Se llenaron plazas en todo el país pidiendo
la renuncia de Patricia Bulrich por la desaparición forzada de Santiago
Maldonado, y nada: Macri la sostiene -por ahora- con la misma determinación con
la que la propia Bullrich defendió a la Gendarmería. Por lo menos hasta ahora.
Pero si no la
quieren rajar por su actuación en el caso Maldonado, deberían considerar la
posibilidad de hacerlo por manifiestamente inútil, al menos si juzgamos por la
forma en la que ejecuta el presupuesto del ministerio a su cargo.
En el cuadro de
apertura del post pueden ver precisamente el grado de ejecución del presupuesto
de cada uno de los programas a cargo del Ministerio de Seguridad al 5 de
septiembre, es decir transcurrido casi el 68 % del total del ejercicio.
Como pueden ver, la
ejecución es paupérrima, con un promedio general del 27,65 %, y muchos
programas que están incluso por debajo de esa cifra: ver si no los referidos a
la política de seguridad en el fútbol, la coordinación de la seguridad en la
fronteras, la “emergencia en seguridad pública” que Macri decretó al inicio de
su gobierno y luego renovó y el fondo de recompensas para los que aporten datos
de interés en causas judiciales, o sobre personas desaparecidas.
Como Santiago
Maldonado, del cual el gobierno acaba de decir que duplicará la recompensa
ofrecida por datos sobre su paradero.
Pensemos también en
el abundante humo esparcido por Bullrich con sus “listados de barra bravas”
impedidos de ingresar a las canchas, o los grandilocuentes planes anunciado
para evitar “que las fronteras sean un colador".
Otras cifras de
avance de los programas son igualmente mediocres, aunque estén por encima del
bajísimo promedio del ministerio en su conjunto: así sucede con todo lo
vinculado a la tecnología, equipamiento y logística de la seguridad (pese a que
la “emergencia” le permite contratar en forma directa y secreta, sin licitar ni
publicar), las investigaciones sobre el crimen organizado (en un gobierno que
dice “combatir a las magias”) y las políticas de lucha contra el narcotráfico;
en la gestión de un gobierno que se jacta del nivel de secuestro de drogas, o
que sostiene que los que atacan a Bullrich están bancados por los cárteles de
la droga.
En un gobierno de
CEO’S (gente especializada en teoría en conseguir el uso eficiente de los
recursos) donde impera la “meritocracia”, estas solas cifras bastarían para que
a alguien como Patricia Bullrich le hubieran dado una patada en el culo, hace
rato.
Y encima hace cáscara con el secuestro de televisores, justo cuando jugaba la selección:
Y encima hace cáscara con el secuestro de televisores, justo cuando jugaba la selección:
¿? subejecutar los presupestos es el modus operandi del pro
ResponderEliminar¿El LCD como se toma? ¿Intravenoso? ¿Se mastica?
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