción (ni directa, ni indirecta) posterior; pese a que las condiciones objetivas no hicieron más que empeorar, en cuanto a la situación de los trabajadores respecta.

Y solo eso: los principales sindicatos de los “gordos” cegetistas (UPCN, Comercio, la UOCRA) pactaron paritarias dentro de la banda salarial planteada por el gobierno, y que los docentes bonaerenses le rechazaron en seis oportunidades a Vidal. Y el autocrítico “Chino” Navarro les aconsejaba a los docentes levantar el pie del acelerador con los paros y los reclamos, “para no ser funcionales al gobierno”.

Contra todo eso, Baradel y los docentes se mantuvieron firmes, y aun hoy siguen peleando por sus compañeros del resto del país, para que el gobierno convoque a la paritaria nacional.

Y a propósito: luego de excusarse de no hacerlo por una interpretación amañada del acuerdo que estableció que el piso salarial docente común a todo el país para el cargo testigo (el del maestro de grado) sería de por lo menos un 20 % por encima del Salario Mínimo Vital y Móvil, el gobierno zanjó la discusión en el Consejo del Salario llevando a éste a 10.000 pesos, para dentro de un año; lo que refleja por qué no acepta convocar a la paritaria nacional docente: porque su intención real es que el piso salarial de la docencia llegue apenas a 12.000 pesos (por debajo de una canasta básica y de la línea de pobreza), recién en julio del año que viene.

Pero fallaron, todos: Vidal y Macri (los principales derrotados) y el ministro candidato Bullrich; que fue puesto en la boleta cuando se pensaba que tensar la cuerda con los docentes y prolongar el conflicto le daba votos a “Cambiemos”, y hoy forzó sin quererlo el arreglo indirectamente, porque no repunta en las encuestas. Tanto así cambiaron las cosas.

Y exactamente lo mismo pasa con los docentes universitarios: el gobierno les hace ahora una nueva oferta para descomprimir un conflicto que lleva meses, e intentar controlar los daños que le puede provocar a la candidatura de Cantard acá en Santa Fe.

Seguramente el aumento concedido por Vidal a los docentes no alcanzará para recuperar el desfasaje del año pasado de los salarios contra la inflación, y posiblemente tampoco lo que se pierda éste año en la misma carrera; pero es mucho más (exactamente un 50 % más: 18 contra 27,4 %) de lo que el gobierno estaba dispuesto a conceder, y la diferencia (toda, hasta el último centavo) se la ganaron los docentes y Baradel, con su lucha.

Una lección muy clara no solo para el gobierno, sino para todos los actuales y potenciales afectados por sus políticas: la profundidad del ajuste no depende tanto de los deseos del gobierno, como de la voluntad de los ajustados de oponerle o no resistencia.

3 comentarios:

  1. La q le torcio el brazo a Heidi fue la candidatura d Cristina, aterrorizada x los 500.000 votos docentes d PBA no arriesgo a tenerlos en contra, siendo Cristina candidata (q tiene como piso un 35%) el PRO si o si debe perforar los 30 puntos para tener alguna chance, los docentes en contra no se los garantiza, ademas la corroboracion lo marca CABA, ahi donde los candidatos K no tienen ninguna chance d triunfo el Guason se mantiene inflexible.

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  2. Sí, pero no les quitemos mérito a los docentes que dieron la pelea cinco meses, contra todo y todos

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  3. Seguro, los docentes PBA d la mano d Baradel se la jugaron y no sucumbieron ante el no pago d dias d paro. Se merecen todo el respet.

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